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El lobby que Microsoft desplegó por el voto chileno para millonario negocio

La compañía de Bill Gates busca que los países regidos por la norma ISO, aprueben a Office Open XML, su formato de documentos lanzado el 2007. Este enfrenta un rival gratuito que ya está visado y puede quitarle clientes a nivel global. Lo que está detrás de un tema muy técnico, es la apuesta de la multinacional por mantenerse como actor dominante de un negocio que mueve miles de millones de dólares anuales. El voto de Chile puede ayudar a p


El próximo sábado 29 de marzo en la sede central de la Organización Internacional de Estandarización (ISO, por su sigla en inglés) se sabrá si el gigante informático Microsoft ganó su última batalla comercial: convertir su formato de documentos Office Open XML (OOXML) en un estándar con sello ISO.



Ese día los votos de los países miembros de ISO, incluido Chile, decidirán un tema vital para Microsoft. Como ISO aprueba estándares a nivel internacional, en la práctica opera como timbre de garantía para gobiernos de todo el mundo que buscan implementar un estándar abierto para los documentos que publican en las páginas web de sus reparticiones, acorde a las políticas de acceso a información y neutralidad tecnológica en boga.



Lo que está en juego



La importancia que tiene para la compañía de Bill Gates conseguir los votos para el OOXML en un proceso de votación "fast track", se debe a que ya existe un estándar aprobado por ISO el 30 de noviembre de 2006 llamado Open Document Format (Formato de Documento Abierto, ODF). El ODF es de acceso libre, permite que usuarios de distinto tipo de procesadores de texto, planillas de cálculo y presentaciones puedan descargar documentos de ese tipo desde sitios web y verlos sin problemas.



La razón detrás de algo que podría parecerle chino a quien no está familiarizado con el mundo del software es que si Microsoft consigue aprobar el OOXML como estándar ISO, no pierde su participación dominante en el millonario negocio de venta de licencias de programas, como Office (combo de procesador de texto, planillas y presentaciones), que mantuvo a Bill Gates como el hombre más rico del planeta por 13 años consecutivos.



La incorporación del estándar ODF por parte de gobiernos y sus reparticiones, incluidas las escuelas y universidades públicas, en teoría haría innecesario que estas entidades ocupen programas manufacturados por el gigante informático. Asimismo, para descargar y abrir un documento de texto de la página web del Servicio de Impuestos Internos, por ejemplo, un ciudadano no necesitaría tener Word instalado en su computador. Podría usar otros procesadores de texto gratuitos, o más baratos que el programa Office ($200.000 aprox.). Luego, al familiarizarse con ellos, el usuario hasta podría optar por no ocupar Windows, el sistema operativo de Microsoft.



Este es el peor escenario para la mega-compañía que apuesta fuerte a la aprobación del OOXML a través de un proceso de votación rápido o de fast track y ha implementado un fuerte lobby para conseguir el voto chileno, representado por el Instituto de Normalización Nacional, una entidad sin fines de lucro dependiente de la Corfo.



Los conflictos de interés



La primera derrota del formato propuesto por Microsoft ocurrió el 2 de septiembre de 2007. Ese día, el gigante informático no obtuvo el 66 por ciento de los votos requeridos según las reglas de ISO y el formato OOXML fue rechazado. La propuesta de la compañía, además, recibió casi 3 mil 500 observaciones de correcciones de los países votantes que acordaron encontrarse en febrero en la sede de ISO en Ginebra para ver si se podían resolver, en una reunión de voto consultivo (BRM, por su sigla en inglés).



Antes de esa reunión, fijada para la semana del 25 al 29 de febrero, el presidente del Instituto de Normalización Nacional (INN) Sergio Toro y el mandamás de la Cámara de Comercio Electrónico (CCE), Carlos Recabarren, acordaron formar un comité consultivo para definir el voto de Chile.



A dicho comité fueron convocados los ministerios de Economía, Secretaría General de la Presidencia, de Vivienda y Urbanismo, el Servicio de Impuestos Internos y la Corfo. A nivel privado, la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (gremio con socios que mantienen negocios con Microsoft), la Cámara de Comercio Electrónico (que a su vez representa los intereses gremiales de Microsoft), la Sofofa, IBM, entre otras compañías; además de instituciones académicas.



