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Documento de Longueira no fue analizado en cónclave de la UDI

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Más de 100 dirigentes tuvieron la oportunidad de escuchar a una serie de ministros sectoriales en la primera jornada del Consejo Directivo Ampliado. Pero el texto enviado por el senador por Santiago Oriente no fue debatido, por no estar en la agenda del encuentro. En “Liderazgo y Coraje”, el parlamentario expresa la necesidad de que emerja “una cultura que le dé contenido a una derecha moderna y progresista”.


Aunque sólo el jueves recién pasado el presidente de la UDI, senador Juan Antonio Coloma, había asegurado que en ningún caso el Consejo Directivo Ampliado de la tienda se centraría en el documento que el ex timonel Pablo Longueira decidió poner ante dicha instancia para su reflexión y análisis, lo cierto es que fue imposible esquivar el tema, dado que el parlamentario se aseguró de enviarlo a todos los legisladores de la tienda y a la directiva. Por lo pronto y para sorpresa de muchos, en “Liderazgo y Coraje” –como se denomina el texto- plantea, entre otras cosas, la necesidad de generar “una cultura que le dé contenido a una derecha moderna y progresista”.

Justamente para salvar el tema lo más rápido posible, Coloma lo abordó derechamente en su discurso de bienvenida al poco más de centenar de dirigentes y parlamentarios que llegaron el vienes a las  Termas de Cauquenes. Según algunos participantes del cónclave, el timonel señaló que el texto de Longueira es ampliamente compartido por la directiva del partido, y sólo expresó su diferencia con la propuesta del senador  para terminar con el problema de la mediterraneidad de Bolivia. La discrepancia tendría relación con la posibilidad de realizar un plebiscito para zanjar el tema. Posteriormente, consultado por el tema, dijo a la prensa que algunos tópicos del documento ya estaban contemplados para este consejo y que los demás se analizarán más adelante, sin especificar cuáles son.

Pero en cuanto a las otras seis propuestas habría más coincidencias que diferencias, e indicó que la mesa ya había tomado el tema en sus manos, por lo que no abrió el debate para que los participantes se explayaran en tal sentido.

Por otra parte, pese a que Longueira le envió el documento de 25 carillas a los parlamentarios, la mayoría de ellos no se había dado siquiera a la tarea de leerlo y pocos conocían su contenido completo. De lo contrario, tendrían que haber notado la cercanía de los planteamientos del ex timonel con la propuesta de una nueva derecha que ha formulado el titilar de Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien expondrá ante el consejo este sábado, junto a los demás ministros políticos del gabinete, de la Secretaría General de Gobierno, Ena Von Baer, y de la Secretaría General de la Presidencia, Cristián Larroulet.

De hecho, el texto manifiesta que es necesario que surja “una cultura que le dé contenido a una derecha moderna y progresista, (…) que no tema en tener propuestas para todos y cada uno de los desafíos que tiene el país”. En la misma línea, habla de generar “un liderazgo que supere a una derecha reaccionaria que nos ancla al pasado”.

En el documento, el ex timonel también le hace un guiño al gobierno, apuntando que, “al menos yo, no diviso ninguna discrepancia con las decisiones más importantes que ha tomado nuestro gobierno en estos siete meses desde que se instaló. Más aún, creo que ha sido coherente con lo que le planteamos al país durante nuestra campaña presidencial”, aún cuando más adelante reitera que es necesario que Renovación Nacional, la Coalición por el Cambio y el propio gobierno se abran a “compartir una estrategia política y comunicacional para que la opinión pública asuma que este es el gobierno de la Alianza, más allá del gobierno de Sebastián Piñera”. Ello porque, insiste en su postura de que “es grave” de que ni en las instancias de gobierno ni sus representantes hablen del “gobierno de la Alianza”. Por lo que propone “crear una cultura aliancista”.

De fuerza electoral a fuerza cultural

Además, Longueira plasma en el texto su convicción que “necesitamos resolver esos problemas estructurales que nos impiden dar ese salto al desarrollo. Aquellos temas que en un mundo global impiden a una nación ser moderna, democrática y con instituciones sólidas que dan garantías de libertad, seguridad y tranquilidad económica a sus habitantes, y del mismo modo ser un país confiable, respetado y apreciado en la comunidad internacional”.

