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«Me ha tocado súper duro»

A tres meses de la peor crisis de imagen de la industria por un artículo del New York Times que cuestionó sus métodos de cultivo y la propagación del virus ISA, el titular del poderoso gremio exportador repasa sus momentos más difíciles y detalla sus contactos con la presidenta Bachelet. Asegura que sacaron lecciones de manejo productivo de los cultivos, le contesta a Patricio Navia y se refiere a la quiebra de su amigo Sergio De Castro.


El 27 de marzo de 2008 quedará registrado en el calendario de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (Salmón Chile) como una fecha negra que el gremio encabezado por César Barros preferiría olvidar. Ese día el prestigioso diario norteamericano The New York Times publicó un largo reporte sobre la propagación del virus ISA (Anemia Infecciosa del Salmón) en los cultivos de salmones chilenos, cuestionando los procesos productivos del sector que registró exportaciones por US$2.200 millones el año pasado.



La publicación generó reacciones en el empresariado y La Moneda, y los salmoneros recibieron una andanada de críticas de ONG’s ambientalistas. Recién el 13 de mayo pudieron respirar un poco más aliviados. A través de una "nota del editor", The New York Times reconoció importantes errores en el reportaje como confundir a un guardia de seguridad con el director del Puerto de Castro y citarlo como tal dando declaraciones, y omitir la versión de los salmoneros "que negaron el uso de hormonas y que los pigmentos pudiesen generar algún riesgo sobre los consumidores". Un dato que a tres meses del inicio del peor dolor de cabeza del gremio, su presidente César Barros recalca.



-¿Cómo están los salmoneros ahora?



-Lo del San New York Times abrió las vibras, sobre todo, de la Presidenta y nos permitió tener un diálogo con la autoridad para retomar un tema que venía dándose vuelta en la industria hace tiempo: por qué no reformulamos la regulación de este sector, que se armó hace veinte años y se ha ido construyendo a parchecitos. Hoy tenemos espacios que están copados y tenemos una industria mucho más grande, que en su minuto no competía con nadie, y ahora compite con el turismo, con los pescadores artesanales, las algas; otras industrias importantes. Por eso queremos verlo. Hacer una revisión en buena y en eso estamos en la mesa con Felipe Sandoval (encargado del grupo de trabajo que estudia medidas para el sector).



-¿Qué momento fue el peor para ustedes? Sean ciertas o no las acusaciones del New York Times, la publicación determinó la agenda.



-Me ha tocado súper duro. Primero fue el sismo de Aysén y nos echaron la culpa de que se hubiera muerto gente. No se había terminado eso cuando vino el tema que apareció el virus ISA en Chile -que era el único país productor de salmón de cultivo que no tenía ISA-, que probablemente vino por un mal manejo y mala inspección de las ovas que traían de Noruega y otras partes. Ahí vino todo un tema de mala propaganda y mal manejo comunicacional que hubo, no de nosotros, pero de otros respecto del ISA. Y eso a su vez gatilla el artículo del New York Times.



-¿Ha sido un año duro?



-Ha sido un año duro. Duro además por el alza de precios de los insumos, baja importante del dólar, conflictos laborales de los cuales no hemos estado exentos. Como la salmonicultura es la industria más grande de dos regiones es mucho más visible. Las fusiones bancarias sacan mucha más gente que nosotros. Pero en Santiago se nota menos.



La primera baja, Bachelet y el paralelo con Celco



El 10 de abril, la noruega Marine Harvest informó en un escueto comunicado que su jefe de negocios para Chile y Estados Unidos renunciaba a su cargo, siendo reemplazado de forma interina por el ejecutivo Alvaro Jiménez Seminario. La salida de Torben Petersen, el CEO para nuestro país, de la mayor empresa salmonera del mundo, y miembro del directorio de Salmón Chile fue interpretada como un coletazo del artículo del periódico norteamericano. Pero nunca se dijeron los motivos de su renuncia.



-¿Está claro que tuvo que ver con el escándalo por el virus ISA, o no?



-Yo paso.



-Después su gremio publicó una inserción solicitada en el New York Times rechazando las acusaciones, que fue criticada por Patricio Navia por su falta de prolijidad. «No es por pegarle a una industria que está golpeada, pero si los salmoneros producen salmón como preparan campañas de publicidad, entonces this smells fishy«, escribió Navia.



