«Nunca he intentado forzar la conciencia ni doblegar la voluntad de persona alguna, menor o mayor, mujer o varón», dijo el ex vicario de la Solidaridad, enfatizando que «el respeto incondicional a la dignidad de toda persona y el ejercicio de la autoridad como un servicio son patrimonio sustancial del Evangelio al que he consagrado mi vida».
Luego que en diciembre pasado El Vaticano confirmara las denuncias de abusos sexuales que se le atribuyeron la ex vicario de la Solidaridad Cristián Precht, el religioso anunció este jueves que no apelará a las sanciones que por esa razón le impuso el Arzobispado de Santiago, pese a que reiteró su inocencia frente a las acusaciones en su contra.
A través de una declaración pública, el religioso manifestó que con «la esperanza de poner término a estos cuestionamientos y tensiones, y manteniendo mi convicción de inocencia respecto de los delitos que se me atribuyen, he decidido no apelar ante la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), y asumir con obediencia las sanciones impuestas por mi obispo».
Éstas las resolvió el 6 de diciembre de 2012 el arzobispo Ricardo Ezzati, quien lo suspendió del ejercicio sacerdotal por un período de cinco años, mismo tiempo durante el cual tampoco podrá estar a cargo de «la dirección espiritual a jóvenes y menores» y tendrá que llevar “una vida de oración y penitencia”.
En su declaración, Precht expresó que «en las semanas transcurridas desde que se me notificó (…) he pedido al Señor sus dones de sabiduría y fortaleza, en la búsqueda de decisiones conformes con la verdad, la justicia y el bien supremo de la caridad. Ha sido un tiempo de revisión profunda de mis acciones y omisiones, y sobre la forma en que otros pudieron percibirlas».
Asegura también que «nunca he intentado forzar la conciencia ni doblegar la voluntad de persona alguna, menor o mayor, mujer o varón» y que «el respeto incondicional a la dignidad de toda persona y el ejercicio de la autoridad como un servicio son patrimonio sustancial del Evangelio al que he consagrado mi vida».
Además, manifestó que «si algún gesto mío ha podido, más allá de mi intención, agraviar o escandalizar a un hermano, le pido perdón y asumo la responsabilidad de expiar por mi imprudencia».
El ex vicario de la Solidaridad señaló que «durante el proceso canónico que me afecta se han levantado críticas contra autoridades de la Iglesia. Sé que nuestros pastores sólo han buscado explorar la verdad y decidir conforme al bien de la Iglesia. Les manifiesto mi respeto, mi gratitud y mi dolor por esas críticas.
Asimismo, expresó que «me duele igualmente que, con ocasión de este proceso, haya hermanos sacerdotes que puedan sentirse, también ellos, cuestionados o desalentados en su trasparente servicio a la Iglesia y a la sociedad».
Finalmente, Cristián Precht dijo que abrigaba «la esperanza de seguir sirviendo como presbítero en los espacios y tiempos que la Iglesia me quiera conceder. Es la vocación de mi vida y quiero honrarla con purificada dedicación», al tiempo que agradeció a quienes lo han acompañado en ete proceso. «En especial agradezco al Padre Raúl Hasbún por su competencia jurídica y su entrañable fraternidad».
