Según la Onemi se registró un aumento en la velocidad del curso de la lava que baja por una de sus laderas, que se ha extendido a lo largo de unos tres kilómetros sin alcanzar zonas pobladas.
La actividad del volcán Llaima se incrementó en las últimas horas, por lo que se intensificó la vigilancia y se mantienen las medidas de alerta, informó este viernes la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI).
Según el informe oficial, el volcán, de 3.215 metros de altura y situado a 700 kilómetros de Santiago, expulsó material piroclástico desde su cráter.
Además, se registró un aumento en la velocidad del curso de la lava que baja por una de sus laderas, que se ha extendido a lo largo de unos tres kilómetros sin alcanzar zonas pobladas.
La directora de la ONEMI, Carmen Fernández, dijo a los periodistas que estos fenómenos son reflejo de comportamiento inestable y que por lo mismo es necesario intensificar la vigilancia.
Fernández indicó que una de las corrientes de lava surgidas del Llaima va hacia la boca del río Calbuco y advirtió de que se puede producir un desborde.
Al respecto, el gobernador de la región de Cautín, Andrés Jouannet, señaló que una posible crecida del Calbuco es la mayor preocupación en la zona, por lo que bomberos, carabineros y miembros del Ejército están encargados de vigilar permanentemente el río.
En declaraciones a radio Cooperativa, el gobernador indicó que el volcán ha tenido una actividad «bastante importante, pero nada que pueda alertar a la población», a la que llamó a mantener la tranquilidad, pues, según dijo, todos los sistemas para enfrentar una emergencia están preparados.
«Estamos en una tensa calma, siempre esperando» indicó y afirmó que el plan de contingencia está listo desde enero pasado, cuando el Llaima sufrió otro episodio eruptivo.
«La gente tiene sus bolsos hechos, con puntos de encuentro, camiones del Ejército y autobuses cercanos listos por si hay que evacuar», precisó el gobernador.
La erupción del Llaima, que comenzó el pasado lunes, obligó a las autoridades a mantener zonas de exclusión cercanas al volcán, a las que no se permite el ingreso, mientras que unas 20 personas abandonaron voluntariamente los sectores más cercanos.
EFE