Publicidad

‘Hubiese esperado más consistencia en la DC en el conflicto por la píldora’

El parlamentario es uno de los democratacristianos que apoyan sin reparos la medida del gobierno. Y, pese a que es cercano a la mesa directiva de la falange, no le gustó como reaccionó su tienda a la hora de fijar una postura oficial sobre la polémica decisión de la Presidenta Michelle Bachelet. Además, condena fuertemente la declaración de los obispos de la iglesia Católica.


Convencido de que la posición que tomó junto a su par de la Democracia Cristiana (DC), Jorge Pizarro, fue la mejor ante la polémica que se desató en su partido por la decisión del gobierno de distribuir la píldora del día después a partir de los 14 años de edad se mostró el senador Mariano Ruiz-Esquide.



«Soledad no nos llamó la atención en nada», aseguró el parlamentario por la Octava Región, quien durante esta entrevista, explicó en profundidad -en su calidad de médico- por qué es partidario de que la pastilla sea entregada a los adolescentes, subrayando, en ese sentido, como argumento de fondo, que no es abortiva.



También condena la posición de la Iglesia Católica y en ese marco defiende al gobierno, diciendo que no se trató de una medida autoritaria o propia de régimenes totalitarios -tal como fue calificada por los obispos- y que el Ministerio de Salud tomó la decisión debido a que en Chile existe una cruel realidad: se producen más de 160 mil abortos al año y uno de los sectores más afectados, por la falta de información en materia de educación sexual, es el de la población más pobre.



«No me pareció que fuera necesario esa declaración tan dura»

-¿Cuál es su impresión respecto a la declaración de los obispos de la Iglesia Católica?
-La Iglesia tiene todo el derecho, y a mi juicio la obligación, de hablar sobre estas materias, y, por lo tanto, en mi condición de católico respeto profundamente su posición, pero también hubiera querido que se hubiese evitado tanta dureza para calificar al gobierno, poniéndolo cercano a posiciones casi totalitarias que no se condicen con lo que es la administración gubernamental de Chile, lo que es la Concertación y la democracia que hemos logrado hace muchos años. No me pareció que fuera necesario esa declaración tan dura y en esto me guío por lo que dice San Agustín: en las cosas de fondo, unidad, y eso es lo que queremos.



-¡La posición de la Iglesia Católica no está acorde con lo que es la realidad de la sociedad chilena en materia de embarazos no deseados?
-Un tema opinable como éste se mira con mayor fuerza en algunos aspectos. Por ejemplo, en el caso de los que somos médicos, vemos con una lupa con mucho aumento el dolor que produce y la gravedad de un episodio abortivo en Chile del orden de los 160 a 180 mil al año; eso para nosotros es un escándalo público, y a lo mejor vemos con una lupa especial si la pastilla es o no abortiva.



Entonces, entre la tremenda realidad del aborto y una dudosa condición abortiva de la píldora, nos quedamos con el mal menor y con la certeza de hacer ahí un mayor bien, que es el de usar este medicamento.



-¿Qué razones de fondo tuvieron usted y Jorge Pizarro, los únicos senadores de la DC que lo hicieron, al apoyar la medida del gobierno?
-Primero que nada la convicción de que éste es un drama con el que debemos terminar y que para ello hay que hacer un esfuerzo enorme por parte de todos los sectores. En segundo lugar, estamos convencidos de que la píldora de por sí no resuelve el tema, pero tampoco podemos despreciar ese tratamiento como una posibilidad real cuando aún no tomemos un conjunto de iniciativas ligadas a la prevención.



En ese sentido, para nosotros es indispensable aumentar la condición de la familia para tratar el tema, donde la mamá sea quien se acerque más a los hijos, y para ello sería indispensable hacer un Fondo Nacional. Este consistiría en que cada familia, que ganara menos de 200 mil pesos mensuales y que tenga niños adolescentes, les entreguemos dinero a las mujeres para que puedan trabajar un poco menos y se dediquen más a sus hijos, pero siempre y cuando estén de acuerdo en asistir a los trabajos de prevención del embarazo no deseado.



La segunda medida se refiere a establecer la enseñanza sexual en todos los colegios del Estado y los privados. Eso quiere decir que en cada escuela, los padres y apoderados, los profesores, los alumnos mayores y expertos sean parte de un proyecto permanente, porque no sacamos nada con reclamar por los derechos de los padres sino le damos la posibilidad de la educación.



Es indispensable también la ayuda de la televisión y cuando nos reunamos con la ministra de Educación, Yasna Provoste, el próximo martes le propondremos algo parecido a lo que hizo España: todos los sectores llegaron a un acuerdo para terminar con la televisión basura y de esa manera bajaron los niveles de promiscuidad de algunos programas y se informó mucho más a los jóvenes sobre el sentido de la sexualidad.



