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UDI se transforma en el ganador del acuerdo entre Alianza e independientes

Negociaciones del gremialismo nunca son humildes. Sus máximos dirigentes siempre van por el premio mayor, para asegurarse que obtendrán más de lo que su contraparte haya estado dispuesta a entregar. Eso quedó demostrado en el pacto en el Senado, donde impuso nombres y condiciones sin siquiera tener abanderado presidencial. Un escenario que podría replicarse en la Cámara.


El acuerdo alcanzado esta semana entre el comité de senadores independientes y la Alianza no sólo generó una "nueva mayoría" en la cámara alta, sino que dejó de manifiesto una vez más la ya conocida muñeca política de la UDI para negociar y, en contra de todos los vaticinios, salir airosa de escenarios tan complejos como lo fueron las tratativas por la testera.



Si bien durante las conversaciones todas miradas estaban puestas en el novato Comité Independiente, apostando a que esos cuatro votos podrían cambiar la historia del "segundo tiempo" de la Presidenta Michelle Bachelet en el Senado; lo cierto es que el gremialismo se convirtió en el gran ganador del difícil proceso de negociación.



La tienda encabezada por Hernán Larraín no sólo se quedó con la presidencia de la cámara alta el 2009, sino que en el acuerdo logró introducir una cláusula en la que los independientes se comprometen a trabajar en conjunto con el gremialismo para sacar adelante iniciativas tendientes a terminar con la intervención electoral.



De hecho, parte del sexto y último punto del convenio señala: "El acuerdo alcanzado también se expresará en la prioridad que se le asignará al despacho de la llamada Agenda de Probidad y Transparencia, con especial énfasis en los temas tendientes a impedir la intervención electoral".



Ello, pese a que si algo habían precisado ambas partes durante la negociación es que el acuerdo sólo sería "administrativo", por lo que no había que darle más importancia que esa al tema. Al día siguiente, los máximos dirigentes de la UDI admitían el carácter político del mismo, pero aclaraban rápidamente que está circunscrito a los temas relacionados con la intervención electoral y la Agenda Probidad.



¿Por qué las aclaraciones gremialistas? Porque uno de los pocos temas en que convergen los independientes de derecha y Concertación es en la necesidad de modificar el sistema binominal, lo que el gremialismo sigue rechazando. La "estabilidad" es algo que la UDI valora particularmente, por lo que el timonel del partido, reiteró el pasado miércoles a El Mostrador.cl que «no tenemos la percepción de que sea necesario realizar modificaciones al sistema binominal, porque ha favorecido la configuración de grandes bloques políticos».



De allí que sea remotamente probable, por no decir imposible, que en este ámbito de vital importancia para los independientes no logren de sus ‘socios’ una apertura que los favorezca para lograr la flexibilización del actual mecanismo electoral, que, tal como está, hace casi imposible que un independiente puro llegue al Congreso.



Palos porque boga y…



Tampoco ganó RN, partido que ni siquiera pudo aspirar a negociar la presidencia de la cámara alta y no porque nadie de la tienda de Carlos Larraín lo deseara, sino porque -según la UDI- "Renovación ya ha estado dos veces en la presidencia del Senado así es que ahora nos toca a nosotros que sólo la hemos tenido una vez".



Las aspiraciones de la UDI no terminan allí. "¡No pues, que de algo nos sirva no tener candidato presidencial!", comentó un legislador gremialista al hacérsele ver que en la negociación por las mesas del Congreso se estaban quedando con todo y desplazando a RN.



Ello, porque uno de los temas que ha impedido el acuerdo entre los independientes de la Cámara y la UDI es que la tienda quiere la presidencia para el 2008 y los colorines, encabezados por la diputada Alejandra Sepúlveda, también.



¿Qué pasa con RN en el intertanto? Nada. La explicación exacta de un parlamentario gremialista, ya hablando en serio, fue que dado que RN tiene abanderado presidencial, generosamente cede a la UDI también la presidencia de la cámara baja. Aunque lo más probable es que Renovación integre la mesa en los dos periodos.



El presidente de RN, Carlos Larraín, se lo toma con calma. Ya que consultado sobre el tema, señaló que "nosotros no exigimos nada" ni en la negociación del Senado ni en la de la cámara baja. "Somos ultra modestos, no pedimos nada, si nos llega algo bien", insistió.



Dadas las circunstancias, la UDI silenciosa, tranquila, pero con firmeza, pasó la aplanadora en el Senado y va por todo en la Cámara de Diputados. Y todo, sin tener aún abanderado presidencial.

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