Publicidad

Amiga de Gladys Marín descubre seudónimo con que escribió en clandestinidad

La fundación creada en homenaje a la ex presidenta del Partido Comunista se encuentra reconstruyendo su vida a través de sus escritos. El trabajo está a cargo de su ex colaboradora Cristina Lártiga, quien asegura haber encontrado una ‘chapa’ hasta ahora desconocida de la dirigente de izquierda, fallecida hace ya un año víctima de un tumor cerebral.


Cristina Lártiga (El Mostrador.cl)

"Esa es la imagen que han creado, que somos duros, pero no es tan así, cuesta superar la partida de Gladys… Con ella la vida tenía un ritmo distinto, intenso. Ella estaba todos los días a las ocho de la mañana en el Comité Central. Cuando llegaba ya había visto, leído y escuchado los diarios y noticieros a las cinco de la mañana, hora en que se levantaba", recuerda Cristina Lártiga, una de las mejores amigas que tuvo la fallecida dirigente del Partido Comunista (PC).



Por estos días y bajo el alero de la Fundación Gladys Marín, Lártiga trabaja, junto a otras cinco personas, en la preparación de una serie de libros con la vida política de quien fuera diputada y secretaria general de la Juventudes Comunistas (JJCC), hasta antes de 1973, además, de candidata al Senado y a la Presidencia de la República, ya en democracia.



"Hay una cantidad enorme de material escrito, que da para una colección de varios libros sobre las etapas de su vida: la de dirigente juvenil; de diputada; del exilio; la clandestinidad; y la etapa de la transición a la democracia", ejemplifica la militante del PC.



No obstante, una de las principales dificultades en el proceso de la recopilación de datos ha sido, paradójicamente, la política de ‘compartimentación’ que tuvo la colectividad de izquierda durante la dictadura. Ésta obligaba a todos los dirigentes del PC a utilizar ‘chapas’ o nombres falsos en la clandestinidad.



"Como un año o dos años antes (de la enfermedad) ya le había planteado a Gladys la necesidad recuperar mucho material disperso, especialmente el que estaba en la clandestinidad, porque lo escribió con seudónimos y eso ameritaba una investigación aparte, más compleja", explica.



«Javiera Jiménez»


(El Mostrador.cl)

Marín estuvo viviendo oculta de las fuerzas de seguridad de la dictadura militar entre 1978 y 1992. En ése período se le conocieron tres falsas identidades: ‘Varinia’, en honor a la pareja de Espartaco; ‘Isabel’, por Isabel Parra, folclorista a la que admiraba mucho; y ‘Virginia’, un nombre que nació a partir de una cédula de identidad que tuvo en su poder, hasta ahora inexplicablemente.



Sin embargo, ahora su suma un cuarto: ‘Javiera Jiménez’, encontrado en la revista ideológica "Principios", de 1986, que se repartía entre la militancia comunista, proscrita en ese entonces por disposición constitucional. Sobre el por qué eligió ése nombre, todavía no hay claridad.



"No sé si uso siempre el mismo nombre para escribir o los fue cambiando. Conociéndola creo que los fue cambiando y utilizando nombres distintos cada vez. Por eso, estamos empezando a hacer una investigación sobre lo que escribió y dónde lo publicó, evidentemente publicó en medios nuestros (por estar clandestina)", sostuvo.



"Ahora hay que conversar con las personas que estuvieron a cargo de esa edición (de ‘Principios’) para recabar mayores antecedentes, pero ellos no deben saber si era Gladys o no (por lo compartimentado de la información)", añadió.



Durante la clandestinidad se vivieron momentos difíciles. Lártiga comenta que en el libro "Santiago-Moscú-Santiago", de Luis Corvalán, se hace mención que en una oportunidad estuvieron a punto de ser descubiertos el mismo Corvalán, Volodia Teitelboim y Gladys Marín en una casa de seguridad, mientras uniformados realizaban un allanamiento en busca del secuestrado coronel Carlos Carreño. Un ‘botín’ que ya se lo hubiese querido el régimen de la época.



Años prolíficos


Parte de la biblioteca personal de Gladys Marín (El Mostrador.cl)

El comité editorial encabezado por Lártiga esperaba tener terminada toda la obra para el primer aniversario de la muerte de Gladys, que se conmemora el próximo 6 de marzo. Sin embargo, son muchos los temas que quedan por definir, partiendo por el nombre de la serie.



No obstante, admite que hay material para un primer libro. "Hay quienes dicen que deberíamos publicar lo último que ella escribió, porque sus últimos dos años de vida fueron tremendamente productivos e importantes", comenta.



Efectivamente, en 2003, cuando se cumplieron 30 años del golpe militar, viajó, además, al Foro Social de Sao Paulo, y en 2004 cuando se desplazó a Cuba para recuperarse de su operación al cerebro, Marín escribió mucho.



"Poco después de iniciar su recuperación en La Habana, inmediatamente continúa escribiendo, tratando de acercarse lo máximo a lo que era su vida en la política. Evidentemente, no podía tener una gran actividad, como en Chile", rememora Lártiga, quien estuvo a cargo de administrar sagradamente sus medicamentos y manejar su agenda política en la isla.



"Su trabajo productivo, la escritura, ella no la dejó, a pesar de que la enfermedad la afectaba, en el sentido que hizo más lento el trabajo, sin embargo, lo continuó haciendo y cuando se cansaba de escribir evidentemente dictaba o grababa y yo transcribía…Toda esa experiencia ya está organizada ya en un libro", dijo.



______________________________



Artículos relacionados:



Álvaro Muñoz: »La despedida que tuvo mi madre fue algo muy emotivo» (1 de Marzo del 2006)



El 4 de marzo será inaugurado monumento en homenaje a Gladys Marín (23 de Febrero del 2006)

Publicidad

Tendencias