Los funcionarios cuestionaron que se destine personal activo del Ejército para que «atienda o les sirva a estos señores que están presos por infracción a los derechos humanos».
Gendarmes de la Región del Bío Bío exigieron al Ministerio de Justicia el cierre de los penales Cordillera y Punta Peuco, centros de reclusión para militar que ofrecen privilegios a condenados por violaciones a los derechos humanos, según consignó radio Bío Bío. Canchas de tenis, quinchos para hacer asados, TV cable, visitas diarios y otros son algunos privilegios que gozan los presos recluidos en estos lugares.
Los funcionarios cuestionaron el rol para el que son asignados a estos centros y rechazaron que los gendarmes estén para “pasarle el bastón”, como señaló en una entrevista ex el director de la DINA, Manuel Contreras, condenado a más de 300 años de cárcel y recluido en el Penal Cordillera.
«Cuál es la función que están cumpliendo hoy en día tanto en Punta Peuco como en en Penal Cordillera los funcionarios de Gendarmería de Chile, para obviamente contradecir categóricamente los dichos del señor Manuel Contreras», señaló el presidente de la Asociación de Funcionarios de Gendarmería de Concepción, Óscar Ulloa. A esto agregó que solicitarán «al Ejército de Chile, vía ley de transparencia, que nos fundamente por qué respecto de la información que tenemos nosotros se está destinando a personal activo del Ejército para que atienda o les sirva a estos señores que están presos por infracción a los derechos humanos».
Por último, Ulloa concluyó que «El estado de Chile no puede estar desembolsando gran cantidad de dinero a estos penales especiales que en en derecho no debiesen existir. Deben cerrarse sin duda».
