El legislador socialista dijo que no es válido culpar a la corporación por las demoras que “tienen razones políticas e, incluso orígenes jurídicos o técnicos. Es decir lo que me exijo a mí, el recto cumplimiento de mis obligaciones, lo solicito también de mis interlocutores. En consecuencia, solicito del gobierno rigurosidad y un trato respetuoso al Senado de la República”.
El nuevo presidente del Senado, Camilo Escalona, explica que cumplirá con las obligaciones legales y constitucionales que su nuevo cargo le encomienda, pero que no dejará de ser un legislador de la oposición, agregando que el país “necesita un Estado Protector, que se haga cargo de superar la cadena de abusos que se cometen”.
En un comunicado, el senador socialista señala que su mandato lo hará con sobriedad, “ya que no me gusta la estridencia. Pero soy de oposición. En lo que se refiere a mis atribuciones y deberes, no me alejaré ni un milímetro de los mismos. Pero no dejaré de ser el dirigente político que soy”.
El parlamentario señala ser un convencido que en la política lo mejor es actuar rectamente, sin pretender sacar ventajas que “a la postre, de nada sirven. Pero, espero lo mismo del gobierno; sobre todo, con el manejo de las urgencias. No se puede legislar contra reloj. Somos legisladores y los países requieren buen criterio para tener un buen gobierno”.
Respecto a la función legislativa, Escalona sostiene que no es válido culpar al Senado por las demoras que “tienen razones políticas e, incluso orígenes jurídicos o técnicos. Es decir lo que me exijo a mí, el recto cumplimiento de mis obligaciones, lo solicito también de mis interlocutores. En consecuencia, solicito del gobierno rigurosidad y un trato respetuoso al Senado de la República”.
“Sé bien que eso me obliga a ser preciso con mis juicios políticos. A mirar con altura de miras. Así lo haré. Pero, en los dilemas del país, entre codicia y pobreza, entre democracia y autoritarismo, quiero reiterar que nunca he sido ni seré neutral. Soy un socialista orgulloso de pertenecer a la oposición, que se propone cautelar y enriquecer la democracia en nuestro país”, precisa.
Escalona también explica que Chile necesita un Estado Protector, “que se haga cargo de superar la cadena de abusos que se cometen. La gente está agobiada del encarecimiento de las bencineras y que no bajen los precios cuando deben; que las clínicas e isapres tengan utilidades a costa de los pacientes; que los bancos apliquen tasas que extenúan, así como que las AFP socialicen pérdidas y acaparen rentabilidades usureras, y que el retail se asegure con la letra chica la “ley del embudo”, además de lo que ocurre aún con las “sociedades espejo” que lucran en la educación superior y no les importa otro año de demandas estudiantiles, además del centralismo que asfixia a regiones, las que necesitan un nuevo trato, entre tantos problemas”.
En tal sentido, el presidente del Senado explicó que tras 30 años de haberse impuesto la Constitución de 1980, “el Estado Subsidiario que esta contiene se agotó. Un Estado mínimo es el Estado de la desigualdad. Esa es la conclusión política central del período que estamos viviendo, lo que hace necesario una nueva Constitución para Chile”.
“Nuestro país requiere un Estado Protector, que ponga fin al lucro en la Educación y la Salud, que regule los abusos del mercado y redistribuya la riqueza, con las atribuciones, agilidad y potestad para apoyar millones de personas que sufren la cultura del abuso como una pesadilla en su vida cotidiana”, añadió.
