El director del Centro Regional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias en Aysén, Cristian Hepp, explicó que las cenizas del volcán Chaitén, son más finas en comparación con las del Llaima, lo que a su juicio, "evidencia un escenario más complicado, debido a que son fáciles de transportar por los permanentes vientos de la zona y tienen efectos físicos sobre el aparato respiratorio y digestivo de los animales, por eso, es necesario evacuarlos rápidamente", aseguró.
Desde esta semana se encuentra en la Provincia de Palena, Región de Los Lagos, el director nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Leopoldo Sánchez, con el objetivo de implementar el plan de acción que el Ministerio de Agricultura está ejecutando en la zona afectada por la erupción del volcán Chaitén, además de coordinar el trabajo de monitoreo y evaluación de los diferentes sectores afectados.
El INIA, servicio especializado en investigaciones agropecuarias, ha realizado numerosos estudios sobre catástrofes naturales ocurridas en Chile, como la evaluación de los efectos producidos por la erupción en enero de 2008, del volcán Llaima.
Debido experiencia acumulada, el INIA conformó un equipo de trabajo con expertos de los centros regionales del Instituto, en Osorno y Coyhaique, quienes recorrieron el valle de Futaleufú y recogieron muestras de cenizas volcánicas, suelo, agua y forraje, con el fin de analizar los efectos que han provocado las constantes erupciones del volcán Chaitén. Los profesionales se encuentran realizando un monitoreo y evaluación de los sectores afectados y, la próxima semana, una vez concluidos los análisis, elaborarán un informe con recomendaciones técnicas para las autoridades y los productores.
El director del Centro Regional del INIA en Aysén, Cristian Hepp, explicó que las cenizas del volcán Chaitén, son más finas en comparación con las del Llaima, lo que a su juicio, "evidencia un escenario más complicado, debido a que son fáciles de transportar por los permanentes vientos de la zona y tienen efectos físicos sobre el aparato respiratorio y digestivo de los animales, por eso, es necesario evacuarlos rápidamente", aseguró.
"Es necesario considerar que todos los suelos de la zona son de origen volcánico en su constitución geológica, por lo tanto, las cenizas del volcán Chaitén, aportan una capa más a los suelos. Sin embargo, sólo será posible conocer cómo se comportarán una vez que contemos con los resultados de los análisis y dispongamos de datos objetivos para determinar el problema".
El Centro Regional de Aysén, cuenta con una valiosa y reconocida trayectoria en recuperación de suelos y de preservación del material genético ganadero de la zona, de alto valor patrimonial, tarea que ha realizado con éxito desde el año 1991, cuando el volcán Hudson entró en erupción.
UPI