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Crisis financiera de SMU remece los cimientos del poder de Álvaro Saieh Ayer se hicieron públicos el fin de 3TV y la venta de sus compañías de seguro

Crisis financiera de SMU remece los cimientos del poder de Álvaro Saieh

El cierre del canal 3TV es mucho más profundo que dejar sin efecto un proyecto que estaba listo para ver la luz. Es un traspié en el ascendente grado de influencia que ejerce el empresario a través de Copesa, el mayor grupo de medios del país, con diarios, revistas y radios. El canal iba a consolidar su poder total en el negocio de las comunicaciones, sellando definitivamente un esquema de integración horizontal regulado en muchos países, pero no en Chile. La sangría de la cadena de supermercados SMU lo obligó a echar pie atrás en el que iba a ser su tercer proyecto televisivo. Ayer también anunció la venta de sus compañías de seguros, parte de una serie de operaciones para hacer caja.


La crisis llegó hasta el corazón del poder del sexto empresario más rico de Chile según la revista Forbes.

El cierre del canal 3TV es mucho más que dejar sin efecto un proyecto que estaba listo para salir al aire; es un traspié en el ascendente grado de influencia que ejerce Álvaro Saieh a través de Copesa, su holding de medios escritos y radiales. Con un canal de televisión abierta consolidaría su poder total en el negocio de las comunicaciones al tener presencia en todas las plataformas. Es lo que se conoce como integración horizontal, un esquema que está regulado en los países desarrollados. No así en Chile.

Aún sin la señal televisiva, Copesa es el mayor controlador de medios de Chile: es dueño de los diarios La Tercera, La Cuarta, Pulso, Concepción; las revistas Qué Pasa, Paula y Hola; y las radios Duna, Zero, Carolina, Beethoven, Disney y Paula, que operan bajo el Grupo Dial. Más el sitio de periodismo de investigación Ciper. Saieh es propietario del 83,3 % de Copesa; el 16,6 % restante está en poder de Alberto Kassis, el mayor productor de cecinas del país con San Jorge, Winter y La Preferida, entre otras marcas.

Como pocos, Saieh entendió el poder de la influencia y el papel de los medios en la construcción de la realidad social y política. También buscó lo que muchos en este negocio: la protección y el blindaje que brindan. Atacar a quien posee un diario puede resultar un arma de doble filo. En Chile, además, existe un pacto tácito —cuya intensidad ha ido bajando— que hace que los dueños de medios se traten con mayor benevolencia. En esta pasada Saieh y su crisis han recibido menor cobertura que la de Julio Ponce Lerou y sus sociedades cascada en Soquimich.

La meta de Saieh siempre apuntó a conquistar a las elites y así fue como de la mano de Cristián Bofill en la dirección consiguió posicionar a La Tercera como un diario competidor de El Mercurio. En materia radial compró radio Duna, la que captura más público ABC1, a Felipe Lamarca y su mujer Anita Holuigue, hoy directora ejecutiva del Grupo Dial y miembro del directorio de Copesa, con permiso sin goce de sueldo hasta el 1 de octubre cuando concluya su participación en el comité estratégico de la campaña de Evelyn Matthei.

A NEGRO

Ayer a las 9:30 AM el gerente general del canal, Ricardo Avello, comunicó a los trabajadores que “Copesa no está preparada para salir al aire —ni en el mediano ni largo plazo— por temas económicos que todos ya sabemos”.

[cita]El adiós a 3TV no es más que la consecuencia de la crisis de SMU, la cadena de supermercados que al cierre del primer semestre anotó pérdidas por US$ 570 millones. Y que desde Saieh la controla arrastra mas de US$ 1.000 millones en rojo. Las deudas ascienden a US$ 2.400 millones. [/cita]

Se esperaba que después de las Fiestas Patrias se zanjara el futuro de 3TV tal como adelantó El Mostrador.

Más de 100 personas fueron despedidas y sus sueldos les fueron pagados sólo hasta ayer. Los “rostros” como Marlén Eguiguren, que conduciría el noticiero matinal; Francisco Sagredo, el central a las 21 horas; Javiera Contador y su espacio Mi Show: Nicolás Vergara y el programa Mira quién habla tienen contrato hasta diciembre de 2014 o mediados de 2015. Se les pagará mes a mes hasta terminar el compromiso, pero si se emplean en otro lugar se termina. La molestia fue profunda. Algunos “rostros” están consultando abogados para evaluar pedir una indemnización por el perjuicio que les provocó estar fuera de pantalla durante varios meses.

