En una actitud más bien desafiante hacia la DC, tras recibir la visita y solidaridad del líder del PRO Marco Enríquez-Ominami y de representantes de la directiva del Partido Socialista, Girardi sentenció que “estoy dispuesto a dejar de ser presidente del Senado de Chile. Pongo mi cargo a disposición de los senadores que decidan votar a favor la censura”.
El presidente del Senado, Guido Girardi, desconoció totalmente el acuerdo al que habría llegado con la Democracia Cristiana para contar con su apoyo ante la moción de censura presentada por el oficialismo, al anunciar que no impulsará acciones penales en contra de los manifestantes que el pasado jueves se tomaron las dependencias de la Cámara Alta en Santiago.
En una actitud más bien desafiante hacia sus socios de pacto, tras recibir la visita y solidaridad del líder del PRO Marco Enríquez-Ominami y de representantes de la directiva del Partido Socialista, Girardi sentenció que “estoy dispuesto a dejar de ser presidente del Senado de Chile. Pongo mi cargo a disposición de los senadores que decidan votar a favor la censura”, dijo, asegurando que no renunciará a sus convicciones para mantenerse en el puesto.
Acto seguido, subrayó que “no voy a perseguir penalmente a nadie”, porque dijo que no cree en asumir ese tipo de posturas, sobre todo si se considera que la toma del Senado y su posterior desalojo no pasó a mayores debido a que optó por el diálogo y no por la violencia”.
Girardi evitó responder a las críticas del ex presidente Ricardo Lagos, y en cambio insistió en que “estoy sereno, tranquilo y así voy a esperar este resultado”, aludiendo a la censura. Y reiteró que “estoy disponible a dejar de ser presidente del Senado antes que renunciar a mis principios”.
Además del apoyo de ME-O, Girardi recibió esta mañana a representantes de la directiva del Partido Socialista, liderados por el primer vicepresidente de la tienda, Álvaro Elizalde. Al término de la cita el dirigente solidarizó a nombre de su colectividad con la decisión del presidente del Senado de desalojar pacíficamente la Corporación.
Aunque Elizalde recalcó que en su partido no están de acuerdo con la violencia, hizo hincapié en que en este episodio el gobierno está evadiendo su responsabilidad de fondo y que la sociedad chilena está “frente a un gobierno que no quiere dialogar”.
Por la mañana se había anunciado que sería el presidente del PS, diputado Osvaldo Andrade, quien encabezaría la delegación, pero en el partido explicaron que no pudo llegar debido a que está con problemas de salud que lo obligaron a concurrir a una clínica para someterse a varios exámenes.
