Publicidad

«Si no hay reforma ni plebiscito, las cosas van a cambiar drásticamente»

Tras ser ratificado en su cargo en el último congreso de la colectividad, realizado el fin de semana pasado, Teillier se refiere a los nuevos desafíos que deberá enfrentar en el cargo durante los próximos cuatro años, como la reforma al binominal. También comenta la llegada del ex frentista César Bunster al Comité Central y la importante votación que obtuvo el abogado Hugo Gutiérrez en las elecciones internas.


El pasado fin de semana el presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier, fue ratificado en su cargo por cuatro años más, pese a que obtuvo la sexta mayoría en las elecciones internas de los 80 miembros del Comité Central (CC), que son en definitiva quienes votan como supremos electores para elegir al presidente, secretario general y la Comisión Política (CP) de la colectividad.



El primer lugar en la votación realizada entre los más de 400 delegados al XXIII Congreso del partido fundado por Luis Emilio Recabarren lo obtuvo el abogado de derechos humanos y concejal de Estación Central, Hugo Gutiérrez. Situación que marca una tendencia en las elecciones partidarias, ya que incluso la propia Gladys Marín, con todo su carisma personal, no logró el mayor consenso en una de las últimas elecciones a la secretaria general, «perdiendo» ante la primera mayoría obtenida por el coreógrafo Patricio Bunster, fallecido este año.



Entre las nuevas caras que figuran en el CC, está la de César Bunster Ariztía, ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que participó de la planificación del atentado al general (R) Augusto Pinochet en 1987, en el Cajón del Maipo (fue quien arrendó los vehículos usados en la acción), pasando luego a la clandestinidad, condición que dejó definitivamente el año pasado cuando la justicia sobreseyó el caso.



En entrevista con El Mostrador.cl Guillermo Teillier, quien se apresta para viajar a la celebración oficial del cumpleaños número 80 de Fidel Castro esta semana, se refiere a estos y otros temas, y deja abierta la puerta a un eventual nuevo apoyo electoral a la Concertación, en caso de que ésta lo requiera, ya que en el pasado congreso la colectividad resolvió no dictar ninguna normativa de antemano, más que la de discutir con más tiempo e informadamente una decisión de esa naturaleza.


Compleja
situación financiera

"Nosotros estamos preocupados
de las platas. Cuando salimos de la clandestinidad, salimos cero pesos.
A mí me tocó ser encargado de finanzas un tiempo, era
una locura, no teníamos de donde sacar plata, pero después
empezamos a recibir las devoluciones e indemnizaciones por las propiedades
que nos había expropiado la dictadura y con parte de eso hemos
sobrevivido hasta ahora".

"Claro, la mayor parte está
invertida en locales, medios de comunicación centros de estudios
y otra parte se ha dejado para la caja diaria, pero ésta es muy onerosa
para nosotros y esa plata se nos va a acabar."

"No queremos perder
el patrimonio. Si perdemos eso, entonces, el tema de la plata es serio.
Ahora afortunadamente por las campañas electorales el Estado entrega
un pequeño financiamiento".

"Ahora, nosotros
hacemos una serie de otras actividades como la Fiesta de los Abrazos,
hacemos la Chingana, hacemos comidas, celebramos los cumpleaños
de Volodia, Corvalán, todo lo hacemos para juntar plata (se ríe).

También pagamos cotizaciones, el 1% de nuestro salario, y de nuevo
el partido está comenzando a realizar lo que se llaman campañas
de finanzas anuales, porque el PC era muy bueno para juntar plata
antes del golpe".

Particularidad de la elección



-En el Partido Comunista al parecer no necesariamente el que obtiene más votos de los delegados al congreso partidario se transforma en presidente. Le sucedió a usted ahora y antes a Gladys Marín, quien fue superada por Patricio Bunster.

-Casi nunca a los secretarios generales, o en este caso a los presidentes, les va bien en las elecciones de los congresos. Por diversas razones: porque en ellos se concentran el que haya matices, diferencias, entonces, siempre están en el ojo de la tormenta. Bueno, con Gladys siempre me acuerdo que quedábamos como en la mitad de la tabla; en cambio, Patricio Bunster, Volodia y Corvalán sacan las primeras mayorías.



Esta vez cambió un poco el cuadro. Yo creo que quedé en el sexto lugar, el primero, creo, fue Hugo Gutiérrez. Claro, un hombre mediático, abogado de DDHH, qué voy a competir en ese caso… Eso de alguna manera influye, ahora no tengo nada en contra de Hugo, creo que se merece esa votación y mucho más. Yo estoy muy contento con la votación que saqué en el congreso.



-En consecuencia, ¿el consenso en torno a su nombre se logra en el Comité Central recién electo?

-Las diferencias son muy pocas en votos (entre los primeros lugares) e incluso el CC podría elegir al último de la lista. Hay que recordar que lo que elige el congreso es un cuerpo colectivo de dirección soberano.



La llegada de un viejo conocido



-Una de las novedades del CC es la llegada de César Bunster, ¿cómo se gesta su postulación?

-Él siempre fue de las Juventudes Comunistas (JJCC) Después lo fue en la clandestinidad y luego ocupó un puesto de lucha bajo la dictadura. Posteriormente se cambió de nombre, pero siguió siempre militando. Es decir, no es nuevo. Claro, es nuevo en el CC. Para nosotros representa un gran cuadro político, tiene una trayectoria y va a ser un gran aporte al trabajo de la dirección del partido. Además, es un cuadro joven, promisorio…



-En todo caso, la decisión de postular ¿la estimularon ustedes?
-Él partió desde su base y en su regional fue electo delegado, así llegó a participar del congreso.



