Salió al paso de las críticas a la Iglesia del ex capellán de Un Techo para Chile
Juan Ignacio González respondió a los dichos del sacerdote jesuita, que desde Ruanda acusó a quienes están a la cabeza del catolicismo en Chile de no ser capaces de jugársela por los pobres y ser desconocidos. “Nuestro liderazgo es habitualmente oculto, silencioso y sin premios o reconocimientos”, dijo el prelado.
El obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, respondió este miércoles las críticas a la cúpula de la Iglesia chilena que formuló desde Ruanda el ex capellán de «Un Techo para Chile» Felipe Berríos, en una entrevista al programa El informante de TVN.
El sacerdote jesuita acusó a los obispos del país de no «jugársela por los pobres», y en general actuar bajo la premisa de «no quebrar un huevo», y los acusó también de falta de liderazgo.
Al respecto, y en una entrevista con el vespertino La Segunda, González admitió que vio «con mucha pena» las declaraciones de Berríos, expresando que «dice cosas que son de alguna manera ciertas, pero su análisis es el de una persona que no conoce bien la realidad. Se ve que tiene opiniones fijadas, incapaces de cambiarlas, aunque la realidad mostrara algo distinto. (…) Y todo esto desde un país lejano, sin conocer la realidad actual ni en qué está la Iglesia y muchas organizaciones sociales hoy».
Sobre la supuesta falta de liderzgo, se preguntó: «¿Quién no conoce al arzobispo de Santiago, o a monseñor Alejandro Goic, que siempre ha estado presente en todos lo debates importantes?, ¿quién no ha oído hablar de Camilo Vial, Obispo de Temuco? Puede que los más “jóvenes” sean menos conocidos. Pero en nuestras diócesis somos muy conocidos».
«El problema es el tipo de liderazgo que platea el entrevistado. Quizás allí exista un error en su concepción. Que vuelva a leer lo que acaba de decir el Papa a los obispos italianos: no somos líderes políticos, ni llevamos adelante tareas que son propias de los laicos», dijo el obispo González, enfatizando que «nuestro liderazgo es habitualmente oculto, silencioso y sin premios o reconocimientos. Hay que saber qué es un obispo y qué hace en la Iglesia. No somos jefes, sino servidores de todos».
También cuestionó la afirmación de Berríos en cuanto a que la Iglesia «ha lucrado creyéndose la dueña de la salvación», enfatizando que «es una completa distorsión. Es Cristo el que salva y lo hace por medio de la Iglesia, que es el instrumento. Nosotros somos simples trabajadores de la viña del Señor, como nos enseñó con su palabra y su vida el Papa Benedicto y nos ha mostrado con tanta eficacia y humildad el Papa Francisco. Pero lo que pide al instrumento es que sea fiel. No manejamos a nuestro antojo la voluntad de Dios y lo que él nos ha querido revelar».
Finalmente también discrepó con la afirmación del ex capellán respecto a que los jóvenes están inmersos en el consumo porque se les ha mostrado un «Dios rasca e insípido».
«No me gusta esa manera referirme a Dios. No creo que con ella se llegue a los jóvenes. Estoy de acuerdo en que muchos se dejan llevar por el dios del consumo, pero la manera de combatir este mal es trabajar juntos para anunciar a Cristo, especialmente en este tiempo de nueva evangelización. Con esa manera de hablar de trivializa a Dios», concluyó.