Pese a la diversidad y cantidad de los miembros del comité, la secretaría ejecutiva quedó en manos de Carlos Recabarren, presidente de la CCE, que aparece listada en una organización creada por Microsoft, como una de las promotoras de la aprobación del OOXML, y tuvo hasta enero en su directorio al chief technology officer de Microsoft Chile, José Antonio Barriga.



En su calidad de representante del comité consultivo y del INN, Recabarren fue el único chileno que asistió a la reunión de voto consultivo en Ginebra, la última semana de febrero. La cita de cinco días concluyó el 29 de febrero, luego que los delegados de todos los países revisaron el 20 por ciento de las 3 mil 500 observaciones de correcciones presentadas el año pasado. Ante la posibilidad de seguir retrasando las votaciones, se acordó votar paquetes de correcciones del OOXML sin análisis de fondo. Mientras Estados Unidos, Malasia, India y Sudáfrica rechazaron la moción y el resto se abstuvo, apenas cinco delegados de países aprobaron la medida: uno de ellos fue Carlos Recabarren.



La noticia provocó molestia en algunos de los integrantes del comité consultivo en Chile, debido a lo que se consideró un serio conflicto de interés por parte de Recabarren y a la falta de tiempo para revisar las observaciones de modo acucioso.



"La inconveniencia de apurar la estandarización de un producto a un inmaduro quedó en evidencia en la reunión BRM (Ballot Resolution Meeting) de Ginebra el pasado febrero", señaló el Departamento de Ciencias de la Computación (DCC) de la U. de Chile en un comunicado,



En respuesta, José Antonio Barriga hizo una detallada exposición en defensa del formtao OOXML en su blog y fustigó de pasada a los ingenieros de la Chile..



Votos y presiones



Todos los delegados que votaron en septiembre tienen hasta el 29 de marzo para decidir si cambian de opinión y le dan su apoyo al formato OOXML, situándolo junto al ODF.



De momento, la empresa de Bill Gates cuenta con el voto seguro de Estados Unidos y Alemania, dos grandes que podrían arrastrar a países socios comerciales, para el conteo final del sábado 29 de marzo en Ginebra.



Pero a medida que se acerca la fecha tope, de acuerdo al portal de tecnología británico Channel Register,
, surge un realineamiento contra Microsoft. China, Brasil, Japón y Canadá han reiterado que rechazarán el formato OOXML. A ellos se sumaron Cuba e India. Algo que empuja a Microsoft a buscar votos donde pueda, sea entre países prioritarios como los mencionados, o secundarios, como Chile, para poder cantar victoria.



Si Microsoft no consigue los votos suficientes, el proceso abreviado o de "fast track" volverá a cero y podría tomar años que llegue a ser visado como estándar. Este es uno de los motivos para que la compañía se juegue el todo por el todo por lo que pase en Ginebra. Perder el "fast track" significa perder tiempo y dejar de ganar mucho dinero.



Debido a lo anterior, no son pocos los que apuestan que el INN dará su voto al OOXML y advierten posibles presiones al respecto. Tomás Hermosilla y Juan Olguín, socios de Emerges, empresa que se incorporó al comité consultivo del INN en medio del proceso de análisis, insisten en su blog sobre el lobby de Microsoft : "Nuestra preocupación, es ver que las presiones podrán lograr un posible cambio de voto por parte de Chile de abstención a aprobación, lo cual quedará resuelto por parte del comité espejo en el plazo de hasta el 19 de marzo, y luego el INN en base a estas votaciones, debe resolver si mantendrá o cambiará su voto".



El punto anterior se fundamenta en las denuncias contra Microsoft de presionar a sus socios de negocios en Suecia. Según los antecedentes que llegaron a las páginas del Washington Post , la compañía urgió a sus business partners para que se incorporaran al comité de ese país, que votaría la aprobación del OOXML, a cambio de "contribuciones de marketing" e "incentivos". Suecia primero aprobó el formato y más tarde invalidó su voto debido a las irregularidades.



Pese a todo lo anterior, el director del INN Sergio Toro no ha dado señales sobre cuál será el voto chileno. Toro se encuentra fuera del país hasta el jueves 27, día en que sus asesores se comprometieron a responder las consultas de El Mostrador.cl.





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