El ministro fue uno de los tres integrantes del Tribunal que se abstuvieron a la hora de votar un acuerdo que, bajo la lógica del sistema binominal, permitirá a Carlos Caromona y Marisol Peña encabezar la institución durante los próximos dos años. Esta última asumirá al frente de la entidad, en reemplazo de Raúl Bertelsen, el próximo lunes 26.
Con tres abstenciones, de los ministros Hernán Vodanovic, María Luisa Brahms e Iván Aróstica, el Tribunal Constitucional resolvió este jueves aprobar un acuerdo que permite dividir en dos la presidencia de la institución.
Se trata de una fórmula a la que se llegó luego de cinco votaciones que dieron un empate 4-4 entre Marisol Peña y Carlos Carmona y que a todas luces introduce la lógica del sistema binominal que domina toda la institucionalidad política del Estado, y deja en situación de empate al TC, justo en los momentos en que la agenda pública y electoral se ve repleta de demandas que tocan la esencia de la Constitución Política.
A través de un comunicado, la entidad informó que a las 12:30 horas del próximo lunes 26 de agosto, Marisol Peña reemplazará en sus funciones a Raúl Bertelsen, «conforme a lo dispuesto en el artículo 5º de la Ley Orgánica Constitucional de la Magistratura».
Vodanovic fue el único miembro de la institución que justificó su abstención, indicando que lo hacía por el “deber de contribuir al funcionamiento de este tribunal”.
En ese contexto, argumentó que “participo en este acto en el entendido de que se elige al presidente por dos años, según lo prescribe nuestra Ley Orgánica”.
Por ello, consideró que “cualquier pacto privado en contrario adolece de objeto ilícito, en cuanto contraviene el derecho público chileno”.
El bloqueo que se dio en el TC para la elección del reemplazante de Bertelsen, lleva a la conclusión de que el tribunal se ha acercado de manera preocupante a una lógica de cuoteo político y que el perfil de los aspirantes no llena de manera clara los requerimientos de estatura jurídica y majestad del cargo.
La reforma a la Constitución y de una serie de normativas que requieren quórum calificado se ha convertido en un tema clave de la campaña presidencial de varios candidatos, y toca principalmente la de Michelle Bachelet, quien dispuso el trabajo de una comisión de expertos, para modificar la carta magna, tema central también de las candidaturas de MEO y Marcel Claude, entre otras, y que tiene la oposición completa del oficialismo.
La solución de partir la presidencia en dos no tiene un fundamente jurídico claro y dado el voto dirimente del Presidente, y seguramente generará inevitables críticas en todos los sectores.
