Legislador por Tarapacá no compareció ante la instancia disciplinaria, pero a través del diputado Jorge Insunza remitió una misiva en la que asegura que su posición »no es un capricho», sino que una »indignación moral» ante hechos que deben ser corregidos. Sin embargo, aclara que sus palabras no representan un ataque a la institucionalidad de la colectividad.
El senador Fernando Flores insistió este lunes en su interés por suspender su militancia en el Partido por la Democracia (PPD), y aunque reiteró los cuestionamientos de fondo frente a los últimos hechos de corrupción, suavizó las críticas contra la institucionalidad interna de la colectividad.
Flores había sido citado este lunes a comparecer ante el Tribunal Supremo (TS) de la colectividad, con el objetivo de que explicara la decisión de suspender su militancia así como los cuestionamientos que había hecho contra las instancias de la tienda, entre ellas, el propio órgano disciplinario.
Sin embargo, el parlamentario se excusó de asistir y, en cambio, a través del diputado Jorge Insunza (PPD) envió una misiva en la que asegura que su posición »no es un capricho», sino que una »indignación moral» ante hechos que deben ser corregidos.
Insunza también confirmó que el legislador se marginará el Consejo General de la colectividad, previsto para este fin de semana.
Tras analizar la carta, la instancia disciplinaria -en votación unánime de los cinco miembros presentes- le dio a Flores un plazo de cinco días para que defina si quiere continuar como militante de la tienda o no, en virtud de que la normativa interna no contempla la figura de la "suspensión".
En ese sentido, el presidente del TS, Estanislao Dufey, informó que el parlamentario puede concurrir personalmente a dar su respuesta o incluso a través de una carta, como lo hizo este lunes, pero que si no contesta, la Secretaría General del PPD cursará la renuncia ante el Servicio Electoral (Servel).
Según Dufey, durante la reunión que sostuvieron con el diputado Insunza, este les indicó que el ánimo del legislador no era abandonar el PPD.
Suaviza críticas
En su misiva, si bien el legislador insistió en sus cuestionamientos sobre los hechos de corrupción en los que se han visto involucrados militantes de la colectividad, la misiva no contiene expresiones como "pandillas" o críticas sobre a la labor del TS, como las que había formulado en las últimas semanas.
Flores anunció el pasado 6 de noviembre su decisión de suspender su militancia en el PPD, en rechazo por lo que consideró una "defensa corporativa" del partido a la situación del senador Guido Girardi, cuestionado por sus vínculos con la empresa "fantasma" Publicam, ligada al escándalo de Chiledeportes.
«Lo que he hecho no es un capricho, sino que una manifestación de mi indignación moral ante actos que, a mi juicio, siguen un patrón de conducta que debe ser radicalmente corregido", plantea el parlamentario por la Primera Región en la misiva de este lunes, y agrega que «lo hago desde la convicción de que mi primer compromiso como senador es con Chile y su futuro. Ese precepto es lo que me mueve a tomar las decisiones ya expresadas».
Flores añade que "hay un conjunto de fenómenos que de extenderse nos llevarán a una situación de pérdida de la fe, y la confianza pública. Es trascendente hablar de ese punto, pues es uno de los sustentos de la democracia, y que permite la existencia de los partidos políticos".
«Autocrítica profunda de todos»
En ese sentido, sostiene que se trata de un patrón que le resulta "imposible de obviar y que requiere de una autocrítica profunda de todos nosotros", el que ilustra en tres puntos: el clientelismo político, las lealtades mal entendidas en las colectividades, y la "corrosión moral".
«Entender la política como una maquinaria de clientelismo político, que ineludiblemente lleva a la captura del Estado por parte de los operadores políticos, que terminan por distorsionar la función pública", explica el parlamentario.
A su parecer, cuando ocurren este tipo de hechos el partido «es visto como una organización de clanes y servidumbres, deja de ser una escuela de formación política, de reclutamiento de personas que están al servicio de ideales, y se convierte finalmente en una cadena de lealtades mal entendidas, en que tanto el aparato de gobierno, municipios o incluso los cargos de representación popular se transforman en una moneda de cambio».
«Aquellos que no están de acuerdo son excluidos o amenazados muchas veces con el pan de la mesa. Aquellos que aceptan, son favorecidos con recompensas", resume.
En esa línea, afirma que resulta "difícil mantenerse tranquilo desde mi cargo de senador, cuando me informo de una serie de actos que implican corrosión moral».
«Me consta que ustedes mismos son sometidos muchas veces a presiones, por eso he creído que en este momento mi suspensión es lo que procede", agrega.
Sin embargo, asegura que «las palabras que he dicho no buscan herir a la institucionalidad del PPD, ya que nadie puede desconocer, menos yo, el aporte del partido a la causa de la recuperación de la democracia, los derechos y la justicia social. Por eso creo que la gente noble que nos apoya, que hoy se siente defraudada, merece una reparación».
Salto ético de honestidad
Flores plantea que la lucha contra la corrupción implica un «salto ético de auténtico respeto entre nosotros de honestidad, de formación ética de nuestros jóvenes", y estima que ninguna ley o reglamento podrá hacerlo si no existe un verdadero compromiso de los partidos.
"Quisiera que el dolor que todos experimentamos hoy nos ayude a encontrar la fortaleza y madurez necesaria para encontrar un nuevo horizonte, en pos de nuestro proyecto país, y estoy dispuesto a hacer mi contribución", puntualiza.
