La parlamentaria sostuvo que si sus pares de la oposición rechazan su nombre por razones políticas, aludiendo al rol que desempeñó a cargo del caso MOP-Gate, quedará en evidencia que “no les interesa tener una Corte Suprema autónoma e independiente”.
Aunque la ministra Ana Gloria Chevesich aún no presenta sus credenciales ante la Comisión de Constitución de la Cámara alta, ya existe una fuerte polémica entre la oposición y el oficialismo, debido a que estos últimos asumen que la Concertación no entregará sus votos para que la jueza llegue a la Corte Suprema por su participación en el caso MOP-Gate, por lo que la senadora de Renovación Nacional Lily Pérez aseguró este martes que la aprobación de este nombramiento constituye “la prueba de blancura” de la Concertación.
La senadora fue enfática en manifestar los méritos de la magistrada para llegar al máximo tribunal, entre los que mencionó que ha estado entre los ministros mejores evaluados durante los últimos 13 años y que es “una mujer tremendamente calificada” para desempeñar el cargo para el que la propuso el Presidente Sebastián Piñera.
Junto con insistir en que además Chevesich ha sido “la mejor calificada por sus pares para integrar esta quina”, Lily Pérez especuló que las razones de un sector de la oposición para no aprobar el nombre están en el rol que jugó en el caso MOP-Gate, donde altas figuras de ese sector político resultaron involucradas.
La parlamentaria resaltó que sin embargo que esta será la prueba de la blancura para la Concertación, que deberá votar “en conciencia” la propuesta del jefe de Estado, y que si rechazan su nombre por razones políticas, quedará en evidencia que “no les interesa tener una Corte Suprema autónoma e independiente”.
Por su parte, la senadora DC Soledad Alvear, quien integra la Comisión de Constitución, aclaró que la propuesta de Ana Gloria Chevesich a la Suprema será analizada en su mérito en dicha instancia, igual como se hace con todos los nombramientos enviados por el Presidente de la República.
Asimismo, descartó de plano que en la decisión de los senadores interfiera “cualquier apreciación” política.
