Publicidad

Jucca: el dibujante chileno que parodia a los héroes del celuloide

Algunas de las películas más taquilleras en el cine tienen su contraparte en el comic. Pero lo de Jucca, más que una adaptación, es, en realidad, una parodia. Tiras como »Star Mal» (versión humorística de »Star Wars»), »Matutes» (Matrix) y »Harry Potto», son parte de los trabajos ‘made in Chile’ realizados por el ilustrador Juan Carlos Cabezas.


Los primeros ‘monos’ los publicó en el Ejército, mientras hacía el servicio militar. Quienes lo llevaron a hacer dibujos no podían imaginar que, poco después, el ‘pelado’ que salía de la instrucción, crearía a "Anarko", un descarriado personaje, marihuanero, indolente y con eternos problemas con la ley, muy conocido entre los grupos metaleros de los años 80 y 90.



Pero, paralelo a la fama que en algunos círculos iba cobrando este dibujo ambientado en Valparaíso, Juan Carlos Cabezas, más conocido como Jucca, decidió comenzar a hacer parodias de diferentes películas taquilleras, que se hicieron famosas. Ad portas de dedicarse a la animación de forma exclusiva, el dibujante pasa lista a las viñetas más destacadas de su carrera.



Del ‘mano a mano’ a la producción empresarial



Cuando Jucca salió del colegio, decidió que lo suyo era el arte. En ese momento pensaba dedicarse a la pintura, pero luego de que en su paso por el servicio militar lo premiaran por su calidad para los ‘monos’, quiso repetir la experiencia, ya fuera de los cuarteles. Era finales de los 80, y él vivía en Valparaíso.



"Empecé a hacer un comic, que era, más que nada, para mostrarlo a los amigos, y para estudiar el lenguaje. De repente me salió la posibilidad de imprimirlo", cuenta. El trabajo se llamaba Thrashcomics, y estaba hecho para grupos metaleros. Alguien le dio el dato de que en el Paseo Las Palmas, en Santiago, los ‘chascones’ intercambiaban música, y podría vender su revista. "Llegué un sábado, a venderlo de mano en mano; lo hice durante varias semanas, pero después me di cuenta de que tenía que empezar a dejar la revista en locales", relata.




Logró publicar los siguientes números de Thrashmetal, y luego, su personaje "Anarko", rescatado de la revista, comenzó a editarse en "Bandido", uno de los comics más conocidos en esa época. Poco después decide que, para ganarse la vida haciendo ‘monos’, como quería, tendría que diversificarse. "Anarko, aunque era un personaje al que le iba bien, tenía mucho trabajo, y lo que ganaba no me equilibraba la balanza -recuerda-. Empiezo a mirar hacia el lado y digo ‘qué pasa si hago parodias de películas, eso me va a significar menos tiempo de producción’. Es un dibujo más simple, porque en la parodia lo que uno hace es visualizar el humor. El chiste tiene que funcionar, y si hay que simplificar el dibujo en pro del chiste, se hace."



Su primera sátira se basó en la legendaria cinta "La Guerra de las Galaxias", y se llamó "Star Mal". Fue una saga de cinco partes, con nombres tan sugerentes como "El Imprerio se pega la cachá" y "El regreso del que te Jedi". Luego llegarían "Barsa Man", parodia de Batman, "X-Cremen" y el hombre araña, "Spuber-man".




Una de las más recientes es la trilogía de "Harry Potto", con sus títulos "La tarjeta del crédito filosofal", "Harry Potto y la cámara de gases" y "El reo de Rascabán".



Según Jucca, la parodia "funciona muy bien, porque uno se cuelga también del público que tiene la película." Aunque algunos le han advertido de las complicaciones legales que eventualmente podría tener por tomar ‘prestados’ personajes, él responde que en Estados Unidos la parodia es un género completamente legitimado. "Además, -dice-, en el humor está todo permitido".



Gracias al método combinado de dibujo a mano y computacional, y a que varias de las tiras cómicas se trabajan en equipo, pudo sacar un capítulo de "Harry Potto" en 26 días, desde la creación del guión hasta la impresión.



Valparaíso, mi amor




A pesar del éxito con las sátiras, Anarko no fue ‘abandonado’, y se siguió publicando, aunque últimamente no hay nuevas aventuras, sino edición de material que Jucca tenía guardado. En las páginas de esta creación se pueden ver los paisajes de Valparaíso. "Yo vivía acá -cuenta. Además, Lukas (el famoso caricaturista del puerto) ya había muerto, y había dejado ese legado, que nadie más tomaba. A mí me gustaba el trabajo de Lukas, y me pareció buena idea hacer un comic con fondos de Valparaíso, que se presta bien para la historia, porque hay harto callejón, Anarko se podía esconder… Hay todo un juego que valía la pena hacer."



Actualmente, Jucca está interesado en el trabajo de animaciones. Ya ha comenzado a explorar esta área, incluso con algunos de sus personajes de parodia. "El comic no es un fin para mí -asegura. Yo siempre pensé en la pintura; el comic se dio en el camino y me funcionó, pero no es que no ame otras cosas. Quiero expandirme, en el área de la animación, en lo creativo. Me interesa delegar la parte ilustración en otra gente que de repente dibuja mucho mejor que yo, y más rápido."








Publicidad

Tendencias