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Izquierda admite debilidad del Juntos Podemos y define agenda para 2007

Partidos Comunista, Humanista y la Izquierda Cristiana, colectividades del mundo extraparlamentario, hacen un balance de su compleja relación en 2006 y de las dificultades que enfrenta el bloque que los unió en las últimas elecciones. También realizan un crítico análisis del gobierno de Michelle Bachelet y dan a conocer sus prioridades para este año.


Tras conocerse los resultados de la primera vuelta presidencial, el 11 de diciembre de 2005, el Pacto Juntos Podemos, conformado por decenas de movimientos sociales y algunos partidos como el Comunista (PC), el Humanista (PH) y la Izquierda Cristiana, virtualmente se quebró. Y desde ese momento no ha podido levantar cabeza.



Lo anterior se produjo porque el candidato de la coalición, Tomás Hirsch, inmediatamente llamó a todos sus adherentes a votar nulo en la segunda vuelta presidencial, cuestión que no fue del agrado del PC y la IC, ya que estas colectividades esperaban un debate antes de pronunciarse sobre el punto.



Al final, ambos partidos resolvieron entregar su voto a la abanderada oficialista Michelle Bachelet, para evitar la llegada del aspirante de derecha, Sebastián Piñera (RN), a La Moneda. A cambio del respaldo en el balotaje, la médico socialista se comprometió a cumplir con una serie de demandas.



Estos hechos fueron los que marcaron la distante relación que tuvieron estos partidos con los humanistas durante todo 2006.



Al hacer un balance de esta temporada con El Mostrador.cl, los respectivos timoneles admiten la debilidad de la alianza. Y aunque esperan que tome nuevos bríos de cara a los próximos desafíos electorales, el PC y la IC dejan entrever que están por una nueva plataforma.



Nueva coalición



Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista, dice con ironía que el Juntos Podemos "está convalesciente", y seguidamente agrega que el pacto se está "recuperando", aunque admite que hay diferencias que todavía no son aclaradas.



"Creo que lo que le falta al Podemos es que se ponga a luchar por lo cual nació, es decir, porque se hagam realidad todos aquellos objetivos por los que se prometió luchar", plantea.



Pese a todo, para el dirigente éste fue un buen año para su colectividad, de "renovado optimismo", especialmente porque pudieron colocar y exponer ante la opinión pública sus planteamientos en distintas áreas, llegando a generarse las "condiciones políticas para avanzar en la reforma electoral".



Asimismo, valora lo que ha sido el trabajo al interior del Parlamento Político y Social que encabeza la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y instancia en la que también confluyen algunos personeros de la Concertación.



Para Teillier, la principal tarea para este año seguirá siendo la reforma del sistema electoral, al igual como lo fue durante 2006, tiempo en que incluso asistieron a una reunión sobre el tema con la Concertación y Renovación Nacional, en la sede de este último partido.



"En la calle vi un cartel que decía ‘murió el criminal, nos pena el binominal’. Creo que eso grafica los esfuerzos que vamos a hacer, estamos terminando el año con esa tarea y comenzaremos con él, pero también (está el desafío de) construir una alianza capaz de instalar un nuevo tipo de gobierno en Chile", afirma Teillier.



En torno a los acuerdos a que se comprometió el nuevo gobierno, dice que no se ha cumplido con escuchar a los trabajadores.



"En eso no se ha avanzado nada, en la reforma previsional no se ha tomado en cuenta su opinión, tampoco en el campo de la negociación colectiva y el derecho a huelga, y en eso vemos que el gobierno no avanza. En esos aspectos, el carácter neoliberal se ha acentuado bastante. Eran distintas las expectativas que se tenían del gobierno", se lamenta.



El pueblo "podemista"



La recién electa presidenta del PH, Marilén Cabrera, que asumirá su cargo en enero, cree que para analizar la situación del Podemos se deben separar en planos: el de la base social y el otro, el cupular o de relación entre las distintas colectividades.



"Podría decir que hay diagnósticos distintos respecto del estado de salud. A nivel de partidos políticos evidentemente se produce una fractura después del 11 de diciembre y todavía no se ha saltado por sobre esa dificultad. En todo caso, es una diferencia que no es irreconciliable; ahora, distinto es el plano de la base social, donde no pasa eso", explica.



Por ello se atreve a plantear que esta coalición no está en estado terminal, aunque con franqueza señala que hay dos partidos que enfrentan una dificultad: "Para qué vamos a decir una cosa por otra: tenemos diferencias de opinión en algunos temas".



Sin embargo, más allá de los elementos que los distancian, sigue creyendo en el futuro del pacto, porque no está compuesto sólo por partidos, sino que por el pueblo "podemista".



Al hacer un balance de 2006, comenta que lo peor estuvo relacionado con lo mejor. Cabrera sostiene que el gobierno utilizó al movimiento estudiantil, o mejor dicho lo enfrió con una comisión de más de 80 miembros, donde los jóvenes resultaron siendo minoría, y sin que sus demandas hayan quedado debidamente estampadas en el informe final que emitió ésta.



Su desafío para el 2007 será trabajar en la construcción de la unidad latinoamericana, porque cree que los problemas sociales que aquejan a los países no están aislados unos de otros. De hecho su líder natural, Tomás Hirsch, ha viajado permanentemente por el continente para recoger y conocer las distintas problemáticas. Y su próximo viaje será a Cuba, país al que fue invitado por el gobierno.



Muy debilitado



Finalmente, el abogado Manuel Jacques, quien oficia de presidente de la Izquierda Cristiana, coincide con los análisis anteriores, en orden a que hay una despotenciación de un pacto que partió como "caballo inglés".



"El Juntos Podemos terminó en un estado menor al que hubiese querido la IC. Esto porque el pacto no ha logrado articularse de la manera unitaria que se requiere para transformarse en una fuerza política que ofrezca una alternativa para el país, por lo que esperamos que ahora el diálogo continúe y se superen las diferencias", afirma.



Al igual que Teillier, cree que el gobierno no ha cumplido con algunas de los temas que se pactaron para entregar su voto en la segunda vuelta presidencial.



"Lo peor ha sido una política dilatante del propio gobierno y la Concertación, en relación a resolver los temas pendientes, en particular la exclusión política, y resolver los puntos bajo los cuales entregamos el apoyo a Bachelet", dice, agregando que la buena voluntad no sirve de nada si finalmente no se resuelve nada.



Siguiendo con las coincidencias con los comunistas, también destaca como un hecho positivo la consolidación del Parlamento Político y Social, que logró atraer a parlamentarios de la Concertación para discutir acerca de los puntos que interesan resolver a la izquierda extraparlamentaria.



Como desafío para el 2007, la IC se ha propuesto "consolidar el espacio unitario a nivel de las distintas fuerzas de la izquierda".



"Estamos convencidos que si empezamos con una estrategia unitaria vamos a tener la posibilidad de plantear una alternativa para el país, sobre todo considerando los procesos de corrupción y pérdida de credibilidad de la Concertación", asegura.



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