Director de ciencias políticas de la Universidad del Desarrollo (UDD) y cercano allegado a Lavín, Müller asegura que la Alianza no ha cerrado las puertas a una agenda pro trasparencia, si bien esto depende de una mayor firmeza de la Presidenta respecto a la corrupción. En su opinión, no hay una estrategia cerrada de oponerse al Ejecutivo, sino una »responsabilidad política».
El cientista político Gonzalo Müller, en un análisis de los hechos de coyuntura, piensa que "la Alianza por Chile va a estar dispuesta a ser parte de una agenda pro trasparencia, a trabajar en la modernización del Estado y a ponerle fin a la corrupción electoral".
Sin embargo, pone énfasis en que "lo que espera la oposición es que haya un reconocimiento y una voluntad de poner fin a la corrupción por parte de la Concertación" , además de "un liderazgo por parte de la Presidenta, demostrando real voluntad política en el tema». Asimismo destaca la disposición a dialogar por parte de la oposición, "aunque no desde comisiones secretas, ni en pasillos, sino abiertamente".
El experto en temas electorales y políticos recuerda al respecto el pacto político en medio del caso Mop-Gate, en pleno escándalo de sobresueldos y coimas, que sellara el entonces timonel del gremialismo, Pablo Longueira, con el ex Presidente Ricardo Lagos.
En esa línea recuerda que hace cuatro años atrás, en el marco de una "tregua" concertada entre la UDI y la pasada administración, se propició una agenda pro probidad "donde la oposición actuó de manera generosa e hizo una propuesta de reforma para la modernización del Estado, además de proponer la regularización de algunos sueldos de los funcionarios públicos".
Por lo que destaca que la actual problemática de corrupción que se desprende de la intervención electoral no se trata de un tema nuevo, ya que durante la gestión Lagos "se pensó que con eso iban a poner al tema de la corrupción en la administración pública, lo que no ha ocurrido". Es por esto que defiende la decisión del bloque de derecha de rechazar el "amplio acuerdo" promovido por La Moneda para modernizar la administración pública.
"La Alianza lo está haciendo bien"
En relación a esta postura más "dura" que ha adoptado la oposición, piensa que la Alianza "lo está haciendo bien". Más allá de si esto resulta positivo o negativo para la imagen de la coalición, señala que "lo importante es que uno tiene que dar una señal clara al país de que si uno está en política es para hacer las cosas que se deben hacer".
En ese sentido responde a las críticas de que en la derecha hay un afán de sacar ventajas políticas con sus denuncias, "ya que las investigaciones de la fiscalía y las Comisiones en la Cámara de diputados irán demostrando que hay ilícitos".
A lo que agrega que "la Alianza no está atacando al gobierno, porque el país está espantado por la corrupción". Por lo demás, propone que para la oposición éste es un tema de principios y trasciende la coyuntura . En su opinión, no se trata sólo de una estrategia de "oposición», que se ha propuesto enfrentar al gobierno, sino que obedece a una "responsabilidad política".
El liderazgo de Pablo Longueira
Por otro lado, el hecho de que en la Alianza no se haya acogido la postura de Pablo Longueira de lograr un consenso en esta nueva crisis que desacredita la clase política, "en ningún caso evidencia -en palabras de Müller- que el precandidato esté perdiendo peso interno en la UDI".
Como se sabe, ante el escenario de las recientes irregularidades denunciadas en Chiledeportes, el senador por Santiago Poniente se mostró favorable a discutir con el gobierno nuevos gestos de trasparencia, pero su postura no halló quorúm en la directiva del gremialismo, que prefirió mantener una actitud severa y fiscalizadora.
No obstante, advierte Müller, "las reacciones de la UDI, con su negativa a pactar esta vez con el Ejecutivo, no significa en ningún caso que lo que se hizo el 2003 fue un error. Sino que si ya se trató el tema y se le dió esa oportunidad al Ejecutivo, no se puede apoyar al gobierno cada vez que en la Concertación se equivoquen y sean descubiertos en abierta corrupción".
En concordancia con la denominada "operación justicia" del timonel de la UDI, Hernán Larraín, Müller puntualiza que "el gobierno no puede pretender llegar a un acuerdo para que se deje de investigar y los responsables no asuman."
"Lavín está vigente"
En otro plano, Müller, quien es también director de la empresa Benchmark Investigaciones de Mercado, y es alguien muy cercano a Joaquín Lavín, no evade referirse a la marginación voluntaria de éste de la política contingente.
A modo personal, el analista defiende el liderazgo del ex abanderado presidencial del gremialismo, ascendiente que «nace de las bases y de la historia misma de la UDI".
Por lo que pone énfasis en recalcar que Lavín "está vigente", pese a su decisión de no seguir siendo el candidato presidencial gremialista, luego de diez años en esa labor. Sin embargo, deja claro que "el que él no busque una candidatura presidencial, no significa que esté ajeno a la política".
Asegura que "Lavín siempre va ser relevante cuando haya temas que le preocupan al país, o a la Alianza, que es lo que ha estado haciendo en los últimos 25 años de su vida".
Es esa línea, se refiere al espaldarazo que Lavín le entregó a los dos precandidatos a la Presidencia por el partido que hasta ahora han saltado al ruedo, Jacqueline Van Rysselverghe y Pablo Longueira, lo que interpreta como un gesto de buena voluntad de su parte.
«Después de todo, quien mejor que él conoce los costos, esfuerzos y el trabajo que se necesita para ser un buen candidato Presidencial", añade.
A juicio de Müller, el otrora edil de Las Condes es leal al partido, y "con la misma generosidad que apoyó a Sebastián Piñera en la segunda vuelta, con aún mayor razón va a apoyar a alguien de su sector si le pide su apoyo".
Reencantamiento de la Alianza
En otro plano, y considerando que Joaquín Lavín manifestó abiertamente su desencanto por la política de constantes fricciones que se dio en la centroderecha durante la reñida campaña electoral del 2005, Müller cree que en la actualidad las directivas de la Alianza hacen notorios esfuerzos en la elaboración de una estrategia de trabajo en equipo.
De este modo, el cientista político valora este ambiente de reconciliación, en el que la Alianza está enfrentando conjuntamente por vez primera estos temas de país con "una sola voz".
Cree que, en general, esto ha sido muy positivo: "Ha habido un reencantamiento general del electorado de la Alianza desde esta actitud unitaria, con disposición a construir juntos, y no buscar ventajas pequeñas ni hacerse zancadillas".
