«Mi mochila, es imposible que tenga restos de combustible, al igual que mis manos o ropa. Espero el video, al menos deberían tener uno en el que se muestre cometiendo el delito. Claro que ese video no existe, por que jamás lo hice», dijo Recaredo Gálvez en una carta que escribió desde la cárcel El Manzano, donde permanece recluido.
Amás tardar el martes se presentaría un recurso de amparo a favor de Recaredo Gálvez, alumno de Ciencias Políticas y secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC), quien permanece en prisión preventiva tras ser formalizado por presuntamente haber lanzado una bomba molotov a un oficial de Carabineros, en una protesta en apoyo a los damnificados de Dichato.
El vicepresidente de la federación de estudiantil, Esteban Valenzuela, dijo que «estamos reuniendo los antecedentes para presentar el recurso de amparo, para presentar el recurso lo antes posible (…) tenemos un grupo de asesores jurídicos que nos está ayudando. La defensa de Recaredo la tiene la Defensoría Penal hasta el momento».
Además, Valenzuela dijo que el dirigente de 21 años se encuentra «estable anímicamente, está bien; físicamente todavía le quedan rasgos de la paliza que le dieron, al menos hasta ayer. Está conciente de lo que le pasó, sabe de que esto es un montaje, él no hizo nada, no participó en ningún hecho de violencia».
Por su parte, el presidente de la FEC, Guillermo Petersen, dijo que van a llevar adelante «todas las medidas legales» par lograr su liberación.
Las gestiones para lograr su liberación se efectuaban en momentos que en Facebook se conocía una nueva carta de Gálvez escrita desde la cárcel El Manzano de Concepción y que se suma a una misiva anterior en la que entregó detalles de cómo se produjo su detención y donde reiteró que es inocente de los cargos que se le imputan.
«Ahora que la cabeza y los golpes no me duelen tanto, entiendo él por qué estoy acá. Proteste, claro que sí. Pero jamás lancé una Molotov a ningún oficial. Jamás lancé una molotov esa tarde. No lo haría, menos sabiendo que los que “todo lo ven”, buscarían razones para acusarme, buscarían razones de acusar a cualquiera de nosotros», afirmó.
Y agregó que «mi mochila, es imposible que tenga restos de combustible, al igual que mis manos o ropa. Espero el video, al menos deberían tener uno en el que se muestre cometiendo el delito. Claro que ese video no existe, por que jamás lo hice. Yo tampoco tengo un video, pero si un pergamino de heridas en mi cuerpo, heridas que luego serán cicatrices que narraran la historia de cuando me golpearon y me vine al manzano a hacer escuela».
