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Roberto Méndez: «Durante los 20 años de la Concertación los empresarios estuvieron en un pedestal… eso pasó»

«Los gremios empresariales han perdido ascendiente. Lloran falta de representatividad, falta de participación, de que no los escuchan (…) ser presidente de alguno de estos gremios empresariales era, hace algunos años, más importante que ser ministro o senador. Eran cargos poderosísimos, que hoy evidentemente no lo son… Los empresarios ya no influyen en el debate», sostuvo el analista en entrevista con Qué Pasa.


El director de Adimark, Roberto Méndez, dio una entrevista a la revista Qué Pasa donde comentó la carrera presidencial. En esta, criticó a la UDI por su pragmatismo y la emplazó a decir por qué no ha levantando un candidato propio y dijo —en forma tajante— que «los empresarios ya no influyen en el debate».

Respecto a este último punto, sostiene que «la brutal pérdida de confianza está afectando la vida nacional. Los empresarios están siendo víctimas de la desconfianza y ellos lo están sintiendo. No sólo las relaciones con sus clientes se han puesto complejas. También las que tienen con las entidades regulatorias. Los empresarios deben reconocer que hoy se enfrentan a una crisis de confianza que afecta sus negocios».

Méndez de igual modo repara en que «las críticas que le han hecho a este gobierno de ir en contra de las ideas de la centroderecha son erradas. Esta preocupación porque se cumplan las leyes laborales, las normas de protección al consumidor y de libre competencia fortalece la economía de mercado».

En esa línea, asegura que el empresariado está siendo menos escuchado hoy día: «Estoy convencido que los empresarios, incluso durante los 20 años de gobierno de la Concertación, estuvieron en un pedestal: no sólo eran empresarios sino que también dictaban cátedra sobre lo humano y lo divino; opinaban y participaban en la política y hacían alianzas con el gobierno. Eso pasó y los empresarios son hoy, desde un punto de vista ideológico, menos relevantes».

Explica que esa pérdida de rol se debe a la desintermediación, que tiene que ver con razones ideológicas y tecnológicas. «Hoy la gente participa y hace que la sociedad sea más abierta. Incluso hay un fenómeno práctico que se ha generado por las reformas políticas de regular la posibilidad que tiene el empresariado, por ejemplo, de financiar campañas políticas, partidos o candidatos. Eso ha significado una pérdida de poder», acota.

Es categórico en señalar que hoy una convivencia entre dinero y política es inaceptable. «Es correcto poner límites a los aportes políticos, para hacerlos absolutamente transparentes. Tal como ocurre en Estados Unidos, donde existen registros públicos. Algo se ha avanzado, pero debe perfeccionarse más. Eso incluye el financiamiento del Estado a los partidos políticos: nadie sabe de dónde se financian las directivas, los equipos, las campañas·, dice.

«Los gremios empresariales han perdido ascendiente. Lloran falta de representatividad, falta de participación, de que no los escuchan (…) ser presidente de alguno de estos gremios empresariales era, hace algunos años, más importante que ser ministro o senador. Eran cargos poderosísimos, que hoy evidentemente no lo son…..Los empresarios ya no influyen en el debate», añade Méndez..

«No me disgusta este empresariado desempoderado. Me parece sano. Cuando los empresarios tienen demasiado poder político, como antes, termina siendo malo», hace hincapié el director de la empresa encuestadora.

En el ámbito de los partidos políticos, aprovecha de criticar el pragmatismo de la Unión Demócrata Independiente. «La UDI debe decir por qué no está levantando un candidato propio. Si es puro pragmatismo, eso no va a entusiasmar a sus militantes. Y pone en riesgo perder la primaria, que se ve bastante complicada. Percibo que habrá mucho transversalismo: la ciudadanía, incluso la que se identifica con la derecha, hoy se siente muy independiente de los partidos. Hay mucha gente dentro de RN, a la que le gusta Laurence Golborne, y mucha de la UDI que se identifica con Andrés Allamand. Esto debilita a las cúpulas. Lo razonable es que los partidos decretaran libertad, pero eso sería renunciar al poder de las dirigencias, y no va a ocurrir. Aunque el voto cruzado va a ser inmenso», indica.

En esa línea, dice que Golborne no es buen representante para la UDI. Partido que, a su juicio, debe contestar una pregunta: «¿Por qué apoya a Golborne? Hasta ahora pareciera ser una relación pragmática: apoyamos a Golborne porque puede ganar. Para la opinión pública eso no basta. Tiene que haber una identificación, un proyecto, que yo creo que está faltando. No es un problema de Golborne. Es un problema de la UDI».

Para Méndez hubiese sido mejor que la UDI eligiera un candidato «histórico» de sus filas, «aún teniendo bajo respaldo era mejor para el proyecto en el largo plazo. Por eso celebro lo que hizo la DC. El fenómeno Orrego es lo que debe producir la UDI».

A reglón seguido, asegura que «el discurso meritocrático de Golborne necesita una base doctrinaria y política que tiene que dársela la UDI y que no se la ha dado. Por eso critico el discurso pragmático de la UDI: me parece insuficiente. Es malo para el partido y para la candidatura de Golborne. La campaña de Allamand, en cambio, está mejor enfocada para las primarias».

Por otra parte, el director de Adimark concluye que el Presidente Sebastián Piñera está pasando el mejor momento de su gobierno desde el rescate de los mineros. «En este 2013 —y no antes— se ha dado esta conjunción de que la economía está andando muy bien, y por primera vez hay un reconocimiento de que ese frente el gobierno lo está ganando. Las personas lo respaldan a través de distintos indicadores: la tendencia a la baja en temas importantes, como la victimización y el temor de la ciudadanía», subraya.

«La Cumbre Celac-UE le dio proyección al presidente Piñera y al país: no había tenido un reconocimiento internacional por el exitoso desarrollo de Chile. El gobierno aparece manejando la agenda de los conflictos sociales. Hay algo que no debe pasar inadvertido: que una cumbre de mandatarios como la que acabamos de tener no haya tenido contramanifestaciones significativas es una cuestión clave. En cumbres en Estados Unidos o Europa los grupos sociales aprovechan de manifestarse por la alta visibilidad que logran. Aquí no hubo nada. Todo esto nos indica que en los próximos meses el gobierno debería mejorar en la aprobación ciudadana», apunta Méndez.

Finalmente, anuncia que en los primeros días de marzo la encuesta volverá en gloria y majestad. Detalla que desde los primeros días de enero mide, en forma experimental, con nuevos instrumentos metodológicos, como la introducción de una amplia base de datos de teléfonos celulares.

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