Cuando el Senado rechazó la propuesta de Bachelet para que el magistrado integrase el máximo tribunal, la mayor sorpresa se la llevó el ministro de Justicia, cerebro de la operación. Tras un almuerzo realizado ayer en el Congreso, el ministro sacaba cuentas alegres, pero en la Sala recibió un balde de agua fría. En el oficialismo se dice que el asunto fue una »pasada de cuenta» por la forma en que negoció el asunto, privilegiando el acuerdo con la derecha. Pero las declaraciones de Pfeiffer en
Por Pablo Basadre y Miguel Paz
El titular de Justicia, Carlos Maldonado, enfrenta un difícil momento luego de que el Senado rechazara la propuesta de Bachelet para que el magistrado Alfredo Pfeiffer llegara al máximo escalafón del Poder Judicial. La decisión se adoptó en una votación de 23 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones, que no fueron suficientes para lograr el quórum de dos tercios del Senado necesarios para ratificar el nombre que había propuesto la mandataria, quien apostó todas sus fichas por el nombre de Pfeiffer a instancias de Maldonado.
En el oficialismo explican que se trató de una "pasada de cuenta" a Maldonado por su forma de negociar. El celo del ministro en sus conversaciones con Espina, principal interlocutor de la oposición, y la nula participación del ministro Viera Gallo en la operación, le jugaron una mala pasada.
Maldonado fue el articulador de la propuesta y estuvo a cargo de las negociaciones con la oposición para obtener los votos necesarios. De acuerdo a diversas fuentes consultadas por El Mostrador éste le aseguró a la Presidenta que contaba con apoyo suficiente. Por eso, el senador PS Jaime Naranjo, principal opositor a la designación de Pfeiffer como nuevo integrante de la Corte Suprema, explicó que "el ministro Maldonado va a tener que asumir la responsabilidad y dar explicaciones a la Presidenta Bachelet. Este fue un error de él, no de la Presidenta, porque Maldonado fue a decirle que tenía los votos y ella confió en él".
En el PS afirman que el presidente y senador Camilo Escalona y su par, Juan Pablo Letelier, no hicieron la prevención al gobierno de sus posturas al momento de votar el nombre de Pfeiffer, pues ambos lo evaluarían en la Sala. Un senador del partido explica que el cálculo político del titular de Justicia estuvo siempre "errado", sobre todo por la carga en contra que arrastraba el nombre: "La envergadura del tajo hacía irresistible la abstención", explica uno de los senadores.
El sorpresivo revés es una dura derrota para La Moneda, que promovió a Pfeiffer pese a que el magistrado era altamente resistido por representantes del PS y organizaciones de Derechos Humanos. Estos cuestionaban su trayectoria, ligada a la defensa de las tesis jurídicas que invocan los militares procesados en causas de violaciones, incluyendo la aplicación de la Amnistía y en su momento la demencia de Pinochet.
La última cena
En el almuerzo en el Senado, horas antes de la votación, donde estaban la mayoría de los senadores de la Concertación presentes junto a los ministros Maldonado y Viera-Gallo, el titular de Justicia habría sacado la cuenta que contaba con 29 votos, más que los necesarios para la designación de Pfeiffer.
Un senador comenta que "no se trató de un almuerzo sino que de la última cena. Sólo Naranjo y Ruiz Esquide manifestaron su posición. Maldonado se fue convencido de su triunfo". Y agrega: "En el almuerzo reforzó su gestión e hizo presente el "apoyo" que debían dar a la propuesta de Bachelet". Pero su sorpresa fue mayor en la Sala cuando la votación se le vino en contra. «No voy a entrar a analizar la situación de cada partido, de cada senador en particular. Como Gobierno habíamos conversado con los senadores y los compromisos de apoyo a la propuesta presidencial eran suficientes para que ésta fuera aprobada. Lamentablemente no se ha producido en la práctica», dijo a la salida de la sesión y evitó nombrar a los senadores que votaron en contra.
