Se integrarán a comandos de Longueira y Allamand
Se sabía que la intención del ministro de Desarrollo Social era desembarcar post primarias para fortalecer la nueva etapa de la carrera presidencial de la derecha. Pero la necesidad de cuidar los equilibrios y la negativa a hacer otro cambio de ministros en menos de un mes, gatillaron su renuncia.
Sólo quedan 24 días para las primarias presidenciales del 30 de junio y el oficialismo se está jugando todas sus cartas para potenciar las candidaturas y equipos de campaña de Pablo Longueira (UDI) y Andrés Allamand (RN). Por lo mismo, esta tarde se anunció la salida del gabinete de los ministros de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, y de Cultura, Luciano Cruz-Coke para desembarcar en los comandos de los respectivos candidatos de derecha, una decisión que no estuvo ajena a conflictos.
Un paso al lado al mismo tiempo, cada uno para apuntalar a uno de los respectivos abanderados de la Alianza, en un intento desde La Moneda de dar una suerte de señal de prescindencia ante la férrea disputa que protagonizan Longueira y Allamand.
Pero también la salida de ambos, en estos momentos, se debe al enojo del Presidente Piñera con Cruz-Coke por la filtración de su incorporación al comando del abanderado de RN, para reforzar la campaña con un rostro potente en las encuestas, en circunstancias que el propio mandatario estaba sondeando y jugándose para tratar de instalarlo como candidato a senador, con preferencia en la IV Región.
Desde hace unos días estaba el rumor de la salida de Cruz-Coke. Es más, en el gobierno comentaron que el Presidente Piñera sabía que al regresar esta mañana a Chile de su gira por Canadá, Estados Unidos, El Salvador y Panamá debía tener la conversación que dejó pendiente con él para zanjar su situación y ver el momento más propicio de su salida, siempre pensado desde Palacio en un fecha posterior al 30 de junio, ya que es en el mes de julio cuando realmente se definirán las plantillas de candidatos parlamentarios.
En ausencia del jefe de Estado, Cruz-Coke se reunió con Allamand, encuentro en el que quedó zanjada su incorporación al comando, puntualmente al equipo que desde el 16 de mayo liderada Felipe Kast, para coordinar el trabajo del mundo independiente en la campaña en el cual están además, figuras como Juan Claro y Felipe Lamarca.
Comentaron que la idea de Cruz-Coke es “marcar una diferencia” en la recta final de las primarias de la Alianza al salir a apoyar a Allamand y poner a su favor el capital que tiene por ser uno de los rostros mejor evaluados del gobierno, con más del 70% de aprobación.
Una definición política –precisaron desde el comando de Allamand- que el candidato valoró, porque “perfectamente podía esperar hasta después de las primarias si solo le interesara su opción senatorial, pero se la jugó”. En todo caso, reconocen que a pesar de eso, el tema del cupo senatorial de Cruz-Coke es algo que no se va a resolver antes del 30 de junio.
Además, se confiesa que la vocera de la campaña de Allamand, Catalina Parot, que postula al Senado por Santiago Poniente – cupo que sí le atrae a Cruz-Coke- está “blindada y protegida” por los buenos resultados que tiene en las encuestas.
Esto dejó de cierta forma en jaque las gestiones de Piñera y desató su molestia, lo que aceleró la salida del ministro de Cultura. El Presidente y Cruz-Coke se reunieron hoy en un largo almuerzo en La Moneda y luego, ambos se integraron a la reunión del comité político de Palacio, donde el tema se terminó de discutir.
Los rumores de salidas del gobierno apuntaban sólo a Cruz-Coke, no consideraban aún a Lavín. Su idea de dejar el gobierno era algo sabido, que se instaló desde el momento que Longueira asumió la candidatura presidencial de la UDI en reemplazo de Laurence Golborne.
[cita]En ausencia del mandatario, Cruz-Coke se reunió con Allamand, encuentro en el que quedó zanjado su incorporación al comando, puntualmente al equipo que desde el 16 de mayo liderada Felipe Kast, para coordinar el trabajo del mundo independiente en la campaña en el cual están además, figuras como Juan Claro y Felipe Lamarca.[/cita]
Hace un mes, en los patios de La Moneda Lavín no desechaba la posibilidad de apoyar la campaña de Longueira, pero reconocía entonces que aún “no era el momento”. A pesar que era el único que faltaba en el comando del candidato UDI, que se constituyó con todos los históricos y emblemáticos de su incursión presidencial del 99: Francisco De la Maza y Cristián Leay.
Es más, se sabe que la intención del ministro de Desarrollo Social era desembarcar post primarias para fortalecer la nueva etapa de la carrera presidencial de la derecha. Pero la necesidad de cuidar los equilibrios y la negativa a hacer otro cambio de ministros post primarias, precipitaron su salida.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, salió de la reunión con el comité político y Piñera expresamente para confirmar los cambios, sorprendiendo con la incorporación de Lavín en este ajuste.
Ya al síndrome del “pato cojo” del gobierno a medida que la carrera presidencial toma cuerpo, no era conveniente realizar dos cambios de gabinete con solo semanas de diferencia, por lo que se optó por hacerlos juntos. No es grato para La Moneda saberse como una de las administraciones que se ha visto forzada a realizar más cambios que ninguna en su staff de ministros.
No se dieron a conocer a los sucesores. Piñera se reunirá este viernes con Cruz-Coke y con Lavín para “despedirlos”, y en Palacio dijeron que recién mañana o incluso hasta el sábado se podrían tomar tiempo para buscar a quienes asumirán en ambas carteras.
Encontrar a alguien que se haga cargo de ambas funciones no parece una tarea fácil cuando restan solo diez meses para que termine el gobierno de Piñera. Por lo mismo, desde noviembre en casi todos los cambios se ha recurrido a ascender a los subsecretarios respectivos para tratar de dar cierta continuidad al trabajo.
