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Claude abandona la próxima semana sede de Oceana y prepara cuenta pública

Aunque el economista asegura que los interventores de la organización ambiental están dilatando intencionalmente la firma de un acuerdo indemnizatorio, anuncia que en los días venideros entregará un balance sobre lo que fueron los cuatro años que estuvo a cargo la entidad. »Sospechamos que están jugando a empatar nuestra querella», estima.


El economista Marcel Claude abandonará la próxima semana las oficinas donde operó en los últimos años la ONG Oceana en Chile, al tiempo que se encuentra preparando la entrega de una cuenta pública con el objetivo de defender los cuatro años que estuvo al mando de la entidad.



Todo esto en medio de la pugna judicial entre el ambientalista y Oceana Internacional, debido la querella criminal en contra del fiscal Simon, quien junto a Romanus Berg y Margot Stiles, por allanamiento de morada, entre otros delitos.



La acción judicial la interpuso el abogado de derechos humanos Hiram Villagra, el pasado viernes 17 de noviembre, a petición de Claude, quien calificó de un verdadero «golpe de Estado» la llegada de los tres norteamericanos a sus oficinas el día martes 14 del mismo mes.



El economista ha sostenido que se vio en la obligación de expulsarlos de las dependencias, amparado en su calidad de representante legal de "Servicios profesionales y medioambientales marinos Ltda.", sociedad que le prestaba hasta ese minuto servicios a Oceana Internacional.



Esta empresa, que surgió con el visto bueno de la sede en Washington, se originó luego que la escritura con que se intentó crear la fundación original tenía vicios de nulidad, y que incluso el impedía operar con bancos e instituciones financieras.



Este nudo legal es precisamente el que tiene confrontados al estudio de abogados que representa al economista chileno, perteneciente a Ciro Colombara, con la oficina de Carey, quienes están intentando llegar a un entendimiento para el traspaso de propiedades y pago de indemnización a Claude.



"A nosotros igual nos interesa llegar a una solución racional, inteligente y respetuosa, pero vemos que no hay ningún interés", sostuvo, en conversación con El Mostrador.cl.



El ambientalista cree que los abogados de Carey están intentando dilatar el proceso e incluso tendría planificado empatar la querella contra los norteamericanos, con una por uso indebido de fondos.



Situación de los trabajadores



Con todo, la intervención de la oficina en Chile también dejó entre la espada y la pared a los trabajadores de la ONG, un total de 20, los cuales tuvieron que optar si se quedaban en las dependencias del Parque Bustamante o se iban con Oceana a las oficinas que arrendó en forma temporal en Vitacura.



Doce se quedaron con Marcel, quienes ya fueron finiquitados por la "Sociedad de servicios marinos" y seis optaron por irse, aunque éstos todavía no han podido desarrollar su trabajo en forma normal y dos estarían con licencia médica, por el estrés que ha significado todo este episodio.



"Quiero señalar que a nadie lo presioné para que se quedara, incluso les dije que se fueran, porque no correspondía destruir el trabajo que habíamos realizado estos años, que lo que procedía es que éste continuara, y que solamente salieran quienes debíamos salir: yo y mis colaboradores directos", afirma.



Ofensiva de Carey



A continuación, profundiza sobre el estado de la situación de la ONG y anuncia el cierre de las antiguas dependencias de Oceana en el sector de Plaza Italia, y adelanta que el lunes hará entrega de una cuenta pública sobre su gestión en una notaría de la capital.



Aclara a este medio que decidió hablar una vez que se rompió el pacto entre las partes de mantener silencio, luego que diversos medios publicaran informaciones relativas a la ONG.



-¿Al parecer los estudios de abogados todavía no logran llegar a un acuerdo que ponga fin a la "relación" suya con Oceana Internacional?

