El respaldo de Pablo Longueira selló su candidatura
Durante el acto de proclamación, que al final transcurrió sin sobresaltos, el candidato oficial de la UDI dio a conocer su eslogan de campaña: “Es posible”. Y, en ese contexto, ya al final de su intervención afirmó que “que le ganemos nuevamente a la Concertación, es posible. (…) Es posible que el hijo de un ferretero le gane a una ex Presidenta”, con lo que se ganó una fuerte y larga ovación, tras lo cual se retiró sin hacer declaraciones a la prensa.
Pasadas las 17:00 horas y con “We will rock you” de Queen de fondo, hizo ingreso al Salón de Honor de la sede del Congreso en Valparaíso el abanderado oficial de la UDI, ex ejecutivo de Cencosud Laurence Golborne. Escoltado por el timonel Patricio Melero y acompañado de su señora e hijos, fue ovacionado por los militantes que repletaron el lugar. Poco antes el Tribunal Supremo del partido había ratificado su nominación con el 96,5 por ciento de los votos de los consejeros presentes en el cónclave. Cumplido ese trámite y luego del espaldarazo explícito que el ministro de Economía, Pablo Longueira, hizo horas antes a su candidatura, el ex titular de Obras Públicas aceptó gustoso el desafío, asegurando que «acepto con gran entusiasmo esta nominación y me comprometo a representarlos con toda mi fuerza, con toda mi convicción para que triunfemos en las primarias y luego en la elección presidencial».
Con una performance que pretendió imitar a las proclamaciones de los partidos republicano y demócrata en Estados Unidos —con globos amarillos y azules—, y con un discurso muy similar al que dio cuando el Consejo Directivo Ampliado de la tienda lo proclamó, el 17 de noviembre pasado, Melero concluyó su intervención para dar paso a la del abanderado, señalando que “con sentido patriótico y con convicción, comunicamos a Chile que a partir de este momento Laurence Golborne es el candidato de la UDI para la presidencia del país”.
Por su parte, el aludido intervino con un discurso en los mismos términos que el de Melero. Con alusiones al fundador del partido, Jaime Guzmán; duras críticas a la Concertación y ofertones se ganó de inmediato a los militantes gremialistas que copaban las tribunas del Salón de Honor del Congreso. En varias oportunidades fue interrumpido por mujeres que le gritaban “mijito rico” y su señora subió a saludarlo al estrado, respondiendo al llamado de la fuerza popular congregada que exigía “el beso” a coro. Mientras que desde una ubicación privilegiada lo observaban cuatro de los 33 mineros rescatados de la Mina San José. Incluso uno de ellos, el ya reconocido por su carácter extrovertido Mario Sepúlveda, también subió al estrado para desde allí encabezar un “ceacheí”.
En su intervención, el ex ministro subrayó en varias oportunidades que “no da lo mismo los principios y convicciones de quienes nos guían y nos representan, por eso no da lo mismo quien gobierne”. En este contexto sacó a relucir los errores cometidos por la Concertación y que la actual administración ha debido abocarse a corregir. Fue categórico en afirmar que quienes, desde la oposición, esperan volver al gobierno “son los mismos que diseñaron e implementaron la peor política pública de la historia, como lo fue el Transantiago. Son los mismos del escándalo del Hospital de Curepto o la vergonzosa administración del Hospital de Talca. Son los mismos que protagonizaron los escándalos de corrupción en Ferrocarriles; en ChileDeportes y el MOP Gate. Son los mismos que nos tuvieron creciendo al dos y al tres por ciento, sin generar empleos y tratando de resolver todo con más gasto y más déficit fiscal”.
Incluso, al igual que Melero, abordó el problema de la Universidad del Mar, destacando que sucedió por que la Concertación no fiscalizó durante los 20 años que gobernó. En cambio, le atribuyó a la administración de Sebastián Piñera haber descubierto las irregularidades, obviando que en lo que va del actual gobierno tampoco se fiscalizó a esa casa privada de estudios superiores.
También apeló, una vez más, a su trayectoria de vida, sacando a colación que él es el resultado de una familia de clase media, que estudió en el Instituto Nacional y que es hijo de un ferretero. Planteó que una buena educación es primordial para generar movilidad social y, poniéndose nuevamente de ejemplo, afirmó que en su carrera profesional fue “desde empleado, junior, hasta (llegar) a los más altos cargos” de diferentes empresas. De ahí que en su eventual gobierno el tema de la movilidad social, a través de la educación, va a ser uno de los ejes más importantes.
La proclamación de Golborne fue para la UDI el final de un largo recorrido desde que un sector del partido empezó a promover su candidatura y quienes se oponían a ella, bajaron los brazos en cuanto Longueira rompió su inquietante silencio para apoyar al ex ministro explícitamente, en el marco del cónclave. Con ello, la directiva respiró tranquila, porque con la actitud del titular de Economía el acto no resultó empañado.
En su intervención, Golborne se comprometió a poner todo su esfuerzo en lograr el éxito de la Alianza en las elecciones parlamentarias, dado que, a su juicio, por no tener mayoría en el Congreso, el gobierno de Piñera ha debido lidiar con “una oposición dura y crítica a cualquier iniciativa”. También intentó motivar a los presentes a trabajar para que los militantes y cercanos a la UDI concurran a votar entusiastamente a la primaria.
Durante el acto de proclamación, el candidato oficial de la UDI dio a conocer su eslogan de campaña: “Es posible”. Y, en ese contexto, ya al final de su intervención afirmó que “que le ganemos nuevamente a la Concertación, es posible. (…) Es posible que el hijo de un ferretero le gane a una ex Presidenta”, con lo que se ganó una fuerte y larga ovación, tras lo cual se retiró sin hacer declaraciones a la prensa.
