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La infumable estrategia antidrogas del Conace

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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Luego de nueve años a cargo de la entidad, la esposa del ministro Viera Gallo, conectada familiarmente con Sebastián Piñera y la plana mayor de la UDI, se prepara para entregar el mando de la agencia antidrogas. Se  va dejando un presupuesto que se ha triplicado en cinco años, donde se ha ganado en cobertura de la población en riesgo, pero en medio de fuertes críticas de los especialistas que aseguran que «la Concertación ha estado muy lejos de las ideas del progresismo europeo, internacional y ha sido  más bien conservadora» en este tema. Un informe de la Dipres cuestiona aspectos importantes de su gestión.


En  la primavera de 2007 el equipo ejecutivo del Consejo Nacional de Estupefacientes (CONACE) se junta en un hotel de Las Condes a pensar cómo van las cosas. Faltan pocos meses para que se cumpla el plazo de la Estrategia Nacional de Drogas 2003-2008 y los encargados de contener y rehabilitar a los consumidores discuten nuevas estrategias para un problema creciente. Juan Carlos Araneda, jefe del área de evaluación y estudios habla de una tendencia usada en Canadá, Australia y algunos países europeos. La exposición suena audaz porque implica revisar las penas por infracción a la ley de drogas a pequeños revendedores y microtraficantes,  -ya que el costo social es cada vez más alto-, y propone concentrarse en los delitos más graves. También apunta a olvidarse de la abstinencia como fin último de la rehabilitación y admitir que no provoca el mismo daño consumir marihuana que pasta base o cocaína.

Araneda se atreve a enunciar un cambio de paradigma y torcer hacia lo que en el resto del mundo se conoce como la corriente de «reducción de daños» para abordar el problema de las drogas. Cuando termina la exposición María Teresa Chadwick Piñera, Secretaria Ejecutiva del Conace, no puede ocultar su molestia y le recuerda al sicólogo que sus ideas no sirven como estrategia global. «Le aclaró con mucha vehemencia que la línea del gobierno iba por otro lado, fue tanto el ninguneo que él no fue a trabajar en dos días y al poco tiempo renunció», asegura un testigo de la ocasión.

Entre el Mapu y la UDI

Si hay algo que María Teresa Chadwick tiene claro es el valor supremo de la lealtad y que, por sobre cualquier consideración, ella es parte de  la Concertación más allá de sus lazos  afectivos. Su historia con el oficialismo parte al lado del Mapu, del que se reconoce fundadora.  Se casó con el actual ministro José Antonio Viera- Gallo, uno de los líderes del  movimiento, e incluso su hermano el actual senador UDI Andrés Chadwick antes de descubrir la figura de Jaime Guzmán coqueteó con el Mapu: tuvo un banderín del Che Guevara en su pieza, del que su padre, Herman Chadwick Valdés, se deshizo días después del Golpe.

La «Té», como la conocen sus cercanos, debió esconderse en la nunciatura apostólica con Viera-Gallo, quien estaba entre las personas para «ubicar y detener» en la portada de «El Mercurio» días después del golpe de 1973. Titulada de socióloga en la Universidad Católica, en Roma, donde vivió 10 años como exiliada, se graduó como documentalista en la Escuela Diplomática Vaticana. En Italia los Viera-Gallo Chadwick vivieron con sus tres hijas: María Teresa («Titi»), María José y Manuela. En estos años fortalecieron su amistad con el actual secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quién se aloja en la casa del matrimonio en Vitacura cuando viene a Chile.

En 1984 Té Chadwick vuelve a Chile y se hace cargo de la oficina local de Isis International, una organización feminista ligada a la Iglesia Católica. Ya en el gobierno de Patricio Aylwin es una de las personas que ayuda a formar el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), donde llega a ser Subdirectora. La administración de Eduardo Frei la designa a cargo de los jardines infantiles que mantiene la Fundación Integra. En 2000 Insulza asume como ministro del Interior de Ricardo Lagos y necesita una persona que represente el consenso necesario para estar al frente del Conace, que tiene representantes de 15 instituciones públicas, desde ministerios hasta las policías y las ramas de las Fuerzas Armadas.

