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Discrepantes son las posturas de los expertos frente a policías conjuntas

Guillermo Holzmann cree que hay algún grado de riesgo en la propuesta »debido a que la relación entre ambos países no están normalizadas» a nivel de embajadas’. No opinan lo mismo Armen Kouyoumdjian ni José Higuera, quienes piensan que ello mejorará la coordinación de ambas entidades.


Antes de partir a Haití, los ministros de Defensa Chile y Bolivia, José Goñi y Walker San Miguel, hicieron tras reunirse el histórico anuncio de que próximamente las policías de ambos países trabajarán conjuntamente en el combate del tráfico de droga y otros ingresos ilegales en la frontera.



El funcionario de La Paz subrayó la importancia del anuncio, destacando que "de esta manera, estaremos en mejores condiciones para combatir el contrabando, la migración ilegal y el tráfico de armas".



En la misma línea de colaboración y complementación, ambos analizaron la posibilidad de realizar intercambios entre academias de estudios políticos y estratégicos. "Nos interesa intercambiar alumnos y profesores de distintas especialidades. Esperamos realizar también, cada año, un encuentro entre altos mandos de nuestras naciones", puntualizó el chileno.



Pese a los buenos augurios de las autoridades, los expertos tienen diversas visiones respecto del trabajo conjunto entre las policías. Si bien la palpa como una buena idea, Guillermo Holzmann, del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Chile, cree que sería conveniente materializarla una vez que se reanuden plenamente las relaciones diplomáticas.



El hecho de tener fuerzas policiales parece ser un paso con algún grado de riesgo, comenta, explicando que "ello es debido a que la relación entre Chile y Bolivia no están normalizadas a nivel de embajador".



"En consecuencia, cualquier situación que sea confusa o genere algún grado de conflicto, a raíz de la intensidad del uso de esos pasos, puede llevar a la práctica a problemas que enfrenten ambos países porque no tienen los mecanismos necesarios para poder generar los niveles de comunicación adecuados que permita manejar esos conflictos", enfatiza.



Insiste que así cualquier tipo de conflicto que se produzca va a ser materia directa de los cancilleres y subraya que ello pasaría "en virtud de que el nivel de consulado queda superado cuando se hagan conflictos de esa naturaleza. Definitivamente Chile y Bolivia, antes de entrar a la cooperación en el ámbito político como es el tema migratorio es una condición de que haya una relación a nivel de embajador, de tal manera que estén los mecanismos adecuados para tratar de solucionar cualquier tipo de impasse o de conflicto que se produzca en virtud de una cosa que es muy positiva y que requiere un compromiso integral de todo el estado con todos los niveles que se necesitan".



Importancia estratégica



En cambio, Juan Pablo Rosso opina que "la creación de esta policía conjunta tiene una importancia estratégica significativa desde el punto de vista de la seguridad de Chile, porque contribuye a incrementar la seguridad de un interés clave para nosotros: el sistema democrático de Bolivia".



Agrega que las amenazas transnacionales como el narcotráfico, el crimen organizado o los grupos armados pueden tener un efecto desestabilizador sobre un país al afectar su convivencia interna y corromper sus instituciones políticas.



"Todo lo que podamos hacer para disminuir las probabilidades de que esto ocurra en Bolivia debe ser bienvenido, por lo que se le debería prestar especial atención a esta policía conjunto. Una Bolivia con una democracia estable es menos probable que recurra a la fuerza contra nosotros que una Bolivia inestable y dominada por caudillos", fundamenta.



El analista Armen Kouyoumdjian tampoco ve mayores problemas a esa posibilidad, ya que "si se trata de patrullas conjuntas o cooperación más estrecha en fiscalizar la frontera, no creo que hay que ver allí en particular un paso relacionado con relaciones diplomáticas".



Ejemplifica que "salvo en el caso de países que están en guerra con un cese del fuego por medio, como es el caso de la fronteras entre el Líbano e Israel o entre las dos Coreas, es lo más normal que policías de ambos lados de fronteras problemáticas colaboren. No se trata solamente de intercambiar información y datos sino que incluso en hacer patrullajes conjuntos para enfrentar más eficazmente problemas como el contrabando de personas, drogas, armas y otros artículos ilegales y el terrorismo".



Trabajar juntos



El experto en relaciones internacionales y seguridad del PPD José Higuera piensa que "es un muy buen anuncio, porque el trabajo conjunto mejorará la coordinación de las instituciones policiales de ambos países, lo que debe contribuir a incrementar substancialmente el control y la seguridad a lo largo de una frontera común caracterizada por un intenso transito de droga y otros ilegales".



Subraya que "más allá de sus beneficios más evidentes, esta iniciativa debe ser también una ventana que muestre que, a pesar de las diferencias existentes en torno a desarrollos conflictivos derivados de episodios menos felices de nuestra historia común, Chile y Bolivia pueden trabajar conjuntamente en distintos campos y beneficiarse mutuamente. Desde el punto de vista de la seguridad y las relaciones internacionales, esta iniciativa debe ser consideraba también en su dimensión como aporte a la construcción de confianza mutua".

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