Tania González Correa, cuya verdadera profesión es profesora general básica, fue formalizada por la Fiscalía Occidente por los delitos de ejercicio ilegal de la profesión, obtención fraudulenta de fondos del fisco y uso malicioso de instrumento público. La investigación se inició luego de una querella presentada por estudiantes que descubrieron que no aparecía en los registros de la Universidad de Chile, donde supuestamente había obtenido sus títulos.
La Justicia ordenó este sábado la prisión preventiva a la mujer que se hizo pasar por médico, que atendió a 25 personas que murieron y que fue decana de una Universidad del Mar, la cual hace unos días las autoridades cerraron y firmó 13 certificados de defunción.
Con esta decisión, la Corte de Apelaciones de Santiago revocó una sentencia anterior en la que a Tania González Correa, de 39 años, se le había decretado sólo arresto domiciliario y la prohibición absoluta de abandonar el país durante los diez meses que se prolongará la investigación del caso.
González, cuya verdadera profesión es profesora general básica, fue formalizada por la Fiscalía Occidente por los delitos de ejercicio ilegal de la profesión, obtención fraudulenta de fondos del fisco y uso malicioso de instrumento público.
La investigación se inició tras una querella presentada por estudiantes de la Universidad del Mar que descubrieron que no aparecía en los registros de la Universidad de Chile, donde supuestamente había obtenido sus títulos.
La imputada ejerció como directora de la carrera de Enfermería en la Universidad del Mar y como jefa del área de Salud de la sede de la comuna de Maipú de esa casa de estudio.
Asimismo, el Ministerio Público anunció que se investigará la muerte de 25 personas tratadas por la acusada, así como 13 certificados de defunción emitidos por ella.
La Universidad del Mar sufrió el pasado 29 de octubre la cancelación de la personalidad jurídica y la revocación del reconocimiento oficial del Ministerio de Educación, tras cinco meses de análisis de los estados financieros y académicos, que ha dejado en la calle a unos 18.000 estudiantes.
