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Liberona: «Sustitución del bosque esclerófilo es el gran tema pendiente»

Coordinadora de la Red de Bosque Nativo da su visión acerca del proyecto de ley más antiguo tramitado en el Congreso, que esta semana entra en la recta final para ser aprobada por el Senado. »Creo que es una ley aceptable. Lo importante es que después de mucho tiempo se logró llegar a algunos consensos y acuerdos entre todos los actores», asegura.


Tras 15 años en el parlamento, este lunes las Comisiones Unidas de Agricultura y Medio Ambiente firmarán el informe que aprueba el proyecto sobre bosque nativo y tratamiento forestal.



El martes el texto irá a la Sala del Senado y podría ser aprobado ese mismo día. Si es así, a fin de mes pasaría a tercer trámite legislativo la Cámara de Diputados.



Durante todo este tiempo, el proyecto ha sido modificado o bloqueado por representantes de diversos sectores. El año pasado, en la llamada Mesa Forestal, acordaron trabajar en conjunto en una "Ley corta", dejando los puntos más conflictivos para una propuesta legislativa que se discutirá después.



Una de las integrantes de dicha instancia y que ha estado trabajando al menos 10 años en este proyecto, es la bióloga Flavia Liberona, coordinadora de la Red Bosque Nativo, agrupación clave en los lineamientos de la propuesta legislativa.



Conversamos con ella en la Fundación Terram, ONG donde desde hace unas semanas asumió como directora ejecutiva.



¿Cuál es tu evaluación de este proyecto de ley?
– Bueno, es el proyecto más antiguo en discusión en el parlamento. En ese escenario no se puede decir que la ley sea maravillosa para ningún sector, pero creo que es una ley aceptable. Lo importante es que después de mucho tiempo se logró llegar a algunos consensos y acuerdos entre todos los actores.



Hay muchas cosas sobre las que hemos flexibilizado posiciones en pos de que partamos con una ley que pueda favorecer el manejo de bosque nativo y a la cual los pequeños propietarios puedan acceder. Pero en el fondo esta ley es más bien un instrumento de prueba, ya que se autoevaluará periódicamente.



¿Y cómo funcionará esta autoevaluación?
– La ley tiene toda una parte dedicada a la investigación del bosque y en ese marco se realizará esta autoevaluación cada 3 años. Hay un fondo destinado ello y la idea es ir viendo en terreno cómo funciona. Lo que no queremos que ocurra es lo que ha pasado con el Decreto de Ley 701, que independientemente del espíritu con el que fue creado, finalmente ha generando un tremendo sector forestal basado en plantaciones exóticas y concentrado en las manos de dos grandes empresas. No queremos que suceda lo mismo con esta ley, ya que la idea es que no sólo tenga un rol ambiental sino también social.



Al ser una ley corta, los puntos más controversiales fueron dejados para ser tratados después. ¿Qué puntos son los más urgentes y cómo piensan abordarlos?
– Una de las deficiencias de este proyecto de ley es la sustitución del bosque esclerófilo por cultivos frutales. En términos ecológicos y sistémicos es súper valioso y escaso, además de que hay muy poco bajo protección estatal. Este tipo de bosque es el que ha sido más degradado y depredado, especialmente por los centros urbanos. Chile tiene 13 millones de hectáreas de bosque nativo y alrededor de 300 mil son de este tipo. Y sólo 6 mil están bajo protección. Pero además de ser importante por las especies que contiene, cada vez lo será más porque es la barrera a la desertificación que está impulsando con más fuerza el cambio climático. Es el gran tema pendiente.



En todo caso, para sacar este proyecto de ley adelante, los distintos actores y sectores acordamos con la subsecretaría de agricultura, sacar algunos temas complicados para destrabar el proceso y así poder sentarnos tranquilos a discutir este tema. Y el compromiso del Gobierno es de abordarlo en una legislación complementaria, que inicia el proceso de discusión ahora.



-¿Hubo mucha discrepancia en torno al tema de las Bonificaciones al manejo del bosque nativo?
Sí, de hecho inicialmente pedíamos que se debía beneficiar a los pequeños empresarios y no a los grandes. No queríamos concurso y Hacienda dijo que no había ninguna posibilidad de que no fuera así. Entonces Propusimos que fuera con un fondo preferente a los pequeños, o sea un fondo discriminatorio. Al final obtuvimos dos fondos, uno orientado a los pequeños y otro a los medianos y grandes.



¿Consideras suficientes los US 8 millones que Hacienda invertirá en las bonificaciones?
– Originalmente, durante el Gobierno de Lagos se habló de un presupuesto de US 1 millón, lo que nos pareció ridículo. El monto actual nos parece adecuado para comenzar, tomando en cuenta que se evalúa anualmente y puede ir aumentando en base a los resultados de la evaluación periódica de la ley.

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