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Quilapayún: «Presentar la Cantata Santa María es siempre una emoción»

Conmemorando el centenario de la matanza que inspiró su obra más importante, la agrupación realizará un periplo que la llevará a distintas ciudades de Chile y con la que espera demostrar que, pese a los años, sus miembros siguen siendo los mismos. »Nuestra misión es artística, es cultural. No es política», afirma Ricardo Venegas, uno de los integrantes del colectivo.


Las distancias no importan para Quilapayún. Sus integrantes, repartidos entre Francia y Chile, se reunirán para conmemorar el centenario de la matanza obrera de Santa María de Iquique con una gira nacional, la reedición del que se considera el disco más emblemático de la historia de Chile y para dar a conocer su nueva producción, "Siempre".



Grabada hace cuatro décadas, la Cantata Santa María fue compuesta por el músico y filósofo Luis Advis en 1970. Musicalmente, es el resultado mejor logrado de un género de obras que se han denominado en Chile y América Latina como "cantata", un modelo que une los ritmos folklóricos con la música docta en torno a relatos dramáticos.



En este caso, la historia narra los acontecimientos del 21 de diciembre de 1907, cuando obreros del salitre se enfrentaron a la fuerza pública en la lucha por la mejora de sus condiciones laborales, siendo masacrados mientras se refugiaban en la Escuela Santa María de Iquique. Aunque no se establecieron cifras definitivas, se calcula que fueron entre 500 y 2000 los muertos, incluyendo trabajadores, mujeres y niños.



Este hecho es el que reunirá a Quilapayún en Chile cuando, desde el 17 de agosto, comiencen la gira que los llevará a Concepción, Temuco, Talca, Viña del Mar y finalmente Santiago, conciertos en los que serán acompañados por las orquestas juveniles de cada ciudad. "Significa un bonito desafío, pero además un encuentro con jóvenes de 14, 15 años que pertenecen a las orquestas juveniles de cada ciudad y que han estado escuchando la Cantata, conociendo la historia, escuchando el disco y además preparando la obra. Así que compartir el escenario con ellos va a ser muy emocionante", cuenta Ricardo Venegas, integrante de Quilapayún.



Los relatos, anteriormente interpretados por Héctor Duvauchelle, estarán a cargo del actor Jorge Gajardo. Al respecto, Venegas cuenta que "nosotros no habíamos trabajado con él pero nos dimos cuenta de que él es muy cálido, muy abierto, muy llano. Tiene una bonita imagen, es una persona comprometida, un buen actor con una buena voz».



En entrevista con El Mostrador, Ricardo Venegas e Ismael Oddó -hijo del fallecido miembro de la agrupación Willy Oddó- revelan detalles del nuevo disco, de la gira y admiten que la Cantata Santa María es una obra que sigue emocionándolos donde sea que la presenten



-¿Cuánto los ha marcado como agrupación ser los autores de uno de los discos más importantes de Chile?
-Grabar la Cantata Santa María de Iquique fue para nosotros una experiencia nueva, fue el primer trabajo en que se juntó la música de raíz folklórica con la música clásica o docta. Eso significó un desafío. Trabajar con músicos como Luis Advis, que venía de la escuela relacionada con la música clásica, nos trajo partituras y una serie de cosas que nosotros no manejábamos. Significó aprendernos esta obra, trabajarla secretamente porque no sabíamos cuál iba a ser la recepción del público. El resultado ha significado que es la obra más importante de la canción chilena. Por ahí decían que era el disco de música chilena más vendido en toda la historia. Puede que no sea cierto, pero es una obra súper importante. Así que estamos felices, justamente este año es simbólico por lo que significan los cien años de la matanza.



-¿Cuál crees que es el aporte y la significación de la Cantata en su tiempo y actualmente?
-La obra cuenta una historia que, cuando fue presentada, mucha gente no conocía, era ocultada por la historia oficial. Muchos de nosotros estudiamos historia de Chile y jamás nos contaron que habían ocurrido hechos de este tipo. Entonces fue una novedad. Fue un impacto, porque además fueron hechos muy lamentables y que significaron el nacimiento del movimiento sindical en Chile. Desde ese punto de vista fue descubrir ciertas cosas. Pero yo diría que con el tiempo la Cantata se ha transformado. No es sólo una obra de protesta, de denuncia, sino que es casi un llamado, una invitación a la reflexión, a analizar y, como lo dice su canción final, es un llamado a la unidad, que es la única forma de construir un país como el que nosotros queremos. De ahí la importancia de esta obra de Luis Advis, que tuvo la genialidad de incluir dentro de la canción final esta invitación.



-¿Crees que hay situaciones similares a la matanza de Santa María de Iquique que siguen repitiéndose en el país?
-Uno podría pensar en la situación de los mineros del salitre en aquellos años, que era bien terrible. El hecho de que les pagaran con fichas, que hubiera castigos, como el cepo, unas especies de maderas donde los amarraban. Por supuesto toda esa situación ya no existe, pero lo que uno pudiera pensar y analizar es si las condiciones de los mineros en general no siguen siendo las mismas desde el punto de vista de los derechos a la salud, derechos laborales, derecho al descanso. Si todo el problema que actualmente existe con los subcontratistas de Codelco no es sino un reflejo de un descontento. Yo creo que uno podría pensar: a cien años de ocurrido este hecho, ¿estamos igual, estamos mejor, estamos peor? Y ése es nuestro interés en presentar esta obra, no es sólo para recordarla, cantarla y alegrarnos de presentarla a los chilenos, sino que también es una invitación a la reflexión.



