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Gobierno pide mesura sobre nuevo informe de accidente aéreo en Panamá

Según el documento elaborado por una empresa israelí, el aparato SAN-100 debía haber sido sometido a más de 10 reparaciones de piezas en los instrumentos de vuelo y de los dispositivos que miden el rendimiento de los motores.



El Gobierno pidió hoy prudencia ante la difusión de un informe técnico realizado por una empresa israelí sobre el helicóptero que se accidentó en Panamá y causó la muerte del director de Carabineros, José Bernales, y de diez personas más.



«El Gobierno de Chile no se va a adelantar a hacer un pronunciamiento sobre el informe. Éste es un nuevo elemento para lo que nos interesa como país, saber la verdad de por qué se cayó ese helicóptero», dijo a los periodistas el vocero de La Moneda, Francisco Vidal.



Según el informe de una empresa israelí, difundido hoy por el diario La Prensa de Panamá, el helicóptero SAN-100 que se estrelló el pasado 29 de mayo debía haber sido sometido a más de 10 reparaciones de piezas en los instrumentos de vuelo y de los dispositivos que miden el rendimiento de los motores.



El director del servicio aéreo de Panamá, Rigoberto Gordón, dijo por su parte a la edición electrónica del diario chileno El Mercurio que el SAN-100 tenía prevista una modernización para mayo de 2009.



«Era una decisión del SAN (Servicio Aéreo Nacional) para modernizar sus equipos (…) Lamentablemente el periódico lo ha publicado como que se tenía que hacer obligatoriamente, no (…). Era sólo una sugerencia para modernizar la flota», especificó Gordón.



El helicóptero SAN-100, de fabricación estadounidense, estaba en servicio desde 1973, cuando lo compró el general Omar Torrijos, «hombre fuerte» de Panamá fallecido en un accidente aéreo el 31 de julio de 1981.



El día del siniestro, el pasado 29 de mayo, Bernales y la comitiva que lo acompañaba asistían en Panamá a un seminario de la Policía Nacional (PN).



La aeronave se precipitó a tierra en una zona comercial de la capital panameña, por causas que aún se desconocen, y causó la muerte de once personas, de las que seis pertenecían al grupo chileno.



En enero de este año, cinco meses antes del accidente, la empresa «Israel Aerospace Industries» hizo una inspección a siete helicópteros de la flota Bell del Servicio Aéreo Nacional de Panamá (SAN).



El informe de esa compañía establece que en el helicóptero siniestrado se debían haber realizado por lo menos tres cambios estructurales básicos, que consistían en modificar el piso, los soportes de los asientos y el panel principal.



EFE

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