Desde La Moneda, el titular de la Segpres salió en defensa de las medidas anunciadas el domingo pasado por el Presidente Sebastián Piñera. Voz que se suma a la de otros ministros que salieron de igual forma a respaldar una medida gubernamental que ha sido criticada no sólo desde la oposición, sino también desde el sector más doctrinario de la derecha.
El ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, defendió las medidas anunciadas el domingo pasado por el Presidente Sebastián Piñera, en cuanto al envío de un proyecto de ley que entrega un bono de $40.000 a las familias más vulnerables y a la clase media y el aceleramiento del aumento del salario mínimo.
La voz de Larroulet se suma a la de otros ministros que salieron de igual forma a respaldar una medida gubernamental que ha sido criticada no sólo desde la oposición, sino también desde el sector más ortodoxo de la derecha.
Visión que está en línea con las críticas expresadas por el senador de la UDI, Jovino Novoa, en su libro: “Con la fuerza de la libertad. La batalla por las ideas de centroderecha en el Chile de hoy» donde asegura que la actual administración carece de «un sustento doctrinario».
En entrevista con Radio Cooperativa, el secretario de Estado aseguró: «El Presidente planteó un aumento de salario adelantando el reajuste que se tramita habitualmente en abril. Es para un monto sobre 200 mil pesos, pero debe ser responsable. Los 217 mil que exige la CUT es peligroso, especialmente en condiciones de empleo de sectores más vulnerables».
Para la economista de Libertad y Desarrollo Cecilia Cifuentes la medida «va a generar bastante confusión, porque se aleja de la recomendación de la comisión técnica; no hay una política clara atrás”. De igual forma, dijo que el alza del mínimo es «restrictiva para los jóvenes».
«La verdad es que en este tema existe muy poca claridad en qué consiste finalmente lo que se va a hacer. En los inicios el gobierno nombró una comisión de salario mínimo y propuso una fórmula de cálculo, y dentro de las propuestas de esa comisión estaba la idea de no implementar el reajuste a mediados sino que más cerca de principio de año, como es en general, la política de reajuste salarial en toda las economías, con una fórmula de cálculo, que se mantuviera todos los años. Sin embargo, no está claro si esta idea se va a incluir dentro de un contexto global de modificación de política de salario mínimo que podría ser positivo o si esto es por una vez», declaró la economista en Diario Financiero.
Según Cifuentes «estamos en una situación de alto empleo, de crecimiento de salarios reales y por lo tanto, para una parte significativa de los trabajadores no tiene mucho impacto, pero si lo tiene y probablemente negativo para los jóvenes porque la tasa de desempleo juvenil es más o menos el doble de la tasa de desempleo promedio. Entonces, todavía hay una situación en que hay jóvenes que quieren trabajar y no encuentran trabajo y para ese grupo de gente, un alza del salario mínimo es restrictiva».
En la editorial de La Tercera se postula una crítica parecida: «El anuncio del Presidente de la República (…) refleja el propósito de La Moneda de dar prioridad a las medidas que le permitan recuperar apoyo ciudadano antes del término de este mandato, aun cuando lamentablemente en ambos casos eso se hace a costa de validar medidas que se apartan de la sana administración de las políticas sociales y con fundamentos difíciles de sostener seriamente».
«El gobierno pretende mostrar la misma cara amable que el otorgamiento de estos bonos le permitió exhibir a administraciones anteriores, probablemente con la expectativa de lograr antes de su término una valoración política mayor y también contribuir a mejorar las posibilidades de que un candidato de su sector lo reemplace en La Moneda. Es una herramienta que, al ser usada por todos los sectores, no generará hacia futuro ventaja electoral, pero dejará al país un escalón más abajo en el nivel de seriedad de su política económica y social», agrega.
