Publicidad

La misión que Insulza se llevó a Washington

Si es elegido como candidato de la Concertación, y el desorden continúa como ahora al interior de los partidos, el Pánzer deberá constituirse en algo así como un "hombre bueno", similar al rol que ocupó Patricio Aylwin en los inicios de la transición. El objetivo es buscar los equilibrios en la negociación parlamentaria y reordenar a las colectividades para dar un mensaje de unidad al país. Ahí emerge su principal fortaleza: una muñeca perfectamente calibrada para armar acuerdos que dejen a todo


Por Pablo Basadre G.



José Miguel Insulza se llevó varias tareas en la maleta cuando emprendió viaje a Washington. En la reunión con la disidencia del PS, le pidieron que colaborara para solucionar la fuerte disputa que existe al interior de la colectividad y "garantizara la paz interna", si era elegido precandidato en la Convención del 29 de Noviembre. Insulza se mostró de acuerdo y después de casi tres horas de reunión logró que le dieran su apoyo.



En su círculo explican que el conflicto en el PS lo proyecta como una realidad del resto de los partidos, así como también de su solución. Por eso, en ese escenario, la primera misión del Pánzer, si finalmente es el ungido, será reconstituir las relaciones entre los conglomerados de la coalición. Particularmente acercar a la directiva del PPD con el PS y lograr buenos acuerdos en una futura negociación por una plantilla parlamentaria. O sea, que queden todos contentos.



Pero lo más importante para sus cercanos es que deberá demostrar que no sólo es capaz de articular soluciones políticas, sino exhibir hacia la opinión pública un lado más desconocido: su rol de creador y generador de grandes ideas para los desafíos de Chile en los próximos cuatro años. "Siempre ha sido un gran gerente, un ejecutor impecable, pero ahora debe trabajar para que la ciudadanía lo conozca como alguien que entrega las directrices", comenta un dirigente PS.



La muñeca de Insulza



Sus adherentes en el PS dicen que Insulza ha dado muestras en su trayectoria de ser alguien con quien se puede conversar y llegar a acuerdos. Un cercano comenta que el hecho político más destacado dentro de su carrera fue el acuerdo entre Lagos y Longueira en medio del caso MOP Gate. Insulza jugó un papel fundamental, en una negociación intensa que cambió la historia de ese gobierno en su peor momento.



Esas condiciones naturales para construir acuerdos y ser un interlocutor válido con la oposición y con otros actores sociales es, según sus cercanos, lo que lo diferencia del resto de los candidatos. Uno de los hechos donde mejor lo demostró es el paro de los portuarios en 1999 cuando, como ministro Secretario General de la Presidencia de Frei, y mientras en la derecha le enrostraban ser "la billetera más rápida del gobierno", Insulza negoció con los dirigentes que llevaban un año discutiendo un acuerdo en medio del programa de modernización de los puertos.



Según recuerdan, el ex ministro hizo gala de toda su habilidad política. Recibió a más de 20 dirigentes en La Moneda, fue a buscar a la puerta de la Segpres al presidente Walter Astorga y durante toda la reunión le habló como si estuviese dirigiéndose a otro ministro o a una autoridad mayor. Después de muchos tiras y aflojas se llegó a un acuerdo e Insulza logró terminar con un año de paralizaciones que le hacían perder a Chile millones de dólares diarios.



Su rol de componedor



Las dudas que deberá despejar Insulza en el PPD, principalmente, se centran en el hecho de sentirse "amenazados y agredidos" por la actual directiva del PS y los constantes reclamos de la DC. En el PPD creen que en la negociación por la plantilla parlamentaria, podrían cobrarle más de una cuenta. Eso podría explicar el apoyo de Auth a Frei, pues "tal vez crean que con Frei esa negociación parlamentaria será más holgada".



Su rol de componedor en la búsqueda de entendimientos estará matizada por otra de las ideas que hace tiempo le ronda a Insulza. Ser capaz de trabajar en un nuevo pacto político que renueve el ciclo ya evidentemente desgastado que hoy exhibe la Concertación. El Pánzer se ha preguntado muchas veces si la coalición está preparada para un quinto mandato, algo inédito en Latinoamérica. "Debe existir un compromiso programático fuerte, que hable del Chile del futuro y el debate de ideas para buscar consensos. Cualquier proyecto debe tener un sustento real. Ya no podemos decirle a la gente que debe vote por la Concertación para que la derecha no llegue al poder. Ese discurso estás gastado", comenta un dirigente PS.

Publicidad

Tendencias