En Justicia, según cuenta un asesor, estaban seguros, días antes, que Pfeiffer tendría los votos de la oposición y no vislumbraban problemas en el oficialismo a pesar de las resistencias que generaba el nombre. Pero tal como le ocurrió al Ministro de la Segpres con el proyecto que creaba el Instituto de Derechos Humanos, en esta oportunidad también pesó la opinión de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. "En este gobierno ya se han cometido errores de gestión política al no escuchar todas las posturas y en este caso, la de los familiares de detenidos desaparecidos era muy relevante. Maldonado sabía muy bien lo que se estaba jugando al llevar un nombre como ese", acota un senador DC.
Mientras, en la oposición, el senador Alberto Espina fue enfático y acusó a los senadores gobiernistas de romper "la palabra empeñada por la Presidenta de la República, causarle un agravio a la Corte Suprema, no cumplir un compromiso de honor que estaba suscrito y afectar gravemente las confianzas que tienen que existir dentro de los distintos sectores políticos para llevar adelante iniciativas del bien común en el país".
La lista de Schindler
Las declaraciones de Pfeiffer en una entrevista concedida al diario El Mercurio el 17 de abril de 1994, relativizando el Holocausto judío, y que fueron dadas a conocer ayer por El Mostrador, fue otro factor que pesó en la votación, aseguró Naranjo, uno de los senadores del PS que tuvo el texto a la vista durante la sesión de ayer.
En dicha entrevista con la periodista Raquel Correa, el magistrado expresó sus dudas respecto de cómo se mostraba en la película "La lista de Schindler" el actuar del régimen nazi, señalando que no le gustan ese tipo de films porque "siempre se exagera" y "se supone demasiado malos a los alemanes", a lo cual agregaba que tenía sus dudas respecto a cómo habían ocurrido los hechos.
«¿No cree en el Holocausto judío?», preguntó entonces Correa. "Mire, tanto como no creer, no. Pero una cosa es cómo habrá sido realmente y otra la forma en que lo presentan", contestó Pfeiffer, quien tiene un hermano -Franz- que fue militante del Partido Nazi chileno y otro -Arturo- que militó en el PS y se "autoexilió" en 1976.
"Cuando fui al campo de concentración de Buchenwald, cerca de la ciudad donde nació y vivió Goethe, también me propuse que las personas que no condenaran enérgicamente al nazismo nunca iban a tener mi comprensión y mi respaldo y resulta que el ministro Pfeiffer tampoco lo hace. De modo que aquí hay razones profundas y de conciencia", dijo Escalona justificando su voto.
Por su parte, el senador Jaime Naranjo, argumentó en este punto que "un ministro que tiene una doctrina clara de la impunidad y que tiene una concepción de cosas que todos rechazamos a nivel mundial como el Holocausto y la persecución de los judíos, obviamente es difícil aceptar que pueda llegar a la Corte Suprema".
Quién es quién
Los senadores que rechazaron a Pfeiffer son los DC Soledad Alvear, Eduardo Frei y Mariano Ruiz-Esquide; los PS Jaime Gazmuri, Pedro Muñoz, Jaime Naranjo, Alejandro Navarro, Ricardo Núñez, y Carlos Ominami; y el radical Nelson Ávila. Los senadores de la Concertación que votaron a favor de Alfredo Pfeiffer son los del PRSD José Antonio Gómez y Guillermo Vásquez; los PPD Guido Girardi y Roberto Muñoz Barra y el DC Hossain Sabag. En tanto, el DC Jorge Pizarro se inhabilitó y los militantes PS Camilo Escalona y Juan Pablo Letelier optaron por la abstención.
En la derecha Pfeiffer contó con un apoyo cerrado, a los que se sumaron los independientes Carlos Bianchi, Adolfo Zaldívar y Carlos Cantero.
