"Queremos transmitirle nuestro interés en que los responsables de estos aberrantes crímenes de lesa humanidad, cumplan con las condenas conforme al fallo emitido", señala la misiva enviada a la mandataria.
Las Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora enviaron una carta a la Presidenta Michelle Bachelet en la que le expresan un reconocimiento por el "avance significativo" que están teniendo algunas investigaciones judiciales por los ciudadanos argentinos detenidos desaparecidos y ejecutados políticos en territorio chileno durante el régimen militar que encabezo el fallecido Augusto Pinochet.
De esta forma se refirieron al fallo emitido por la justicia chilena el pasado 19 de diciembre, que condenó a los autores materiales del crimen del matrimonio Lejderman-Avalos y responsabilizando al Estado chileno por este horrible crimen.
"Queremos transmitirle nuestro interés en que los responsables de estos aberrantes crímenes de lesa humanidad, cumplan con las condenas conforme al fallo emitido", señala la misiva enviada a la mandataria.
Asimismo agregan que "respecto a la responsabilidad que tiene el estado chileno, le solicitamos que el Fisco llegue a un acuerdo con el hijo del matrimonio Lejderman-Avalos, con el fin de cerrar esta tan dura etapa que ha vivido, siendo él además sobreviviente de la masacre de sus padres, Ernesto no ha podido de niño presentarse a los tribunales, pero desde que logro presentarse a solicitar justicia, es firme y digno colaborador de nuestras organizaciones desde hace años aquí en Argentina".
Bernardo Lejderman, ciudadano argentino y su esposa mexicana María del Rosario Avalos Castañeda, fueron ultimados por una patrulla militar en la Cuarta Región. Habían llegado al país en 1971, atraídos por el proceso político que se vivía en Chile con el Gobierno de Salvador Allende, y se establecieron en la ciudad de Vicuña.
Tras el golpe militar se escondieron en las proximidades del pueblo de Guallihuaica -mientras intentaban huir hacia Argentina usando algún paso cordillerano-, lugar en donde se habría producido según los militares "el suicidio" de los ciudadanos. El hecho sucedió el 8 de Diciembre de 1973.
Tras ello, el hijo de la pareja fue llevado por el entonces capitán de Ejército y hasta hace poco comandante en jefe del ejército Chileno, Juan Emilio Cheyre, a un convento de monjas, donde fue cuidado hasta ser rescatado por el cónsul Argentino en La Serena. Los restos permanecieron desaparecidos hasta que en 1991, por orden del Juez David Salazar y luego de una breve investigación, fueron hallados.
