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Piden a Canciller que manifieste a gobierno chino preocupación por reclusión de premio Nobel de la Paz

“Nosotros hemos aprendido que la lucha por los derechos humanos es universal y su defensa traspasa las fronteras, precisamente por su condición de ser anteriores y superiores al Estado”, señalaron los diputados DC Matías Walker y Aldo Cornejo.


Los diputados de la DC, Matías Walker y Aldo Cornejo, ingresaron este martes un proyecto de acuerdo que pide al Canciller que manifieste a gobierno chino preocupación por reclusión de premio Nobel de la Paz,  Liu Xiaobo.

El proyecto pide, además, que “se inste por la implementación, en la República Popular China, de reformas democráticas que garanticen la libertad de opinión, de movilización y de asociación en dicho país.”

En los fundamentos de la iniciativa, que fue firmada también, por los diputados Gabriel Ascencio, Carolina Goic, Fuad Chahín, René Saffirio, Víctor Torres y Patricio Vallespín, los diputados DC señalan que  tras  la concesión del Premio Nobel a Xiaobo se han sucedido en la República Popular China una seguidilla de detenciones a disidentes, quienes se mantienen incomunicados.

“Nosotros hemos aprendido que la lucha por los derechos humanos es universal y su defensa traspasa las fronteras, precisamente por su condición de ser anteriores y superiores al Estado”, señalaron Walker y Cornejo.

Liu Xiaobo es presidente del Centro Independiente Chino PEN desde 2003. El 8 de diciembre de 2008, fue detenido en respuesta a su participación en la firma de la Carta 2008, documento por el cual se pide la entrada en vigor de derechos constitucionales como el pluripartidismo y la libertad de prensa, siendo formalmente arrestado el 23 de junio de 2009 bajo sospecha de «incitar la subversión contra el poder del Estado». Fue procesado con los mismos cargos el 23 de diciembre de 2009, y condenado a 11 años de cárcel el 25 de diciembre.

La esposa de Xiaobo, Liu Xia, se encuentra actualmente con arresto domiciliario de facto, luego de haber visitado a su esposo en su lugar de reclusión, sin autorización para usar su teléfono ni recibir gente.

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