El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia sentenció a la compañía a ofrecer banda ancha “sola” o “desnuda”, impidiéndole así comercializar paquetes formados por ambos productos.
A partir de la sentencia dictaminada por el Tribunal de Defensa de Libre Competencia (TDLC), el 4 de marzo pasado, los usuarios de Movistar podrán acceder al servicio de banda ancha con una compañía y el de telefonía -sobre dicha banda- en otra empresa.
Un fallo que tendrá sin duda una gran repercusión para la industria de las telecomunicaciones, y sobre todo para los usuarios, ya que obliga a Movistar a vender por separado ambos servicios, prohibiéndole además establecer precios implícitos negativos para la telefonía, cuando ésta se venda en paquetes formados por dichos productos.
El Tribunal además condenó a la compañía a pagar una multa a beneficio fiscal de US$ 4.5 millones.
De esta forma, Movistar deberá ofrecer banda ancha “sola” o “desnuda”, sin que esa empresa pueda imponer a los clientes la venta de ese servicio atado a la telefonía, como era la práctica comercial de esa empresa.
La causa fue iniciada por la empresa Redvoiss, proveedor de telefonía por Internet, que alegó que la falta banda ancha “desnuda”, y la venta en paquetes formados por telefonía y banda ancha con precios implícitos negativos para la telefonía, impedía la expansión de la telefonía por Internet en el país.
El TDLC igualmente propuso al gobierno dictar, a través del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones dictar la normativa que imponga la obligación a todas las compañías de telecomunicaciones de comercializar por separado los productos o servicios que integran una oferta conjunta.
Se espera que el fallo del TDLC no solo facilite el desarrollo de la telefonía por Internet sino que además contribuya a aumentar la competencia en el mercado de banda ancha, reduciendo así los precios de este servicio que claramente resulta superiores a los del mercado internacional.