-Más aún que, recién a cien años de ocurrida la matanza, están encontrando osamentas de las víctimas
-Es bien especial. Recién conversábamos con Jorge Gajardo y comentábamos que prácticamente no hay ningún identificado de los cuerpos de la matanza. Yo estuve en Iquique hace poco tiempo atrás y me llevaron a la única tumba en el cementerio de Iquique que dice "José Herrera, muerto el 21 de diciembre de 1907 en la Escuela Santa María". Es el único que está y ahora están excavando e intentando recuperar los huesos de los caídos en la matanza. Son los que están más abajo en las fosas comunes, entonces es un proceso largo, difícil, yo no sé si se va a lograr identificar algunas personas. Y es triste, no sólo cayeron, sino que sus nombres no están en ninguna parte, están en una situación como de desaparecidos.



-La canción final de la cantata fue premonitoria de los hechos que posteriormente se sucedieron. ¿Crees que todavía tiene ese valor?
-La canción final dice quizás mañana o pasado/ o bien, en un tiempo más/ la historia que han escuchado/ de nuevo sucederá. Y sucedió. Y ha sucedido a través de la historia, eso es lo más terrible. Yo creo que Lucho (Advis) sin proponérselo previno que algo podría pasar y ha habido hechos lamentables, se puede incluir el Golpe de Estado entre ellos. Así que claro, tenía un carácter premonitorio. Lo importante es sacar lecciones de todo esto y ver de qué forma podemos evitar que vuelvan a ocurrir. Y esa es nuestra labor también.



Quilapayún, Siempre



-Después de tantos años de trayectoria, ¿cuáles son las ideas que permanecen en Quilapayún?
-Yo diría que nuestra misión es artística, es cultural. No es política en el sentido de que no pretendemos transmitir un mensaje o tratar de convencer. A partir de temáticas sociales y de denuncia, nuestro mensaje es reivindicar la cultura chilena y latinoamericana usando nuestros elementos musicales. Y a través de las canciones entregar un mensaje profundo, poético, que la gente salga de nuestros conciertos no igual que cuando entró, ojalá provoquemos algún deseo de reflexión, deseo de actuar, algún compromiso. Nuestros objetivos han permanecido durante 42 años y son los mismos que tenemos todos los integrantes. Eso ha permitido que seamos los mismos durante tanto tiempo. Creo que todavía tenemos cosas que decir y denunciar.



-¿Cómo ha sido la evolución musical de los miembros de Quilapayún que están en Francia?
– (Contesta Ismael Oddó, residente hasta este año en Francia) En realidad el conjunto ya tiene un sonido y durante esta última etapa, estos cuatro años, hemos trabajado en buscar y recuperar ese sonido original que resuma toda la trayectoria desde el principio hasta las obras más importantes, los discos más reconocibles en la gente. Hemos tratado de ser fieles en esa recuperación del sonido de Quilapayun. De repente hemos sacrificado ciertas elaboraciones musicales, instrumentales, por privilegiar las voces, los timbres y que la gente reconozca al conjunto. Se reconoce también un trabajo de taller en el que no se privilegian los arreglos escritos, aparte de los de Luis Advis, pero incluso aquellos son sometidos a la realidad en que estamos. Y lo ponemos todos de manera muy concreta, de manera que podamos reproducirlo de la manera más parecida en el escenario y que eso se reconozca.



-¿Qué temáticas están presentes en este disco?
– (Prosigue Venegas) Dentro del disco hay un tema que es una declaración de principios o nuestra postura frente al mundo en general, que es la canción "Siempre", donde nosotros reconocemos que seguimos siendo los de siempre, seguimos cantando lo de siempre, nuestras temáticas siguen siendo las mismas. Dentro del disco hay temas que tienen que ver con la paz mundial, hay canciones en homenaje a los detenidos desaparecidos, algunas que tienen que ver con la situación en países latinoamericanos, canciones de amor, boleros, una cueca de la Nueva Canción Chilena que tiene que ver con nuestra historia, canciones divertidas, dedicadas a los moteles. Hay un poco de todo.



-¿Cómo lograron concretar "Siempre", a pesar de las distancias geográficas?
-El hecho de estar separados físicamente no impide que podamos trabajar, grabar un disco, hacer giras y seguir con la actividad como si viviéramos todos en un mismo país. Para la grabación del disco ocupamos la tecnología. Ellos podían meterse a un estudio, grabar en Francia, nosotros aquí nos metíamos por Internet al servidor, bajábamos los archivos, agarrábamos un pen drive, llegábamos al estudio, enchufábamos el pen drive y mágicamente teníamos todo lo que habían grabado. Era como si estuvieran ellos aquí. Fue bastante bonito este trabajo y como resultado, el disco tiene mucho de magia.



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