Ex ministro socialista afirma que »si nosotros somos partidarios que todos los sectores estén representados en el Congreso, nosotros como Concertación debemos agotar todos los recursos para que así sea, y eso significa no sólo jugarnos por la reforma (al binominal), si no también jugarnos por los acuerdos electorales».
«Pasajeros en Tránsito» se llama el último libro del ex ministro PS, Jorge Arrate, en el que recuerda un episodio que vivió en la década del 80, cuando con otros cinco exiliados chilenos hicieron tres intentos por regresar al país. Siempre escribiendo y atento al acontecer nacional, actualmente no ejerce ningún cargo público, pero se mantiene activo en el plano político y sigue con ojo crítico lo que está sucediendo en la Concertación.
Al rememorar esos días en que intentó ingresar a Chile, afirma que "actuamos con una cierta imprudencia, una cierta audacia, corrimos un albur, en que poníamos nuestro cuerpo. He practicado también la cautela en la política, pero creo que hay tiempos de cautela y hay tiempos de una cierta razonable imprudencia". Y luego medita que "nos hace falta hoy día ser más imprudentes para poder cumplir con los objetivos que nosotros le planteamos al país cuando luchábamos contra la dictadura".
Arrate habla con la autoridad de quien ha vivido la historia y incluso ayudó a escribir algunos capítulos de ésta. "Éramos de tres partidos distintos y tuvimos el apoyo de todas las fuerzas democráticas", enfatiza.
Y hay nostalgia en sus palabras. También crítica. Al retornar a la hoja ya leída de la vida reciente de nuestro país, medita que en ese momento se encontraba "el germen de una Concertación que a mi juicio ha hecho una gran tarea en Chile pero que no hemos logrado hacer lo que queríamos que era un Chile para todos. Hoy día Chile no es para todos, hay un sector de Chile que está excluido por ley de representación en las actividades legislativas y gubernamentales, porque el sistema electoral no le permite acceder; hay un Chile que está excluido porque se ha autoexcluido, cientos de miles de jóvenes que no se inscriben. Y viendo las cifras desagregada de la encuesta Casen de distribución del ingreso. Todos los sectores han aumentado su participación en el producto, pero los más pobres no. Es algo complicado. El Chile para todos todavía está pendiente".
-¿Por qué no se ha logrado?
-Obviamente la Concertación hizo la tarea que se propuso de desplazar a la dictadura, pero en ese momento había discrepancias muy grandes sobre la forma de hacerlo, con los sectores de la izquierda que no están en la Concertación, pero el tiempo ha pasado, el intento que la Concertación ha hecho de cambiar el sistema electoral no ha tenido éxito. Creo que la única forma que grandes tareas como esa y otra podamos cumplirlas, es recuperar la idea que animó al Frente Popular, la idea que animó el plebiscito del NO, las dos últimas elecciones presidenciales en la segunda vuelta, en que en definitiva los dos últimos Presidentes fueron Presidentes gracias a los votos de los que estaban excluidos. Tenemos que buscar un acuerdo popular para fijar ciertos objetivos, que no significa un acuerdo de gobierno o un pacto político completo, significa un acuerdo mínimo para empujarlos juntos y para enfrentar juntos las contiendas electorales que vienen.
– Ud. es uno de los gestores de la Concertación. ¿Cree que el conglomerado ha perdido la mística?
-Obviamente que está cruzada hoy día de manera transversal en todos sus partidos por conflictos, pero en particular por formas de comportamiento que dañan a los partidos y a la Concertación. Los partidos enfrentan una coyuntura muy crítica y a veces da la impresión que no se dan cuenta. Conozco gente que hace cálculos si vamos a ganar o no vamos a ganar, pero siempre se mueven dentro del mismo ring; este ring es cada día más chico, hay menos gente que está votando, para atraer esa gente hay que recuperar una mística, pero para recuperar una mística no basta con gritar o hacer un nuevo himno o hacer carteles más bonitos, lo que se necesita es hacer un programa creíble, un programa político, una espina dorsal de carácter político que convoque a grandes sectores de la sociedad.
-En la oposición afirman que en la Concertación están más preocupados de perpetuarse en el poder que en el país.
-La derecha nunca ha estado fuera del poder, la derecha siempre está dentro del poder porque el poder no es el gobierno, el gobierno es uno de los poderes que actúan en la sociedad y es el único que no controla la derecha. La derecha controla el poder mediático, controla el poder ideológico, el poder económico, todos los poderes fácticos. Que la derecha venga a decir que la Concertación quiere permanecer en el poder y hable de alternancia me parece un chiste. No sé si cuando hablan de alternancia, están pensando en alternar también el director de El Mercurio o el gerente de Copesa o alternar a los presidentes de los bancos y de las grandes empresas y de las AFP. Están pensando en la alternancia sólo para la Presidencia de la República porque quieren el poder total. Yo trabajaré siempre para que la derecha no tenga en Chile el poder total.
