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Masiva marcha y cacelorazos refuerzan al movimiento estudiantil que ahora busca impulsar plebiscito

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La idea de una consulta ciudadana es resistida por La Moneda y parlamentarios oficialistas, que plantean que el lugar natural para solucionar el conflicto es el Congreso. “En ausencia de conducción política clara en el gobierno y oposición, los extremistas de ambos lados se toman la calle, la escena política e ideológica, y las consecuencias que podemos pagar como país son graves”, señala Mario Waissbluth. Mientras, la Confech empieza a tensionarse por la acción de grupos de ultraizquierda.


Las más de 150 mil personas que marcharon el martes (según los organizadores, no más de 70 mil según carabineros) sólo por las calles de la capital y los masivos cacerolazos que se hicieron oír a lo largo de todo el país anoche, dejaron claro que el movimiento estudiantil no está debilitado.

El escenario político, que dio un giro y reforzó las peticiones de los estudiantes luego de la jornada del 4 de agosto, se mantuvo este martes, lo que les permite a instalar con más fuerza la idea de exigir un plebiscito si el gobierno  no responde a las demandas que exigen.

Consulta que es resistida por el oficialismo, donde no parece haber ánimo para avanzar en esa propuesta. Al punto que el timonel de RN, Carlos Larraín, sostiene que le tiene “terror a un plebiscito”, mientras el diputado de la UDI Edmundo Eluchans advierte que ese “es un sistema típico de caudillos, que lo usan para después decir que consultan con el pueblo”. Posturas lejanas a la sensación que se vive en las calles.

[cita] Según Mario Waissbluth, “los estudiantes mostraron que la fuerza de sus convicciones continúa inconmovible. Pero estoy preocupado por la escalada de infiltrados, encapuchados, violentistas y represión, que no sólo ensucian la intención pacífica de los estudiantes, sino que polarizan crecientemente al país”.[/cita]

De hecho, desde La Moneda aseguran que no existe ánimo alguno de patrocinar una iniciativa como esa. Ello, porque según plantea una fuente de Palacio, “hoy día hay un mecanismo institucional para resolver materias de interés nacional y es el Congreso”, por lo que de parte del gobierno “no” hay ninguna posibilidad de avanzar en materia de plebiscito. “Lo que hay que hacer -insiste- es seguir el carril institucional, lo que no significa hacerlo a espaldas de la ciudadanía. Los parlamentarios son los representantes de la gente, por lo que deberían contar con el respaldo para llegar a acuerdos”.

En el oficialismo, los parlamentarios son tanto o más categóricos que en el gobierno. Es prácticamente unánime la postura en contra de un plebiscito. Entre otras cosas, sostienen el mismo discurso que proviene de La Moneda: el Congreso es el mecanismo institucional para avanzar en los acuerdos.

Pero la idea de una consulta gana legitimidad entre la ciudadanía y el mundo político. El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, puso derechamente sobre la mesa la idea de resolver el conflicto social con esta fórmula, idea que no es nueva en la oposición, ya que hace varios días algunos parlamentarios la vienen meditando.

Sin embargo, para concretarla se requiere una reforma constitucional, pues la consulta que contempla la Carta Magna apunta sólo a resolver problemas a nivel municipal y además actualmente no menciona nada acerca de un plebiscito vinculante en el que la ciudadanía pueda pronunciarse sobre materias de interés nacional, pese a que se han presentado varias mociones al respecto.

Sobre el tema el Presidente de la FEUC, Giorgio Jackson, señala que aunque no se han discutido las preguntas específicas de las que trataría el plebiscito nacional y primero hay que ver si se llega a adoptar como medida, “algunas ideas podrían referirse al lucro, financiamiento compartido… también hay cosas como el rol del Estado en la educación que son relevantes para definir las políticas de la educación”.

#9deagosto

Durante el día, marcado por la firma del Presidente Sebastián Piñera del Acuerdo de Vida en Pareja mientras se realizaban las masivas marchas, la acusación constitucional contra Rodrigo Hinzpeter presentada por diputados de oposición y la acogida de la  Corte del  amparo para proteger a Camila Vallejo de amenazas , el hashtag #9deagosto se convirtió en Trending Topic (TT) a nivel nacional, seguido por #Chilequierepaz. Pero a diferencia del jueves pasado no hubo alusiones a las movilizaciones nacionales a nivel global en Twitter. Lo que sí hubo fue apoyo a los estudiantes  con pequeñas manifestaciones y campañas en diversos países, como París, Suecia, Argentina o Perú.

Además, diversos medios internacionales destacaron en sus portales la gran cantidad de personas que participó en la marcha, la que se desarrolló pacíficamente, así como los incidentes que se registraron después de la manifestación en el sector del Parque Almagro y la calle Nataniel Cox.

Para la presidenta del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fríes, estos hechos de violencia se dan en “el marco en que se desarrolla una demanda postergada de más igualdad y calidad en la educación y en la que hay un consenso entre los actores políticos sobre la  legitimidad de la demanda”. Por eso, explica, “no hay que poner paños calientes sobre situaciones que son minoritarias”.