-¡A ver si él es tan choro de conseguirse un desmentido del New York Times como lo hicimos nosotros!



-¿Siente que hay un paralelo entre el caso de Celco en Valdivia y las salmoneras?



-Yo creo que aquí hay un ambiente antiempresarial en general, que se ve desde los profesores enseñándole a los niños que el lucro es malo, hasta este tipo de cosas en que las empresas son culpables hasta que se demuestre lo contrario. No en la ley sino que en la parte mediática. Yo te diría que es el único paralelo porque son temas muy distintos. Ahora, apenas salió lo del New York Times, la Cámara de Diputados sacó un acuerdo unánime de apoyo a la industria.



-¿Y la Presidenta?



-La Presidenta se interesó de inmediato. El ministro Foxley, el ministro Hugo Lavados, el ministro Edmundo Pérez Yoma, el ministro Velasco, de todos ellos recibí un apoyo muy importante y tranquilizador.



-Qué le dijo Michelle Bachelet, se comunicó directamente con usted?



-Me dijo que a ella le importaba mucho el tema porque afectaba directamente la imagen país, porque decir cosas como que hay un mercado negro de antibióticos o que se usaban productos prohibidos y que no había ninguna clase de regulación. Sea cierto o no, podía ser aplicable a los salmones, la fruta, el vino y otras actividades.





ONG`s y expansión del virus ISA





-¿El peor golpe fue cuando les retiraron productos de supermercados en Estados Unidos?
-No. Porque eso duró una semana nomás y fue una empresa como Safeway que compra poquitito.



-Pero fue fuerte como imagen.



-Yo te diría que sí. Fue fuerte. Fue un minuto tenso.



-El último informe del Servicio Nacional de Pesca dice que el virus ISA continúa expandiéndose en los centros de cultivo de salmón.



-Pero si vamos a tener que convivir con el virus ISA. Lo que se olvidan es que, por ejemplo, los noruegos tienen la misma cantidad de brotes de ISA que nosotros, pero con bastante mejor manejo publicitario al parecer porque a las ONG ambientalistas no les llama la atención.



-Usted ha dicho que las ONG deben explicitar su financiamiento y que tienen un diseño antiempresa.



-Salvo la WWF, hay muchas que claramente sólo están contra las empresas. Cuando no les dan pelota en lo ambiental se dedican a la parte laboral, cuando no les tiran pega en lo laboral, se tiran por otro lado. Nunca hemos recibido un apoyo así como de decir: "muchachos, los vamos a ayudar de verdad". Han sido muy agresivos.



-¿Cómo andan las lucas para los trabajadores y la tasa de accidentes laborales, dos de las críticas más recurrentes a su industria?



-A ver. No somos la industria que tiene más accidentabilidad y somos el mejor pagador según todas las encuestas de la zona. Y si no nos creen entonces váyanse a trabajar a la lechería o a la madera y lo comprueban, pues. ¿Por qué tenemos tanto empleo y por qué la gente se queda? Porque pagamos bien. Además, después de la minería tenemos la tasa más alta de sindicalización.



El informe de Correa y la quiebra de Sergio de Castro



-Es cierto que hace unos años Enrique Correa les entregó un informeÂ…



-Yo no existía para la salmonicultura hace algunos años.



-Pero entiendo que se le pidió a Correa una asesoría y éste recomendó que cambiaran sus procesos productivos si querían mejorar su imagen.



-No he visto el informe. No he conversado con Enrique Correa el tema. No ha sido algo de mi época en el gremio.



-Se dice que Chile necesitaría la aparición de un sector productivo como los salmones cada diez años para crecer adecuadamente.



-Faltan innovadores. Gente que se atreva.



-¿Qué pasa cuando en Chile "los viejos" no quieren soltar la teta?



-Hay que quitárselas. Y no es imposible. Lo más importante es validar al empresario en la sociedad. Lo más malo es estar educando a nuestros niños con la idea de que el lucro es malo, los empresarios son "chupasangres", etc. En la medida que empecemos a bautizar a los empresarios de esa forma estamos sonados.



-A usted le tocó trabajar con Sergio de Castro ¿qué impresión le dio saber que se pidió su quiebra? Es uno de los padres del modelo económico.



-Paso porque soy amigo de las dos partes. Sergio es dueño y socio de empresas que, hasta dónde yo entiendo, son mucho más grandes que el tamaño de la quiebra que está pedida. Pero no tengo más opinión.




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