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El efecto conservador de la CEP

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Mucha de la expectación en torno a los porcentajes de cada candidato sólo se justifica porque las verdaderas dudas sobre la elección presidencial siguen sin resolverse. Los nudos gordianos siguen ahí.  Y esperar que la encuesta CEP los desatara era sólo un espejismo. Quiénes pasarán a segunda vuelta, quién ganara finalmente la elección, son preguntas sin respuesta todavía.


Difícil dar una mirada más original a los resultados de la encuesta CEP, toda vez que mucho de lo que dice esta encuesta ya estaba internalizado por el mercado político hace semanas.

Decir que Marco Enríquez-Ominami acortaba su brecha con Frei, nada nuevo. Que Frei bajaba producto de la larga cadena de errores comunicacionales, nada nuevo.  Que Piñera se mantiene primero pero no logra crecer. Todo había sido acreditado por varias encuestas con anterioridad.

Entonces mucha de la expectación en torno a los porcentajes de cada candidato, sólo se justifica porque las verdaderas dudas sobre la elección presidencial siguen sin resolverse. Los nudos gordianos siguen ahí.  Y esperar que la encuesta CEP los desatara era solo un espejismo.

Quiénes pasarán  a segunda vuelta, quién ganara finalmente la elección, son preguntas sin respuesta todavía.

Sobre todo si consideramos que producto de su metodología y natural desfase entre la realidad que mide y el momento en que comunica los resultados, lo que produce es un efecto conservador, es decir, refleja como actual un momento ya pasado  provocando que los actores políticos tomen muchas de sus decisiones mirando hacia atrás, con el riesgo que esto implica.

Si el Comando de Frei hubiera mirado hacia adelante y no hacia atrás, habría entendido en junio que ME-O era más que un fenómeno temporal y que al tratar de apagarlo y agredirlo sólo lo hizo más fuerte, y trajo como efecto que sus electorados se distanciaran y miraran con desconfianza. Sin duda sus decisiones hubieran sido distintas.

Asumiendo este efecto conservador,  esta foto que nos muestra hoy el CEP es la de agosto, y lo que uno debiera mirar son las tendencias y no tanto el número concreto. Así, ME-O logra no sólo crecer en base a nuevos electores sino que le hace daño a Frei. Si mantiene esa tendencia la llegada a diciembre sin duda será estrecha y la incertidumbre sobre quien pasará finalmente a segunda vuelta más que despejarse se prolonga.

Lo mismo le ocurre a Piñera que sigue liderando el pelotón, ahora a 9 puntos de Frei, pero que no logra atraer a nuevos electores. Está como congelado, quizás confiado en que es un buen sprinter, y que en el remate de esta carrera, con la campaña parlamentaria desatada en las calles, logrará alargar las diferencias y acercarse con más fuerza a la mayoría que necesita si quiere llegar a La Moneda.

Un dilema adicional nos deja esta CEP, sobretodo mirando a cómo podrían evolucionar las campañas. Ya casi no quedan electores sin candidato, sólo un 14% dice que aún no sabe por quién votar. Y si tomamos que la abstención histórica es de más menos un 10%, sólo queda un 4% de electores a repartir, los que son insuficientes para modificar sustancialmente el escenario.

Los tres candidatos tienen el desafío de lograr diseñar sus estrategias para enfrentar los últimos 100 días,  asumiendo que su crecimiento, lo más probable es que sea a costa de otro. Es decir, se esperaría un recrudecimiento de los ataques, y un énfasis en marcar diferencias más que coincidencias.

*Gonzalo Müller es director, Escuela de Gobierno UDD.

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