Esto frente al ataque perpetrado por un neonazi y sus amigos contra Daniel Zamudio, que dejó al joven homosexual al borde de la muerte; y por otro lado, el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso en que se decidió quitar a la jueza lesbiana Karen Atala la tuición de sus hijas
El Grupo Interdisciplinario de Investigación en Derechos Humanos y Democracia, que reúne a académicos de diferentes facultades de la Universidad de Concepción, emitió una declaración en la cual reflexionan a partir del debate sobre la Ley Antidiscrimación.
Esto a raíz del ataque perpetrado por un neonazi y sus amigos contra Daniel Zamudio, que dejó al joven homosexual al borde de la muerte; y por otro lado, el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso en que se decidió quitar a la jueza lesbiana Karen Atala la tuición de sus hijas.
Los académicos del grupo ponen en duda los argumentos que el profesor de Derecho Civil de la Universidad de Los Andes, Hernán Corral, planteó en una columna de La Tercera para expresar su rechazo a la iniciativa que se tramita en el Congreso.
“Hemos escuchado un constante llamado de muchos actores en Chile ─tácito o expreso, con palabras o con acciones─ a entender que toda forma de sexualidad diferente a la heterosexual es pecaminosa, inmoral, contraria a la naturaleza o egoísta; que existiría al parecer en este país un solo modelo de familia ‘normal y tradicional’, porque somos una ‘sociedad heterosexuada, y tradicional’ (como dijo la Corte Suprema en su sentencia apelando a que ese era el mejor contexto en pro del interés superior de las hijas de Karen Atala y Jaime López); y que hay ‘algo’ en su condición que hace superiores a algunos sobre otros y les da el derecho a ‘corregirlos’ apelando a intereses superiores, prohibiciones o brutales golpizas”, reflexionaron.
Según advirtió el grupo, la diversidad “asusta a algunos, como lo demuestra el hecho que existen en el parlamento algunos proyectos de reforma constitucional dirigidos a establecer un concepto constitucional de familia, que no sería sino la familia formada por un hombre y una mujer, enviando el mensaje que las otras familias no serían dignas de consideración y respeto”.
“Chile y en particular determinados sectores de la sociedad, al parecer, tienen un ‘problema’ con la diversidad sexual”, manifestaron, explicando que “en el ámbito interno lo tratan de maquillar diciendo que el ordenamiento normativo tiene mecanismos suficientes para los casos en que se puedan producir esta clase de discriminaciones y que siguen tratando de convencernos que son hechos y casos aislados”.
Por ello, destacaron que “guste o no, los derechos humanos tienen un carácter progresivo y hoy la discriminación por orientación sexual, cualquiera sea la forma en que se exprese: en un juicio o calificativo verbal, en una brutal agresión física o una privación arbitraria en el goce y ejercicio de un derecho por un órgano jurisdiccional, no resulta aceptable desde los estándares internacionales con que Chile está comprometido”.
