En tanto, desde la Fundación Defendamos la Ciudad acusaron que esto demuestra que «operó perfectamente bien el lobby del gobierno chileno».
Desde el Grupo Pasmar, empresa propietaria del polémico mall de Castro, se refirieron a la decisión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco de eliminar la propuesta de demoler parcialmente los pisos superiores de la construcción para aminorar el impacto de la obra. Esto «es un claro revés para los detractores al proyecto Mall Paseo Chiloé, ubicado en la Ciudad de Castro, quienes intentaron utilizar a este organismo para hacerle creer a la opinión pública que correspondía demoler dos pisos de nuestra edificación, cuestión que fue desestimada y que ni siquiera se incorporó en el informe», señaló la empresa a través de un comunidad.
Sin embargo, expertos de la Unesco llegarán hasta la Isla Grande de Chiloé como parte de una misión que entregue guías que sirvan para aminorar el impacto visual generado por el centro comercial.
«Lamentamos que se intente deslegitimar, por la vía de la desinformación, a un proyecto de desarrollo local como éste y que, a la vez, haya quienes intenten postergar injustificadamente el derecho de los chilotes a acceder a las ventajas del desarrollo», agregó Grupo Pasmar, enfatizando además que el proyecto sí podrá ser edificado en su actual emplazamiento y cumple con las ordenanzas requeridas.
En tanto, desde el Consejo de Monumentos Nacionales valoraron la resolución de enviar una misión con representantes de la Unesco. «Las misiones que vendrán a Chile contribuirán significativamente a mejorar los procedimientos para la conservación en Valparaíso y Chiloé y espera que sea una instancia valiosa para el intercambio profesional y la generación de mayor conciencia sobre su patrimonio en los ciudadanos», señalaron a través de una declaración pública.
En este contexto, Chile deberá presentar antes del 1 de febrero de 2014 un informe actualizado detallando el estado de conservación de las zonas afectadas para que el Comité de Patrimonio Mundial analice la materia.
Otros en cambio se mostraron molestos con la medida. El presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, señaló que la negativa de la Unesco se debió a que «operó perfectamente bien el lobby del gobierno chileno que no quería verse afectado por una decisión de ese tipo, más aún si el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha sido renuente en aplicar la ley a la luz de los dos dictámenes de la Contraloría General de la República que han descrito las diversas irregularidades y ilegalidades de esta invasiva construcción en la antigua ciudad de Castro”.
“En todo caso y en la práctica, es irrelevante la voltereta de la Unesco”, criticó Herman, agregando que «Se deberá aplicar la ley y en tal sentido confiamos plenamente en las directrices que impartirá el contralor Ramiro Mendoza y la próxima interposición de las acciones judiciales del Consejo de Defensa del Estado (CDE), organismo público autónomo que cumplirá con su rol legal”.
