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La derecha post Pfeiffer

La negativa de los senadores oficialistas al nombramiento del polémico magistrado para ascender a la Corte Suprema, no sólo dividió a la Concertación, sino que también tuvo efectos en la Alianza donde no hay acuerdo respecto del camino a seguir. Algunos pretenden imponer la tesis de que es imposible seguir con la búsqueda de consensos y otros creen que pese a lo sucedido es necesario hacer esfuerzos »por el bien del país».


No respetar un compromiso, cuando quedan tantos por venir, parece un error de estrategia. Y en política estos desaciertos se pagan, bien lo saben en La Moneda. De allí la preocupación del gobierno a raíz de la inesperada reacción de un importante sector de la Concertación que negó sus votos para colocar al ministro Alfredo Pfeiffer en la Corte Suprema. Pero esta situación puso también a la derecha en una disyuntiva difícil de sobrellevar. Lejos de lo que se hubiera esperado, la Alianza no tiene una sola postura frente al futuro en materia de acuerdos. Mientras algunos creen que a partir de ahora no hay espacio para consensos, otros opinan que un escenario tan radical sería perjudicial para el país.



Aunque dirigentes y parlamentarios de la oposición coinciden en rechazar la actuación del oficialismo, dado que "se rompieron las confianzas", no son pocos lo que estiman que "no sería bueno para la marcha del país cerrar toda posibilidad de diálogo hacia adelante". El abanderado de RN, Sebastián Piñera, es uno de los que apuesta por no romper el diálogo. A su juicio, "A pesar del traspié y del incumplimiento del acuerdo, nosotros vamos a mantener una actitud de colaboración, de diálogo, de búsqueda de acuerdos, porque esa es la única manera de que nuestro país salga adelante y para que los problemas no se sigan acumulando".



Piñera no está solo en esta postura. Un importante parlamentario de su partido ratificó que si bien discrepa con la actuación del oficialismo y que ésta hace difícil la búsqueda de nuevos acuerdos, precisó que el país no está en condiciones para que algunos opten por asumir posiciones radicales. "Lo que pasó de ningún modo debe impedir la búsqueda de nuevos acuerdos", e incluso plantea que tampoco es bueno cerrarse a aprobar un nombre diferente al de Pfeiffer en el Senado. "Habrá que conversar y tratar de llegar a un acuerdo que sea respetado por todos", asegura.



Pero no todos en RN están en esta línea. De hecho, un alto dirigente del partido, conciente de que son los senadores quienes finalmente votan en el Congreso, plantea que lo sucedido la semana pasada "cierra cualquier posibilidad de acuerdo en este y otros temas. Porque es imposible creer que la Concertación no vuelva a engañarnos". Aunque reconoce la disposición de la Presidenta Bachelet y del ministro de Justicia, Carlos Maldonado, a respetar los acuerdos, insiste en que al llegar al Congreso sus parlamentarios los desconocen.



Perro muerto



Algo parecido ocurre en la UDI. Si bien en el gremialismo la desconfianza es aún mayor que en la sede de Antonio Varas, el secretario general del partido, senador Víctor Pérez, es enfático: "Quien le pegó una puñalada por la espalda a los acuerdos fue la Concertación" y, a partir de ahora, "el ministro de Justicia no tiene ninguna credibilidad, por lo que va a ser muy difícil llegar a un acuerdo para el nombramiento de otro magistrado".



Al punto que para el dirigente gremialista cualquier avance en materia de acuerdos pasa necesariamente porque el gobierno rectifique lo hecho. Y con ello apunta a que La Moneda debe insistir en el nombre de Alfredo Pfeiffer para la Suprema, de lo contrario será imposible recobrar la confianza perdida, asegura Pérez.



Incluso plantea que "en los hechos es un nuevo ministro de Justicia el que debiera llevar adelante la negociación para nombrar al ministro de la Corte Suprema", dado que a su juicio Maldonado ya no tiene credibilidad. Para el dirigente gremialista la actuación del oficialismo en el caso Pfeiffer "es como ir a un local, tomar un producto y no pagar su precio", algo así como hacer perro muerto. Por lo que Maldonado "no tiene hoy ninguna capacidad para hablar con nosotros".



En este contexto, para el parlamentario "una cosa es tener predisposición al diálogo y otra muy diferente es pecar de ingenuo". Así, explica que dados los últimos acontecimientos, en lo personal, se siente incapaz de avanzar, por ejemplo, en un acuerdo sobre modernización municipal. De hecho, relata que antes de la votación para nombrar a Pfeiffer el gobierno había sondeado la posibilidad de llegar a un consenso en esta materia, y él había estado dispuesto a ello. Sin embargo, precisó que tras lo sucedido "cómo me voy a sentar a la mesa con el gobierno".



Convencido de que "ya no hay credibilidad para cualquier otra negociación", explica que "no podría comprometer a la UDI en un acuerdo, puesto que este no es el primero que se desconoce" y recordó lo sucedido con la negociación por la mesa de la Cámara a principios de año, así como el acuerdo en educación.

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