Chile adjudicó la semana pasada al consorcio European Aeronautic Defence and Speace Company (EADS) la compra de un satélite por un valor de 72 millones de dólares, el que será destinado a actividades civiles y fue adquirido gracias a los fondos de la Ley Reservada del cobre.
Diputados de la Alianza criticaron el instructivo de austeridad entregado por la Presidenta Michelle Bachelet a sus ministros, ya que este se contradice con la decisión de gastar miles de dólares en un satélite.
Así lo señalaron los legisladores UDI María Angélica Cristi y Julio Dittborn, quienes afirmaron que el gasto en el satélite debió haber sido declarado prescindible, ya que es un gasto innecesario.
«La Presidenta lo debiera haber declarado un gasto prescindible, por lo menos por este momento, además distintos técnicos dicen que es de baja resolución, lo que es muy importante en el uso de un satélite, porque lo más importante que nos puede dar un satélite es la imagen, ninguno de los oferentes que quedaron seleccionados usan satélites con resoluciones menores», explicó Cristi.
La legisladora precisó que la calidad del aparato es demasiado baja, lo cual impedirá tomar imágenes en días nublados, a pesar de que Chile se caracteriza por estas condiciones climáticas.
La diputada de derecha aseguró que de comprarse un satélite, lo obvio es que se "hubiera comprado uno de alta resolución y de alta utilidad, y además cuestionamos el uso de la Ley Reservada del cobre, porque es exclusivamente para la compra de material bélico».
Por su parte, Dittborn sostuvo que antes de la compra de un sistema de este tipo, lo primero que debe tener el país es una política nacional y una agencia espacial.
«Lo que parece raro y a lo que nosotros nos oponemos es a que se compre un satélite caro como este, antes de que exista una política espacial y una agencia chilena del espacio, es como poner la carreta delante de los bueyes. Lo primero que uno tiene que tener es la política y los expertos y luego tiene que evaluar si conviene comprar un satélite», mencionó.
También mencionó tener dudas de cómo se administrará el satélite, ya que "un Gobierno que no ha sido capaz de implementar un sistema de micros en Santiago y que no ha sido capaz de echar a andar un tren, pueda hacer funcionar bien un satélite".
Chile adjudicó la semana pasada al consorcio European Aeronautic Defence and Speace Company (EADS) la compra de un satélite por un valor de 72 millones de dólares, el que será destinado a actividades civiles y fue adquirido gracias a los fondos de la Ley Reservada del cobre.