[cita]Longueira insiste en su postura de que “es grave” de que ni en las instancias de gobierno ni sus representantes hablen del “gobierno de la Alianza”. Por lo que propone “crear una cultura aliancista”.[/cita]

Y advierte que los que plantea “todos son temas que requieren transversalidad política y grandes consensos; una visión de Estado, mucha generosidad y desprendimiento de la clase política. En fin, todos requieren una visión común como país. En este sentido, explica también que “he priorizado estos temas no sólo porque es vital avanzar en ellos para alcanzar el desarrollo en un mundo globalizado, sino porque es en nuestro propio mundo donde más cuesta avanzar. Son sectores de nuestro sector político los que prefieren el inmovilismo”.

Es así, como gran parte de los siete tópicos que propone en su documento, parecen arrebatados a la agenda tradicional de la Concertación: Solucionar la mediterraneidad con Bolivia; resolver la situación de los pueblos originarios; la gran reforma a la calidad de la educación; crear el Ministerio Social e implementar el ingreso ético familiar; reforma tributaria procrecimiento e igualdad en la distribución de los ingresos; reforma al sistema electoral y político y nuevo trato laboral.

En este último aspecto, Longueira plantea crear una mesa tripartita en la que participen empresarios, trabajadores y el gobierno con el fin de acordar una agenda laboral “con todos los temas sin exclusión”. “Los partidos de la derecha debemos aprovechar esta oportunidad histórica para penetrar en el mundo sindical”, advierte y agrega que “esta es una gran oportunidad para fortalecer el sindicalismo moderno, inspirado en los principios más genuinos del gremialismo, que permita fortalecer el rol de los sindicatos”.

Por último, el documento concluye con una “invitación”. Longueira plantea que “tenemos una oportunidad histórica y tanto los países como los grupos humanos y las personas individualmente, cuando enfrentan estos momentos toman irremediablemente una opción que ya sea es el cambio que conduce al éxito y a su proyección por décadas e incluso siglos o bien es la ruta de la monotonía de hacer más de lo mismo y son irremediablemente superados por nuevos actores que emergen con la audacia y la determinación de dar los saltos que la sociedad necesita y espera”.

Y añade que “estoy convencido que la UDI está cerrando un ciclo con un éxito incomparable al de ningún otro partido de la derecha, me atrevo a decir, de América Latina”.

Por último señala que “por esto mismo que no es el momento de mirar hacia atrás, ese sería un error histórico. Este es el momento de mirar hacia adelante y de pasar de ser una fuerza electoral a una fuerza cultural. Es decir, una opción que identifica las aspiraciones, los valores y las prioridades de una sociedad por varias generaciones”.

Si bien la propuesta de Longueira, que no fue debatida en el consejo salvo algunos elementos que coinciden con la agenda del partido como el ingreso ético familiar, de autoría del propio senador, algunos parlamentarios la encontraron de muy buena factura. Sin embargo, el senador Jovino Novoa estima que justamente el aporte de la UDI a la política chilena es “crear una nueva derecha”, por lo que tampoco coincide con Hinzpeter en su planteamiento.

De hecho, sostiene que “yo no cambiaría una estructura que le dio el triunfo al Presidente Piñera” y no cree que la propuesta de Longueira tenga algo en común con la del ministro del Interior. Al punto que considera “de alto riesgo pensar en cambiar.

Lo que ha hecho que la UDI sea el partido más grande de Chile, y aunque reconoce que los partidos políticos están constantemente revisando sus énfasis y adecuándose a las nuevas realidades, sostiene que “nosotros no tenemos nada que cambiar”.

Aunque un importante número de los asistentes al cónclave se mostró desilusionado debido a que el alto número de invitados impidió un debate profundo, la directiva se mostró satisfecha con la primera parte del encuentro.

Para el sábado se espera la exposición de los ministros políticos Ena Von Baer, Cristián Larroulet y el propio Hinzpeter, cuya propuesta de una nueva derecha no cayó del todo bien en la UDI. Según trascendió, durante el debate político una de las intervenciones más “duras” habría sido la del senador Novoa, quien habría dejado de manifiesto su molestia por la decisión de La Moneda de traspasar la responsabilidad comunicacional al segundo piso. Pero cercanos al parlamentario aseguraron que no fue así y que él conversó con Von Baer y que entendió que este cambio sólo apunta al tema específico de la reconstrucción.

Por su parte, a la llegada al cónclave el ministro de Minería, Laurence Golborne, respecto a la nueva derecha señaló que ésta ya existe, porque “es a lo que nos ha invitado el Presidente Sebastián Piñera”. Y volvió a defender su independencia política.

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