-¿Usted cree que no hay una suficiente preparación de la familia para darle a los jóvenes la educación que necesitan en esta materia?
-No la hay y eso es grave. También hay que considerar que los sectores conservadores desde siempre han rechazado que se haga educación sexual, porque sostienen que eso podría degenerar la enseñanza, y nosotros estamos proponiendo lo contrario. Cada proyecto educativo, con su padre y apoderado, su dirección, los alumnos y expertos, podemos hacer una tarea descomunal en conjunto.



Otro de los aspectos que nos preocupa mucho, porque es una injusticia sanitaria muy grande, es que en los sectores más pobres hay una desinformación mayor que en las zonas más adineradas. Entonces, la gente dice que a partir de los 14 años se producen o manifiestan los instintos sexuales en el ser humano, pero si eso no es verdad, ya que los muchachos a los 10 años ya comienzan a experimentar esas sensaciones.



«Soledad no nos llamó la atención en nada»



-¿Por qué usted cree que a Chile le ha costado tanto tomar medidas de prevención en esta materia?
-Nosotros queremos que estas propuestas se empiecen a implementar ya, ahora. Yo creo que en Chile, pese a todo lo que se avanza, hay un fuerte sentido conservador y que la cultura nacional hace que los temas sexuales sean tabú todavía, y eso es lo peor.



La educación sexual ha sido un déficit de años y a eso se suma la desinformación, una promiscuidad, una pérdida de sentido de amor que las personas tienen del sexo en todo lo que se ve en la pantalla de televisión, que para mí es impresentable.



-Pero hablando de conservadores, ¿por qué en la DC han tenido una posición tan parecida a la de la derecha?
-No es de la naturaleza del partido, en este tema, opinar si la píldora es buena o mala y por lo mismo no tenemos una sola postura. En cambio, si tenemos una sola posición respecto a rechazar el aborto, por ejemplo, y es por eso que todos los documentos que han salido en este momento han coincidido con eso, salvo el de la pastilla.



-¿La directiva se vio sobrepasada por las bancadas parlamentarias en esta materia y no supo manejar la situación?
-Ni tanto ni tan poco. Yo hubiera querido una postura más clásica en lo que siempre ha sido lo nuestro, que es exactamente lo que dijimos hace cuatro años atrás: sí a la vida, pero a una vida decente. Y no nos tenemos que olvidar que el aborto en Chile no solamente produce las vidas que se pierden y el que se atente contra un ser indefenso, sino que también se lesiona la moral pública y en especial la vida de la mujer que aborta.



En este punto yo soy muy firme, así como también soy claro en orden a que todo lo que pueda servir y no esté contra la vida, como es el caso de esta píldora, porque nadie me puede asegurar que es abortiva y mientras tanto se puede usar, yo lo apoyaré. Yo hubiese querido más consistencia en el partido, sin duda, pero tampoco me alarma que no lo tengamos. Tal vez lo único que podríamos haber logrado hubiese sido una divergencia más ordenada, lo que lamentablemente no se vio.



-Pero insisto: ¿a usted le hubiese gustado que la DC hubiese tenido una postura más acorde con la realidad?
-Hablé con Soledad, la comprendo, ella es presidenta de la DC, aquí esto se ha transformado en una discusión terrorista. Entonces ella tiene que también velar por el bien común del partido que puede salir dañado en esta discusión, por lo tanto no la puedo juzgar francamente. Pero si lo que no me gustó es que hayan salido diputados de nuestra colectividad en una presentación conjunta con RN y la UDI, ya que nuestra visión humanista cristiana en el tema de la sexualidad no es similar a la de la derecha.



Me alegro haber dado mi postura, junto al senador Pizarro, y le puedo decir que Soledad no nos llamó la atención en nada. Anunciamos que esta era una posición personal y sigo pensando que la gran fuerza de la DC es que somos libres en algunos aspectos en decir nuestra postura. Yo soy senador de la DC, soy católico, creo en el humanismo cristiano, soy contrario al aborto y soy elegido por personas de todos los credos. Y por último, a raíz de la declaración de los obispos, quiero que ellos comprendan que nuestra obligación es trabajar para todos y éstas son decisiones, como otras, que son opciones.



Distinto es decir que el gobierno es totalitario y dijera: usted se toma la pastilla y usted no… Entonces por eso no es aceptable que los alcaldes, que son parte del proceso de atención médica, de acuerdo al código sanitario, puedan estar en una posición tan intransigente.



_________________________________



Artículos relacionados:



Soledad Alvear molesta con sector colorín por descuelgue en tema píldora (7 de septiembre del 2006)



Diputado DC acusa intento de Gobierno por crear conflicto en Concertación (6 de septiembre del 2006)



La Moneda descarta conflicto por rechazo DC a entrega de píldora (5 de septiembre del 2006)



Contacto:



sjaramillo@elmostrador.cl


Publicidad

Tendencias