-No se ha llegado absolutamente a ningún acuerdo. Ha habido prácticas de dilatación sistemática por parte de los abogados de Oceana. Todavía no han hecho ninguna oferta concreta de ofrecer disculpas públicas por allanamiento, por la práctica militar con que operaron (los norteamericanos), que consiste en estas cuatro prácticas muy típicas de los ejércitos cuando hacen un golpe de Estado: planificación estratégica, bajo estricto silencio y secreto; asalto por sorpresa y aislamiento comunicacional.



Por ello, hay una querella que se acogió a tramitación y, además, hemos pedido, la notificación de los funcionarios que actuaron de esa manera, y hay otros funcionarios que trabajaron en estas oficinas que también van a sumarse a la querella, en total cuatro, que fueron afectados por la captura de información.



Ahora tenemos la sospecha, concreta, de que toda esta dilatación ha tenido dos objetivos fundamentales: primero, el famoso desgaste de la resistencia que hemos mantenido acá; y segundo, nosotros sospechamos que ellos están jugando a empatar nuestra querella.



-Este «empate» del que habla está relacionado lógicamente con otra querella, si es así ¿cuál sería el fundamento?

-Claro. La querella dice relación, según lo que se nos ha informado, con el uso indebido de los fondos que quedaron como saldo a partir de mi alejamiento y probablemente por los computadores y el equipamiento, que son los únicos bienes que tiene está sociedad. Al respecto, es importante señalar que los fondos disponibles que quedaban, fueron gastados en indemnizar a todos los trabajadores que no emigraron bajo la presión de quedarse sin trabajo, hacía las oficinas provisorias de Oceana.



Ahora, a los trabajadores que se les pagaron todos sus derechos, como vacaciones y años de servicios, quedan en libertad de acción a partir de este lunes, día en que las oficinas se van a cerrar, se va a decretar el término de giro de esta sociedad, porque hemos perdido nuestro principal cliente y a partir de ese momento cada uno va iniciar sus actividades profesionales cuando corresponda.



Cuenta pública de gestión



-¿Dónde va a quedar el dinero restante o el remanente de los envíos de recursos que hizo Oceana Internacional?

-Van a quedar en las cuentas corrientes, esperando alguna decisión o van a quedar como un remanente para hacer pagos pendientes que no hayan llegado todavía a las oficinas. Al margen de esto, nosotros estamos preparando una cuenta pública, que será entregada ante una Notaría de Santiago, acerca de cómo se administraron los fondos que se enviaron a esta sociedad, es decir, ingresos y gastos, saldados al 30 de noviembre.



Obviamente yo, para efectos transparencia y claridad voy a dar una cuenta pública ante una notaría, acerca de mis bienes personales, que consisten básicamente en los que compré el año 1999, y en una casa que adquirí con un crédito del Banco del Estado, los cuales son mis únicos bienes. No tengo ahorros, no tengo inversiones de capital, no tengo acciones, no tengo otra propiedad que no sea ésa, y no he comprado absolutamente ninguno de esos bienes desde que estoy trabajando en Oceana. Eso para que todo quede claro y transparente.



Una vez que cierren definitivamente estas oficinas el próximo lunes, ¿qué pasará con todos lo bienes que hay en su interior?

-Estamos esperando que una vez que se constituya el juez y verifique el delito (por el cual se interponga la querella) se va a proceder a donar los bienes de esta sociedad que no son más que computadores y escritorios, no tiene otros bienes, ni edificios, propiedades o vehículos, nada que no sea el equipamiento básico. Se va a definir una sociedad de beneficencia a donde serán donados estos bienes.



-Entre otros actores, usted culpó de su salida a la influencia del norteamericano Douglas Tompkins, ¿él lo ha llamado para decirle que eso no fue así?

-Me parece que su silencio es demostrativo del hecho que ellos jugaron un rol importante en el proceso de desacreditar el trabajo que hemos hecho en Chile. Y lo que es peor, la organización internacional acogió estos descréditos sin escuchar mis puntos de vista. De hecho tuvieron una reunión interna en donde ellos trataron mi caso, tomaron decisiones, y no escucharon mis puntos de vistas. Claramente eso habla de una ONG cuyas prácticas son autoritarias, poco democráticas, poco respetuosas.



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