El presupuesto y los hombres de confianza

Hay pocas personas que como ella encarnan la transversalidad. A través de su madre, Paulette Piñera, hermana de José Piñera Carvallo, está emparentada con el candidato presidencial de la Coalición por el Cambio, y su hermano Herman Chadwick Piñera, ex alcalde de Providencia en tiempos de Pinochet, antiguo militante UDI,  abogado y presidente de Copsa, la organización que agrupa a los concesionarios privados de carreteras, fue uno de los donantes privados de la Fundación Democracia y Desarrollo, del ex presidente Ricardo Lagos.

Los Piñera son la rama familiar con la que Té y su clan  mantienen contacto más fluido, pero también tienen lazos sanguíneos con el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza Chadwick. Por eso no cuesta imaginarse que pueda integrar el «gobierno de unidad» que cada cierto tiempo aparece en el discurso de Sebastián  Piñera. Pero ella lo descarta de plano: «Más allá de los lazos afectivos con mi familia, yo soy de la Concertación, milito en el PS, mis ideas son de ese lado y la verdad me gustaría retirarme en marzo, ya tengo una nieta y quiero descansar», admite la directora de Conace. Chadwick reconoce medio en broma que sus lazos familiares tan influyentes son muchas veces «un calvario», porque la mantienen siempre en la mira del escrutinio público. Pero quienes trabajan con ella admiten que esa trenza de parientes con poder e influencia le confiere un perfil «temible, si quiere puede reventarte la vida», cuenta un ex funcionario que dejó la repartición hace algunos meses.

Ella, sin embargo, prefiere ponerle atención a Laurita, su nieta de 5 años. A veces la lleva a la oficina para estar cerca suyo. Así, mientras la abuela trabaja, la niña, hija de María Teresa Viera-Gallo, ex candidata a concejal por Santiago,  juega en las oficinas del Conace en el noveno piso de Agustinas 1235.

En los 9 años que lleva a cargo de la institución ha conseguido formar equipos de trabajo muy cohesionados. Entre los funcionarios de más confianza están el jefe de finanzas, Enrique Martínez, que incluso hizo de «recaudador» en la puerta de un hotel en Concepción durante una cena de desagravio que se organizó cuando José Antonio Viera- Gallo fue despojado de su cupo al Senado por Alejandro Navarro.

El jefe nacional de prevención, Decio Mettifoggo, es otro de los hombres de confianza de la Secretaria Ejecutiva. Militante PPD, antes del Conace trabajó como sicólogo en el Ministerio de Justicia. En el Conace aclaran que es el principal articulador de recursos, ya que técnicamente es él quien maneja los $29 mil 272 millones que dispone el programa de Prevención para el año 2009. El  gasto en Tratamiento y Rehabilitación prácticamente se ha triplicado entre 2005 y 2008, en términos reales, pasando de $3.881 millones a $13.756 millones.

Anti progresismo

Hoy María Teresa Chadwick está en plan de despedida. Prepara su viaje a Nueva York donde viven sus hijas Manuela y María José. A partir de ayer en la página de Conace está la cuenta pública correspondiente al período 2006-2009, donde se destacan los logros especialmente en la cobertura de los cinco componentes que forman el programa de prevención: en las familias, los colegios, las comunas, las empresas y el que comprende tratamiento y rehabilitación.

Todas las cuentas son alegres. Destacan el aumento de los beneficiados y las coberturas de los planes de prevención para cada segmento. «Creo que aún faltan cosas por hacer pero cuando llegué a  Conace teníamos un presupuesto de cuatro mil millones y ahora tenemos 30 mil, eso es un gran  avance», comenta Chadwick.

