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SML estrena el jueves banco de ADN para identifcar detenidos desaparecidos

Organismo forense iniciará esta semana el proceso de recolección de muestras entre familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas en dictadura. »Se comenzará con los casos donde los ministros y jueces nos han pedido prioridad, como el de Patio 29», adelantó el director de la entidad.


El próximo jueves 30 de agosto, coincidiendo con la conmemoración del Día del Detenido Desaparecido, se dará el inicio al registro de muestras de ADN de los familiares de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar.



El proceso, que estará a cargo del Servicio Médico Legal (SML), la Comisión Asesora de la Presidencia, el Ministerio del Interior y el Registro Civil, se realizará en una dependencia especialmente habilitada para tales efectos, que será inaugurada ese mismo día en Teatinos 240.



Patricio Bustos Streeter lleva cuatro meses como director del SML y está satisfecho con este avance de la institución en el ámbito de identificación en el programa de Derechos Humanos (DDHH).



Bustos hace un mea culpa por los errores en la identificación de 96 víctimas encontradas en el Patio 29 del Cementerio General. «En este servicio, el año pasado, no estuvimos a las alturas de las necesidades, desde el punto de vista tecnológico, como para cumplir bien nuestro trabajo", dice. A pesar de que en ese momento no ocupaba el cargo, siente que tras asumir debe hacerlo por completo, reconociendo los problemas y fortalezas de la institución.



Es por esto que evalúa de forma positiva el comienzo de esta nueva etapa, que espera concluir en el 2010 con la certificación internacional que permita que el organismo realice las pruebas de identificación, sin depender de laboratorios extranjeros, como se hace actualmente.



Bustos sostiene que al interior del SML hay un problema de desarrollo que "es insuficiente para las necesidades", pero recalca que se está avanzando, como con la llegada de la médico colombiana Alejandra Jiménez, quien asumió la Unidad de Identificación de Detenidos Desaparecidos.



¿Qué es lo que busca este registro de ADN de familiares de detenidos desaparecidos?
– Estamos viendo temas relacionados con la genética, lo que significa el cómo vamos a confrontar las muestras de los restos u osamentas que nosotros tenemos de los detenidos desaparecidos o ejecutados políticos (sin entrega de restos), con el fin de confrontarlos con las muestras de sangre para la determinación del mapa genético, es decir, del ADN de los familiares donantes.



¿Cómo se materializa esto?
– Con la Comisión Asesora Presidencial y con el Ministerio del Interior trabajamos en la determinación del árbol genealógico. Esto significa que los donantes familiares tienen una clasificación de acuerdo a la utilidad que registren para determinar el mapa genético a comparar con el detenido desaparecido. Eso tiene que ver con la relación de parentesco.



¿Qué pasa en los casos donde no existe familia directa como padre, madre e hijos?
– Si no están ubicables, accesibles y disponibles o no están de acuerdo con donar voluntariamente la sangre para las muestras, tenemos que buscar otro tipo de parentesco más lejano. De acuerdo a ese nivel, tenemos que hacer distintos tipos de examen de ADN, mitocondrial, nuclear o de cromosoma "y". En este caso sirven los hermanos, nietos, primos, sobrinos y demás parientes.



¿A medida que se va alejando el parentesco del árbol genealógico se obtienen menores certezas?
– No. Tan sólo se debe aumentar el número de muestras.



¿Cómo es el proceso en concreto?
– Se toma una muestra de seis gotas de sangre desde el dedo índice de un familiar de detenido desaparecido, la que se deposita en un papel absorbente. La durabilidad de este fluido en el papel es a lo menos de diez años. A su vez se toma unacontra muestra que permanecerá en la dependencias del SML, en Teatinos 240.



¿Cómo lo harán para citar a los familiares?
– Hemos querido hacernos cargo de las notificaciones nosotros. Ya tenemos identificado a los parientes más cercanos y su residencia.



¿Por quiénes van a partir?
– Por aquellos casos en que los ministros y jueces nos están pidiendo que prioricemos el proceso de identificación. Bajo esa lógica, los primeros serán Patio 29, Chihuío, Calama, Paine-Lonquén y Fuerte Arteaga. Vamos a partir por ellos, pero no son excluyentes de otras situaciones que ocurrieron a lo largo de Chile y Argentina. También vamos a registrar a familiares de asesinados en Argentina en el marco de la Operación Cóndor.



¿Cuánto personal incidirá en el proceso?
– Habrá un abogado, un par de sicólogos, un asistente social, un tecnólogo y un dactiloscopista. El primero informará a los familiares respecto al estado de la causa a nivel judicial. Luego nosotros les informaremos de algunos datos post mortem. En esta etapa se necesitará asistencia sicológica, ya que es muy duro revivir este tema. Luego una trabajadora social evaluará si hay algún requerimiento externo a la identificación que esté latente en ese familiar. El otro proceso lo concluirán las personas encargadas de las muestras.



Banco de ADN



¿Sólo serán dos registros por persona?
– Sí. El primero, si así lo determina un juez o un ministro que instruya una causa por violación a los derechos humanos, será enviado a los laboratorios del extranjero donde actualmente van a parar las muestras y el otro quedará en el registro en la espera de que en esos 10 años aparezcan nuevas osamentas o mejoren las técnicas. Por eso hablamos de un banco de ADN de familiares de detenidos desaparecidos, que va a estar disponible el tiempo que sea necesario.



¿Piensan que de esta forma se logrará avanzar en este tema?
– Sí, a pesar de que no hemos tenido toda la colaboración que quisiéramos, sino al contrario. Los victimarios no entregan información real. Si tuviéramos colaboración de los agentes civiles y militares que incurrieron en esos hechos, ahorraríamos tiempo y sufrimiento de la gente.



Suena casi imposible que después de 30 años estén dispuestos a lo que plantea…

– Sí es difícil, pero nosotros siempre tenemos que hacer el llamado a que quede algo de humanidad, incluso en los criminales.



Entonces, ¿persisten las dificultades para un buen resultado?
– Sí, además, ha transcurrido mucho tiempo desde que estas personas fueron asesinadas. Dificulta el tema de lo que ellos llamaron el "retiro de televisores", que significó que tomaran las osamentas de cementerios clandestinos, que se llevaran la mayoría de los huesos, los botaran al mar o los dispersaron en otros lados. Muchas veces lo que quedaron fueron las astillas o pequeños fragmentos de huesos que dificultan la identificación por medio del ADN.



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