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Tras la catarsis de los últimos días, toda la DC está con Michelle Bachelet

Ha sido una semana complicada para la Democracia Cristiana, donde reflotaron las divisiones internas y las desavenencias con sus socios de la Concertación. Sin embargo, el diputado Pablo Lorenzini cree que éste no es el momento para que la colectividad se dedique a revisar los conflictos, sino que la prioridad es trabajar por la opción de la abanderada del oficialismo.


Varios fueron los hitos que marcaron esta semana y que tuvieron como común denominador la Democracia Cristiana: las diferencias por el ingreso de las distintas sensibilidades de la tienda al comando de Michelle Bachelet, la expulsión de algunos militantes que apoyaron a Sebastián Piñera, y las críticas a la mesa directiva por el magro resultado electoral.



Para el diputado reelecto por el distrito de Constitución, Pablo Lorenzini (DC), estos días sirvieron de «catarsis para la Democracia Cristiana», pero asegura que tras esta compleja semana «el partido se ha alineado completamente a la candidatura de Michelle Bachelet».



«Sebastián Piñera se va a llevar una sorpresa. No es fácil ganar el voto de centro y toda la falange está con Bachelet», asegura el parlamentario, ligado al sector colorín de la colectividad.



Lorenzini valora la reestructuración del comando bacheletista, y la incorporación de senadores de todos los sectores DC, como Mariano Ruiz-Esquide, Eduardo Frei y Jorge Pizarro. «Es una señal de unidad, después de diversas opiniones de personeros de la Democracia Cristiana que han ahondado en las crisis internas del partido», afirma.



Críticas a mesa directiva



Si bien la falange subió levemente su votación a nivel nacional, captando un 20,8% en la elección de diputados, no cumplió con sus propias previsiones, perdiendo varios escaños en el Congreso, algunos emblemáticos.



El balance final de las elecciones parlamentarias detonó en escándalo para la DC, que redujo su fuerza política: cuatro de los nueve cupos senatoriales en juego se desperdiciaron, y la bancada de diputados bajó a 21 representantes.



Dirigentes de la tienda de la fecha roja han apuntado sus dardos a la directiva encabezada por Adolfo Zaldívar, especialmente por la forma en cómo llevó adelante la negociación con sus socios de la Concertación.



«A la DC no le fue bien y se perdieron personajes emblemáticos como Andrés Zaldívar, Carmen Frei, Zarko Luksic y Sergio Páez", admite el parlamentario.



Pero sin desconocer los magros resultados, cree que existen otros motivos, que no necesariamente pasan por la conducción del partido. «No se trata de un tema que concierna únicamente a la directiva, se trata de una responsabilidad más compartida, en tanto la mayoría de los candidatos que se pierden son disidentes", afirma.



De los postulantes derrotados, Patricio Cornejo era cercano al bloque que encabeza Adolfo Zaldívar, a los que bien se podrían sumar Waldo Mora -pese a su reciente distanciamiento con el timonel-, y Edmundo Salas. Del área disidente, en tanto, están María Eugenia Mella, Rodolfo Seguel, Luksic (aspirante al Senado), Edgardo Riveros, Eliana Caraball y Exequiel Silva.



«No es el minuto de revisar conflictos»



Lorenzini concuerda con el senador Pizarro respecto a la necesidad de rejuvenecer la DC. «La mayoría de los que se fueron son parlamentarios de muchos años de ejercicio. Entonces, lo que hay que hacer es renovar, evitar la repetición de nombres. Hay que escuchar a la gente, que ha elegido un Congreso más joven», argumenta.



También comparte las declaraciones del presidente de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio, en cuanto a "la lucha electoral no fue justa ni leal», y que "la DC necesita de garantías" respecto al trato que recibirá en un eventual gobierno de Michelle Bachelet.



Si bien reconoce que existe «cierta soberbia en los otros partidos de la Concertación», y que la decé «está dolida», cree que estos problemas se deben analizar tras el balotaje. «Este no es el minuto de revisar conflictos internos», dice enfático.



Cambio en estrategia



«En estos momentos hay que dedicarse a la candidatura presidencial y trabajar por Michelle Bachelet, con una estrategia distinta que entregue una mejor votación a la candidata de la Concertación», añade Lorenzini.



El diputado colorín cree que en la primera vuelta se cometieron algunos errores, por lo que le parece necesario realizar algunos ajustes para la segunda etapa. «Si todo hubiese sido fantástico Bachelet ya estaría en la Presidencia", sostiene.



«Continuar haciendo campaña a control remoto, a distancia, no es la mejor estrategia para esta segunda vuelta», afirma el parlamentario.



Además, propone identificar el voto popular de Lavín, de esa gente que «no vota por un empresario». Al igual que los que se excusaron y no votaron, «que son votos que no se pueden perder y que hay que ir a buscar», afirma.



El parlamentario concuerda en aprovechar los liderazgos de diputados como Patricio Walker, Alejandra Sepúlveda, Alejandro Navarro, entre otros, que tengan respaldo popular, así como acercarse a los planteamientos de la izquierda extraparlamentaria.



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