Remo Pompei, director de desarrollo de la Fundación Paréntesis, ligada al Hogar de Cristo, también empieza mencionando la parte llena del vaso que contiene la prevención de drogas «El Conace ha tenido la capacidad de instalarse como referente en el tema de drogas en el país, ha logrado legitimidad política. Tenemos buenas relaciones, pero las diferencias sobre cómo conducir este tema son muy  grandes», dice. Pompei pertenece a la Red Chilena de Reducción de Daños, un grupo de personas ligadas a  instituciones no gubernamentales que propician un cambio de paradigma en torno al tratamiento de las drogas, buscando lo que ellos llaman un enfoque «sociosanitario» más que el enfoque «punitivo» que le adjudican al gobierno, del que depende el Conace.

«La Concertación ha estado muy lejos de las ideas del progresismo europeo, internacional  y ha sido  más bien conservadora. La estrategia de reducción de consumo no la ha hecho ningún país y cuando lo logran, el consumo se ha ido desplazando. Es difícil de lograr porque tiene que ver con otros factores, si miras los ciclos más largos de 20 o 30 años, te das cuenta que el consumo aumenta en períodos», dice Pompei.

Un ejemplo de las miradas distintas fue la crítica que se hizo de la campaña «Vuelve a Ser Inteligente» para prevenir la marihuana. Desde la Red hubo un duro intercambio epistolar entre ellos y María Teresa Chadwick. «Más que la campaña nos preocupó mucho más el instructivo que se mandó a los colegios a instancias del Conace después de un reportaje de Informe Especial en el Instituto Nacional. El instructivo obligaba a los profesores e inspectores a denunciar cualquier sospecha de tráfico y consumo. Es grave porque instala una cultura de la delación y la sospecha en un espacio educativo, que se puede reproducir en la familia,  donde los adultos nos transformamos en policías de los jóvenes», explica Remo Pompei, recordando que el consumo mayor de sustancias sicotrópicas es en los adultos que consumen drogas con prescripción médica. «Es un consumo hundido que no aparece en las encuestas», dice.

El informe de la Dipres

Con todo, el saldo para la directora del Conace sigue siendo positivo. «Este es un tema muy duro y complejo, ellos tienen un paradigma distinto, nuestras diferencias no son insoslayables», dice Chadwick, quien tiene en cuenta el informe de la Dirección de Presupuestos que evaluó el programa de Prevención durante ocho meses de trabajo en la repartición.

«El propósito da cuenta de un resultado esperado y asociado al problema que se identifica claramente con el diagnóstico inicial», dice el informe y continúa consignando que «El diseño es apropiado para abordar la prevención primaria y terciaria, en estos ámbitos de acción no se identifican componentes o actividades prescindibles; excepto en el caso del componente de prevención terciaria en donde el aspecto más débil en su diseño está relacionado con la rehabilitación e inserción social pues no se identifican acciones claras que den cuenta de este objetivo. Por otro lado, a pesar de que existen acciones enfocadas a la prevención secundaria en dos de los componentes preventivos evaluados (Educación y CONACE Previene en la comuna), se observa que éstas no tienen el mismo nivel de desarrollo que la prevención primaria y terciaria y no se identifican como productos específicos en la propuesta programática evaluada».

Respecto de los criterios de selección para los beneficiarios el documento establece que «debieran contemplar conceptos asociados a vulnerabilidad social frente al consumo de drogas. Actualmente los criterios no se corresponden con esta lógica de priorización. En el caso de prevención familiar, escolar y laboral, acceden a estos programas aquellas familias, colegios y empresa que conozcan, accedan y tengan disposición a participar en estos programas».

Entre otras, cosas el informe de la Dipres recomienda el cambio de la estructura organizacional de la repartición a través de un proyecto de ley que se tramita en el Congreso. «El CONACE central está compuesto por 121 funcionarios, de los cuales 20 están en modalidad a contrata (16,5%) y el resto son asesores contratados a honorarios (83,5%). Es una debilidad que haya un porcentaje tan alto de honorarios porque no garantiza estabilidad del equipo profesional en el tiempo, ello se debe a que CONACE no es un programa dentro de la Subsecretaría de Interior; su próxima conversión en un servicio es un avance en este sentido». Para cuando eso ocurra. Chadwick estará probablemente en Bahía Azul, el balneario de la Cuarta Región donde ella y otros personajes del oficialismo mantienen casas para descansar.

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