Para el coordinador nacional de Educación 2020, Mario Waissbluth, “los estudiantes mostraron que la fuerza de sus convicciones continúa inconmovible. Pero estoy preocupado por la escalada de infiltrados, encapuchados, violentistas y represión, que no sólo ensucian la intención pacífica de los estudiantes, sino que polarizan crecientemente al país”.

Para el académico, “en ausencia de conducción política clara en el gobierno y oposición, los extremistas de ambos lados se toman la calle, la escena política e ideológica, y las consecuencias que podemos pagar como país son graves”.

A través de las redes sociales se discutía sobre las masivas movilizaciones y los desórdenes y en horas de la tarde prendió la historia de un carabinero encapuchado que lanzaba piedras en Valparaíso y que actuaba como “infiltrado” (ver nota aparte).

En tanto, los dirigentes estudiantiles se desmarcaron de las escenas de encapuchados provocando destrozos, resaltando el éxito de la convocatoria. La presidenta de la Fech, Camila Vallejo, posteó en Twitter que “rechazamos todos los actos de violencia que se han suscitado después de la marcha pacífica y exitosa que hemos tenido en la jornada de hoy”.

La vocera de la Confech rechazó la propuesta del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, de trasladar la discusión al Congreso, ya que aseguró que no están dispuestos a repetir  la política de los consensos que se gestó entre la Concertación y la derecha, donde «salen con los brazos en alto legislando de espaldas al pueblo».

Por ahora los estudiantes están a la  espera de una nueva propuesta por parte del ministro de Educación, Felipe Bulnes, que esperan sea entregada este miércoles.

Según Waissbluth “este conflicto se lo compró solito el gobierno desde marzo en adelante, por carencia de una agenda educativa clara y con metas”. Además, señala que “insisten en repintar el chasis» -con buena pintura por cierto- de un modelo educativo diseñado en los 80, negándose hasta ahora siquiera a abrir la discusión sobre la posibilidad de cambiar los fundamentos del modelo”.

Tensión en la Confech

Por medio de su cuenta de Twitter y en declaraciones de prensa, Giorgio Jackson, ayer se dio el trabajo de desmentir que hubiese un quiebre en el movimiento estudiantil, tal como lo afirmaron medios de prensa.

Si bien un quiebre es una exageración, sí hay diferencias de criterios y de opinión, que han generado más de un momento de tensión en el grupo que lleva más de dos meses movilizado y que congrega, además, a todas las federaciones de las universidades pertenecientes al Consejo de Rectores.

El sábado, en el pleno de Antofagasta –donde Jackson puso a disposición su cargo– ocurrió uno de esos momentos: “Hay un sector que trajo un montón de propuestas, pero hay otro que no y que se opone a todo”, explica una fuente del movimiento.

La Confederación de Estudiantes de Chile funciona así: una federación, un voto. De acuerdo a algunas fuentes del organismo, en esa misma lógica tiene tanto peso y representatividad una federación de miles de estudiantes, como una sede pequeña de mil universitarios. “Eso ha generado una tremenda distorsión”, comenta otra fuente al interior del movimiento, que pone como ejemplo de federaciones de ultraizquierda a la sede San Felipe de la Universidad de Valparaíso, la Universidad de La Frontera, y la sede Victoria de la Universidad Arturo Prat. “En el movimiento no tienen peso cualitativo, no tienen liderazgo, pero con las federaciones pequeñas hacen mayoría. Y se oponen a muchas cosas”, señala.

Estas mismas fuerzas son las que manifestaron su descontento luego de que las caras visibles –Jackson y Camila Vallejo–, se reunieran con la Concertación. La estructura de la Confech los ató de manos y muchas veces no tuvieron autonomía para decidir si iban al Parlamento o incluso a una reunión con Educación 2020.

“Giorgio planteaba que dejaba su cargo a disposición porque tenía otra opinión, porque él quería que se realizara la mesa de trabajo con los parlamentarios, pero nosotros habíamos planteado que esas mismas mesas de trabajo el 2006 generaron un retroceso enorme. Pero no hay un quiebre, sólo tenemos distintas opiniones”, comenta Felipe Garrido, secretario ejecutivo de la Federación de Estudiantes de Universidad de Valparaíso, sobre la situación del Jackson.

“Lo que hice el fin de semana fue hacer una legítima crítica a lo que es las atribuciones que tiene hoy la mesa ejecutiva, que está funcionando más bien como vocería que como mesa ejecutiva, no tenemos mucho rango para accionar, sino que tenemos que esperar una semana para poder ver las acciones que podemos realizar”, señaló Jackson en Radio Cooperativa aclarando que no había renunciado y explicando que lo que sí dijo es que “teníamos que tratar de revisar bien si queríamos vocería o mesa ejecutiva, pero que lo decidiéramos y definiéramos cada uno de esos tipos de representación, y que para eso mismo yo ponía mi cargo a disposición en caso que se quisiera decidir por una vocería”.

Este sábado, el pleno reunido en Concepción, deberá decidir si acepta el que Jackson haya puesto su cargo a disposición. Todo esto se enmarca en una semana importante para el movimiento, ya que hoy se cumple el plazo que la Confech le dio al gobierno para responder a sus demandas, aunque la única actividad del ministro de Educación en agenda pública hasta ayer en la noche era “Salvemos el año escolar”, un plan para la recuperación de clases.


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