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Los estrechos vínculos entre Azul-Azul y Mega tras la polémica por los derechos televisivos de la Roja Compra se realizó al estilo CMR Falabella

Los estrechos vínculos entre Azul-Azul y Mega tras la polémica por los derechos televisivos de la Roja

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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En 48 cuotas, el canal ligado a los controladores de la multitienda pagará US$ 106 millones por la exclusividad no sólo de transmitir los partidos post 2014, sino además de vender casi todo lo que tenga el escudo de “La Roja”. El trato sin licitación sorprendió a la industria especialmente por el cruce entre los directores de la estación televisiva y Azul-Azul, la concesionaria que maneja el club de la Universidad de Chile.


Nunca, desde que hay registros, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) había logrado una cifra tan alta vendiendo los derechos televisivos y comerciales de la selección de fútbol.

En el período pasado, cuando la ANFP estaba en manos de Harold Mayne-Nicholls, se juntaron poco más de US$ 75 millones, sumando contratos de televisión, camisetas, derechos de comercialización y cinco auspiciadores: Banco de Chile, Sodimac, Cristal, Entel y Coca-Cola. Todos adjudicados después de una licitación.

Ahora, el contrato que incluye todos los derechos, menos la venta de camisetas —propiedad de Puma hasta 2015—, la ANFP lo firmó con Mega por un total de US$ 106 millones.

Por eso la satisfacción en la directiva que encabeza Sergio Jadue es completa. Aunque nunca como ahora la ANFP había estado tan cuestionada por los conflictos de interés, el más reciente es el que se suponía iba a tratarse en el consejo de presidentes del martes en Quilín, y que tiene que ver con la intervención del propio Jadue en el traspaso del jugador Ramón Fernández desde O’Higgins a la Universidad de Chile. Negocio en el que también está involucrado Unión La Calera, el club al que está ligado Jadue.

Sin embargo el tema central de la reunión fue aprobar que los dirigentes de la ANFP reciban un sueldo a partir de 2015, además del futuro de Jorge Segovia, cuya universidad (SEK) está involucrada en el escándalo de las acreditaciones. El empresario español renunció a dos de los tres cargos que tenía sumando el Canal del Fútbol y la ANFP. Pero sigue siendo segundo vicepresidente de la asociación.

Entre el canal y el equipo azul

El ventajoso acuerdo comercial concretado con Mega a comienzos de diciembre, no se escapa de los cruces entre ejecutivos o directores de uno y otro lado.

El Presidente de Mega, Carlos Heller Solari, accionista del grupo Bethia, dueño del canal y de la cadena Falabella entre otros activos, es también el accionista individual con más papeles en Azul Azul, la concesionaria dueña del club Universidad de Chile.

[cita]El Presidente de Mega, Carlos Heller Solari, accionista del grupo Bethia, dueño del canal y de la cadena Falabella entre otros activos, es también el accionista individual con más papeles en Azul Azul, la concesionaria dueña del club Universidad de Chile. Gonzalo Rojas Vildósola, hijastro de Liliana Solari y ejecutivo estrella del conglomerado Bethia, comparte sillón en Mega y en Azul-Azul.[/cita]

Gonzalo Rojas Vildósola, hijastro de Liliana Solari y ejecutivo estrella del conglomerado Bethia, comparte sillón en Mega y en Azul-Azul.

Por último, Mario Conca director ejecutivo del Mega y que en el pasado encabezó las negociaciones que le dieron los derechos de televisión sobre La Roja a Chilevisión, también es parte del directorio de Azul-Azul.

Entre los que siguen de cerca el trabajo de la actual directiva de la ANFP, es un secreto a voces el poder de la concesionaria de la Universidad de Chile en el manejo de la ANFP que encabeza Sergio Jadue, pero en la cual tiene una posición privilegiada José Yuraszek.

Al final del pasado consejo de presidentes, el empresario al mando de la “U”, pidió que se cambiaran las fechas de los cuartos de final de  la Copa Chile. De mantenerse tal como están, el 13 y 16 de enero el equipo azul no podría contar con varios jugadores que estarían en la pretemporada de la Selección. Jadue se mostró dispuesto a “analizar un cambio” la próxima semana.

 Una por otra

Teniendo a la vista el mapa cruzado de ejecutivos y directores, entre Mega y la concesionaria que maneja la “U”, se entienden mejor las fluidas relaciones de Azul-Azul con la ANFP, que adjudicó el ventajoso acuerdo para Mega (estación que recibirá ingresos por casi todo lo que lleve el escudo de la Selección).

Paralelamente, la concesionaria que preside Yuraszeck tuvo “clemencia” con la ANFP y le rebajó la indemnización de US$ 1,1 millón a US$ 500 mil, que debía recibir por la salida del técnico Jorge Sampaoli para asumir en la Selección. El acuerdo en este punto, se logró sólo dos  semanas antes de anunciar la adjudicación del contrato a Mega.

Este buen pie entre ambas empresas, Mega y Azul-Azul, ayuda a explicar el hecho de que Canal 13 se haya quedado fuera de carrera por el contrato, luego de que —según cercanos a la negociación— el canal de Andrónico Luksic ofreciera US$ 100 millones, sólo US$ 6 menos que Mega, canal que además pagará el total en 48 cuotas, la primera de US$ 20 millones.

La negociación no fue indiferente a la industria. Mauro Valdés director ejecutivo de TVN dijo a La Segunda que “la venta reciente paquetiza una serie de derechos que exceden con largueza los propiamente televisivos. Podría pensar en muchos actores distintos a este rubro que podrían haber estado interesados en dicho proceso».

En tanto, Jaime de Aguirre, director ejecutivo de Chilevisión, canal “vetado” por la ANFP de cualquier negociación debido a una disputa comercial entre las partes, declaró al vespertino que el negocio podía alterar las reglas del juego en el negocio de la televisión “por los montos en juego, con dineros que no son de la industria”.

Hasta ahora la única acción formal del resto de los canales que quedaron fuera, la ha encabezado Javier Urrutia, director ejecutivo de La Red y vicepresidente de la Asociación Nacional de Televisión. Urrutia se reunió la semana pasada con Ronaldo Bruna, jefe de la División de Investigaciones de la Fiscalía Nacional Económica, para pedir que la entidad revise el proceso. Aunque en la institución  afirman que el encuentro no significa que el organismo vaya a llevar adelante una investigación, ya que antes de decretarla es necesario revisar los antecedentes y comprobar que sean admisibles para una fiscalización.

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