Para el gremio de los comunicadores, «la expresión de las legítimas posturas editoriales de los propietarios o controladores de medios de comunicación no deben implicar en modo alguno un menoscabo al trabajo de los profesionales de la prensa, confundiendo los ámbitos de la opinión editorial y el trabajo periodístico ante la opinión pública».
El Colegio de Periodistas manifestó este viernes su solidaridad con los profesionales que se desempeñan en el diario La Nación al expresar su desacuerdo con la publicación de la portada del matutino del miércoles 16 de abril, «cuestión que lesiona la credibilidad del trabajo periodístico que se desarrolla».
La orden profesional se refirió así al mensaje que ese día publicó en su portada el matutino estatal, advirtiendo en toda su extensión y con grandes letras sobre las consecuencias de -tal como posteriormente ocurrió- que el Senado aprobara la acusación constitucional contra Yasna Provoste.
La situación motivó que ese mismo miércoles, el sindicato de periodistas se reuniera con el subdirector responsable, Rodrigo Fernández de Castro Subercaseaux, quien asumió la responsabilidad por la cuestionada portada-editorial, oportunidad en la que enfatizó que no recibió llamado alguno de La Moneda para pautearlo, en medio de la molestia general del equipo periodístico del diario.
Fernández de Castro, quien no es periodista, señaló que había sido "felicitado" por diversas personas debido a esa portada, incluyendo el Consejo Editorial.
Para el Colegio de Periodistas, «la expresión de las legítimas posturas editoriales de los propietarios o controladores de medios de comunicación no deben implicar en modo alguno un menoscabo al trabajo de los profesionales de la prensa, confundiendo los ámbitos de la opinión editorial y el trabajo periodístico ante la opinión pública».
«Es nuestro deber hacer un llamado a las autoridades de Gobierno que, en representación de todos los chilenos designan la mayoría del directorio del diario estatal, a que tomen las medidas necesarias para dotar a dicho medio de comunicación de un gobierno corporativo adecuado a la gestión de un medio de comunicación social estatal en el siglo XXI», agregó.
El Colegio estimó también que «el diario La Nación no posee una política editorial explicita ni un manual de orientaciones estratégicas conocido. Existe en la empresa un consejo de redacción cuyos criterios de generación y nombramiento son desconocidos, con atribuciones indeterminadas y con incidencia en materias periodísticas».
Asimismo enfatizó que «durante varios años el directorio de la compañía no ha nombrado oficialmente un director responsable del periódico, perpetuando una situación de indeterminación periodística en el medio. Resulta, en consecuencia, imprescindible que la sociedad chilena tenga mayor claridad sobre la función y la misión que La Nación desea cumplir en el contexto nacional de medios».
Finalmente la entidad gremial valoró que «los colegas trabajadores del diario La Nación hayan podido expresar su opinión públicamente sin temor a represalias y reiteramos nuestro compromiso y respaldo pleno para con ellos».
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