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A las puertas de la legalización se encuentra primer partido mapuche

En octubre, los integrantes de Wallmapuwen planean iniciar la formalización. Durante los seis meses que han transcurrido desde su formación, han logrado vincularse con partidos políticos locales e internacionales. Su presidente, Gustavo Quilaqueo, detalla en qué ha estado trabajando su incipiente colectividad.


A seis meses de haber anunciado oficialmente la creación del primer partido político mapuche, Wallmapuwen, sus impulsores están listos para materializar el proceso de legalización en octubre próximo.



Luego de eso, tienen un espacio de siete meses y tres días para completar el proceso en tres regiones -La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos- alcanzando las 4.600 firmas de afiliados. Si se cumplen los tiempos, estarían listos para participar en las municipales de 2008.



La agrupación, que se define como democrática, laica y pluralista, está presidida por Gustavo Quilaqueo, de padre mapuche y madre "chilena", quien afirma que los participantes de la colectividad pueden ser todas aquellas personas que se reconocen como mapuches.



"La apuesta es que cabemos todos, no importa si tienes apellidos mapuches ni tampoco donde estés. En el caso de la gente que vive en la ciudad no ha dejado de ser mapuche, no hacemos separaciones. Entonces, puede sumarse todo el que se sienta mapuche, ya sea por descendencia, territorialidad o que simplemente reconozca nuestros planteamientos de autodeterminación y recuperación de los derechos", aclara el profesor de Historia y master en Desarrollo Rural.



Actualmente, tienen una estructura "de transición", compuesta por un directorio que incluye un encargado de relaciones internacionales, y una comisión política de ocho personas, "porque debemos estructurarnos según lo que exige la ley, pero luego internamente tendremos cierta horizontalidad, una doble vocería, por ejemplo. El desafío será cómo equiparar lo que exige la ley con la forma de organización mapuche".



Los avatares de legalizar un partido



Más allá de todo el empuje con que han enfrentado la creación de su partido, están conscientes de que el sistema es bastante complejo. Hay que tomar en cuenta procedimientos, financiamiento, imagen, logística, además de conseguir el número mínimo de afiliados exigidos por la ley.



"Alguien decía que hay 400 pasos para legalizar un partido y nosotros vamos como en el 10", bromea el futuro timonel. Pero más allá de lo engorroso de legalizarse, lo importante para este nuevo partido es participar y así tener sus planteamientos a través del sistema político.



"Si no prospera nuestra legalización no le echamos culpa al empedrado, pero representa muy bien la casi imposibilidad de instaurar propuestas políticas alternativas", reflexiona el dirigente. Y si esto sucediera tienen un plan B, que consiste básicamente en presentar candidatos independientes a las municipales.



Frente a esa exclusión del sistema político, opina que el actual sistema binominal es aceptado por los partidos porque les permite anclarse y considera como "titánica" la gestión de aprobación del proyecto de ley que lo reforma.



Justamente, este jueves diputados de la Concertación presentaron una modificación a la reforma, que básicamente permitiría la inserción de cinco diputados indígenas al Congreso.



Su visión es que si bien es una iniciativa positiva, hay que ser cuidadosos en que no termine en convertirse en una "moneda de cambio por dejar de lado la obtención de otros derechos fundamentales".



La relación con otros partidos



El partido con el que sienten mayor cercanía en Chile es el Humanista, integrante del bloque Juntos Podemos. De hecho, la semana pasada se encontraron y mantuvieron algunas reuniones.



Si bien no formarán parte del Juntos Podemos, sí trabajarán en conjunto con ellos, ya que coinciden en la necesidad de generar espacios de participación política en la región, donde "la población mapuche y también un alto porcentaje de la chilena, no se siente interpretada por los sectores políticos tradicionales".



Quilaqueo afirma que tienen tres áreas donde podrían trabajar en conjunto y que tienen que ver con posicionarse en temas sociales a nivel nacional, trabajar para formar nuevos líderes y ver fórmulas para enfrentar el bicentenario "que será celebrado con gran parafernalia por el Gobierno pero que nosotros no celebraremos, aunque tampoco le tiraremos piedras. Nos enfocaremos a trabajar en una suerte de agenda que genere planteamientos concretos sobre nuestras propuestas como mapuches".



Relaciones internacionales



Los lazos que han ido creando no son sólo a nivel nacional. Víctor Naguil, encargado de relaciones internacionales, tiene programado viajar en septiembre a Dinamarca para hacer contactos con algunas organizaciones políticas. Pero no es el primer vínculo que desean estrechar, ya que han mantenido conversaciones, entre otros, con Esquerra (Izquierda) Republicana de Cataluña (ERC) y con independentistas de Galicia y el País Vasco.



De hecho, firmarán un acuerdo amistoso, del que ya tienen protocolo, con el partido español Izquierda Republicana, en el que plantean desarrollar políticas de apoyo y difusión conjuntas. "No imitaremos sus procesos ni sus modelos. Todas estas conversaciones y acercamientos buscan más que nada crear vínculos, porque reconocemos que tienen mucha más experiencia que nosotros en el tema independentista", señala Quilaqueo.



Para el dirigente, uno de los puntos importantes y que los identifica con estos partidos, es el relacionado con el idioma. Precisamente, uno de los objetivos a futuro es plantear el mapudungún como una lengua fundamental, que tiene que ser recuperada con los mismos derechos que el castellano. "Si no se hace nada puede desaparecer y una lengua es primordial para darle identidad a un pueblo y paralelamente permite que la gente se sienta identificada", sostiene.

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