-¿Qué pasa con las tendencias al interior del partido? ¿Existen como en la derecha y la Concertación?

-O sea, lo que no se hace acá en el partido son campañas internas electorales, con marketing y esas cosas. Las promociones y las propuestas se hacen en base a los méritos, es decir, a quien haya cumplido realmente sus tareas. Nadie podría estar seguro, de antemano, que va a salir electo. Son elecciones mucho más limpias en las que no hay tendencias. Ahora, acá sí hay matices y diferencias, que no se crea que es un partido uniforme.



-¿Cuál es la principal contradicción que se observa en el seno de los comunistas hoy? ¿El acercarse o no a la Concertación, por ejemplo?

-Eso está despejado. Yo creo que lo que hizo más ruido (en su tiempo), como dicen algunos, fue el tema de la segunda vuelta, pero una vez que fue explicado el partido ha entendido perfectamente y apoyado la política. Lo que ahí se reclamó es que fuéramos más rápido en dar las explicaciones e informar, y evidentemente hay que hacerlo así.



Pero esto de acercarse o no a la Concertación, no, porque el partido sabe que no estamos buscando un pacto de gobierno con la Concertación. (…) Lo que vamos a ver si es posible, en el caso del sistema electoral, es la alternativa de abrir una posibilidad al fin de la exclusión, y en eso estamos.



El partido sabe que estamos buscando una alianza amplia a la cual sí podrían venir sectores políticos y sociales de centro. Algunos quieren entender por esto partidos de la Concertación, pero no. Mucha gente que apoya a la Concertación lo hizo pensando que era la alternativa real a la dictadura, pero muchos se están desencantando porque la tendencia permanente durante estos 17 años ha sido la de afirmar la política de la dictadura, sobre todo en lo económico.



¿Nuevo apoyo condicionado?



-Usted va a estar en cargo del partido para cuando en tres años y fracción se produzca la elección presidencial y, probablemente, el PC enfrente nuevamente la decisión de votar o no por el oficialismo, ¿qué van a hacer si se repite el escenario?

-Falta mucho todavía, eso lo tiene que determinar el partido, eso depende de las condiciones, nosotros no vamos a actuar por principios frente a una segunda vuelta electoral, tenemos que actuar de acuerdo a las condiciones y a la situación política, pero no podemos adelantar nada.



-¿No quedó definido ningún mecanismo para enfrentar esta disyuntiva?

-No, en lo único que avanzamos más, que es lo que pide el conjunto del partido, es que nos demos más tiempo para reflexionar en caso de una segunda vuelta y para hacer ojalá una ronda de informaciones y consulta más amplia. Eso lo vamos a tener muy en cuenta. Evidentemente es mucho mejor cuando mayor convencimiento existe.



-¿En qué estado se encuentran las discusiones para reformar el sistema electoral binominal?

-En relación al binominal hemos seguido conversando con la Concertación, con el Gobierno y Renovación Nacional, partido que la semana pasada hizo una propuesta que mejora bastante la inicial, que no nos deja conforme, desde luego, pero tenemos que responderle. No hemos tenido la posibilidad de analizarla en detalle, porque hay que analizar números y guarismos, estábamos en medio del congreso y no nos ibamos a poner a discutir con 400 delegados. En consecuencia, lo que se hizo fue facultar al CC para seguir adelante en las conversaciones y buscar una fórmula que pueda llegar al Parlamento. Si vemos que no llegamos a ésta, vamos a exigir el plebiscito.



¿Cuántos escaños le permiten obtener la nueva propuesta?

-Hay una propuesta de RN que ayuda a abrir caminos. Pero no estoy autorizado a decir nada más, ellos me pidieron que no dijera nada y yo cuando doy la palabra la cumplo.



Democracia imperfecta



-¿Qué van a hacer si la reforma finalmente no se concreta al final del gobierno de Bachelet?

-Si no se produce una reforma electoral, ni se hace el plebiscito comprometido, las cosas van a cambiar drásticamente. A partir de ahí tendremos que hacer una reunión de carácter nacional y adoptar otras medidas. No estamos dispuestos a seguir participando así como así en elecciones que mantienen la exclusión. Eso lo hemos dicho y vamos a cumplir con eso. Si alguien piensa que nos vamos a quedar de brazos cruzados, no, esto tiene que tener un costo político para alguien.



La Presidenta sabe que hizo un compromiso público con nosotros y tenemos muy en cuenta qué es lo qué está pasando, eso va a tener que ver mucho con nuestro comportamiento, pero uno de los puntos centrales es esto de cambiar al sistema electoral.



-Al respecto, el grueso se sus demandas giran en torno a la participación real, me imagino que coincide con la conclusión de la revista The Economist, sobre la democracia imperfecta que tiene nuestro país

-Que un medio extranjero determine cómo son las democracias me parece un poco curioso, aunque en todo caso interesante. En Chile la democracia no es representativa, es restringida, todavía no se acerca a esa democracia representativa del modelo clásico, estamos todavía lejos de eso. Entonces, es mucho más lo que hay que avanzar, pero efectivamente Chile es una democracia imperfecta, nosotros decimos que en el país no hay democracia, hay espacios democráticos, pero no hay participación real.



____________

Publicidad

Tendencias