Una Concertación encerrada realmente no cumple su tarea
-También hay críticas en ese sentido de la izquierda extraparlamentaria.
-Hay elementos que la Concertación debe tomar en consideración. Siempre he planteado la idea de la unidad del pueblo. Lo que la Concertación debió haber hecho hace mucho tiempo es tener un diálogo sistemático y a fondo con los grupos y partidos de izquierda que no están en el Congreso. Hoy día esa izquierda tiene una visión muy negativa de la Concertación, que naturalmente yo no comparto. La única manera de superarla es teniendo diálogos abiertos y francos para construir un programa mínimo que podamos compartir todos.
– ¿Le está faltando apertura a la Concertación?
-Creo que sí. Esto me recuerda una película de Buñuel que se llamaba "El ángel exterminador", donde en una de las escenas había un grupo de gente que estaba adentro de una habitación y se cerraban todas las ventanas y puertas de la habitación, y estaban encerrados en esta habitación, y no podían abrir las ventanas. Tenemos que abrir las ventanas y las puertas de la Concertación, salir de allí y enfrentar con más diligencia, con más interés, con más compromiso las tareas que tenemos por delante y el diálogo con los sectores que nos critican. Una Concertación encerrada realmente no cumple su tarea.
-Por primera vez la Concertación tiene mayoría en el Senado, pero ha resultado muy difícil ejercerla
-Lo encuentro lamentable. Hay materias que se pueden legislar con la mayoría que se tiene. La Concertación también tiene que hacer cuentas consigo misma. ¿Es esta una mayoría real o hay quienes figuran formalmente en esta mayoría y no están dispuestos a ejercerla? La Concertación, para romper el círculo vicioso de la semidemocracia que la derecha ha establecido tiene la gran oportunidad -en vista de que no puede conseguir por la vía de la reforma la inclusión de los incluidos, de incluirlos por si misma-, y eso significa buscar pactos y acuerdos electorales para derrotar a la derecha en muchos distritos y circunscripciones.
-¿Se requiere más generosidad?
-Se requiere, llámelo usted generosidad, yo diría que también es consistencia. Si nosotros somos partidarios que todos los sectores estén representados en el Congreso, nosotros como Concertación debemos agotar todos los recursos para que así sea, y eso significa no sólo jugarnos por la reforma, si no también jugarnos por los acuerdos electorales con un contenido político mínimo.
-¿La oportunidad para ello está en las elecciones municipales?
-Hay la gran oportunidad de ganar alcaldías que se perdieron la vez anterior porque no había acuerdos y si ese esfuerzo no resulta, sabremos quién es quién y qué quiere quién, pero creo que ese esfuerzo vale la pena en las municipales, en las parlamentarias y en las presidenciales.
-Personeros de la Concertación dicen que hay poco diálogo interno en los partidos que se manifestó en proyectos como la depreciación acelerada, el Transantiago.
-El Transantiago es el ejemplo del fracaso de los que creen a fondo en el mercado y la iniciativa privada más los que también creen a fondo que los que tienen que resolver los problemas son los tecnócratas sentados en sus escritorios. Los que "saben" no han andado nunca en micro, no andan en Metro, entran con un carro a un supermercado y viven cerca de los contrafuertes cordillerano, entonces saben poco de lo que es realmente el país, lo conocen por cifras.
-Sectores al interior de la propia Concertación critican que los que crearon en Transantiago siguen en sus cargos.
-Salieron los que los diseñaron porque no están hoy día. El sistema fue diseñado en el gobierno anterior.
¿Es el gobierno de Ricardo Lagos el que tiene que dar las explicaciones?
-Transantiago incluso alcanzó a tener una inauguración en el gobierno anterior, entonces hay allí responsabilidades de diseño. Lagos no es especialista en transporte. No se quiénes son realmente los responsables. Veo que las responsabilidades de los privados que están involucrados no queda clarificada.
-¿Cuál es su evaluación del gobierno de Michelle Bachelet?
-Me siento muy identificado con este gobierno y tengo una gran opinión de Michelle Bachelet.
-Se ha puesto en cuestionamiento el liderazgo político de Michelle Bachelet, sobre todo por lo que ha sucedido en la Concertación.
-Ella no lo debe estar pasando bien con la Concertación, porque ningún Presidente podría pasarlo bien con una coalición que atraviesa un momento crítico y cuyos partidos están también en una situación bastante crítica.
-¿Es ella la que tiene que tomar una actitud más activa para ordenar la Concertación o el conglomerado se está convirtiendo en una piedra en el zapato para la Presidenta?
-Hay distintos modos de articular la relación gobierno partido, pero siempre esa relación es mejor en la medida que los partidos sean más fuertes, y aquí tenemos partidos que son débiles hoy día.
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»Hay que plantearse por todos una gran reforma al PS»