El costo mensual de operación de 3TV, según quienes conocen el proyecto, era de $ 400 millones entre los dos pisos arrendados en la Ciudad Empresarial, las remuneraciones de más de 100 profesionales con contrato indefinido desde mayo —ahora despedidos— y el contrato con CNN que incluía el uso de sus imágenes, 10 a 15 camarógrafos y cámaras y un móvil.

3TV era el tercer intento de Saieh en el negocio televisivo. El primero, La Red, fracasó como proyecto y registró pérdidas para él y sus socios. El segundo fue ABT, el canal de la Universidad Andrés Bello, cuando participó en la propiedad de la universidad del mismo nombre.

El cierre de la estación que no vio la luz generó rumores acerca del cierre del diario económico Pulso, pero desde adentro aseguraron que sigue a firme y que su nuevo director, Juan Pablo Larraín, actual gerente de comunicaciones de Enersis, asume el 1 de octubre. El Grupo Dial no escapó de las versiones que hablaban de una posible venta, lo que fue descartado por fuentes internas debido a que es un negocio que deja utilidades. Aunque, como en todo, si un interesado realiza una oferta muy atractiva, las cosas pueden cambiar.

LA SANGRíA DE SMU

El adiós a 3TV no es más que la consecuencia de la crisis de SMU, la cadena de supermercados que, al cierre del primer semestre, anotó pérdidas por US$ 570 millones y que desde que Saieh la controla arrastra más US$ 1.000 millones en rojo. Las deudas ascienden a US$ 2.400 millones.

El panorama no es auspicioso ya que los problemas de SMU han salpicado al resto del grupo: los bonos colocados por SMU han perdido un tercio de su valor este año; los de CorpBanca se transan con un descuento de 15 % y sus costos de fondeo aumentaron al punto que el banco se vio obligado a vender cartera de créditos y tomar una serie de otras medidas drásticas para dar garantías al mercado.

Para impedir que este buque se hunda Saieh ha puesto casi todo en venta: las compañías de seguros, las cadenas Construmart, Dipac y Mayorsa (Perú). Ayer se deshizo del 67 % de Corp Group Vida, que controla las aseguradoras CorpVida y CorpSeguros. Recibirá US$ 170 millones de parte de ILC, se libera de los bonos por US$ 200 millones y se asegura la devolución de casi US$ 25 millones por parte de CGVC a su sociedad relacionada CG Interhold.

Hubo distintas interpretaciones acerca de si fue un buen o mal negocio. JP Morgan dijo que el precio pagado fue 0,9 veces el valor libro de la compañía, aunque en el mercado no existe certeza sobre estos números dado que no hubo total transparencia sobre las cifras involucradas.

Otros estiman que la venta fue a 1,2 veces el valor libro de los activos. En cualquier caso el precio es muy inferior al promedio de dos veces o más que han tenido otras operaciones como la venta de Cruz del Sur a Security. “Negoció apurado. Este negocio no era prescindible, madura en ocho o nueve años, pero se vio forzado a venderlo porque era un activo caliente para el mercado”, dijo un experto. Otro analista que conoce el rubro afirma que Saieh sacrificó US$ 100 millones en esta pasada.

No es la primera operación para hacer caja. El 29 de agosto se desprendió del Mall Vivo en Rancagua, por lo que obtuvo US$ 72 millones. Hace poco habría vendido una cartera de créditos por US$ 300 millones al Banco de Chile. Además le otorgó un mandato a la corredora Larraín Vial para que venda un paquete de acciones de CorpBanca Colombia, lo que le permitiría recaudar unos US$ 300 millones sin perder el control.

El plan de arqueo para salvar a SMU contempla la venta del 40 % de Supermercados Montserrat, el 100 % de Construmart, de Mayorsa y la distribuidora Dipac. Se calcula que por todos ellos recibiría US$ 400 millones.

Saieh debe aportar US$ 300 millones a SMU antes de fin de año, según el acuerdo con Southern Cros, su socio en la cadena, anunciado hace poco más de una semana. Y si lo hace antes que termine noviembre no le será exigible el crédito puente que comprometió con los bonistas en agosto pasado. Por eso, Saieh está vendiendo rápido, para cumplir sus compromisos más urgentes con SMU.

También debe pagar sus propias deudas sin tener grandes flujos disponibles más allá de CorpBanca, que este año redujo del 100 % al 50 % el reparto de dividendos, tras la compra de dos bancos en Colombia por US$ 2.600 millones asociado al IFC, empresarios colombianos, AFP y otros.

Uno de los puntos que complica no sólo el negocio sino la imagen del empresario es la revelación de operaciones de triangulaciones, a través de fondos de inversión privados (FIP) para inyectar fondos a SMU, que este medio reveló, gatillando los temores del mercado de que los problemas de la cadena de supermercados terminarían golpeando los resultados y operaciones del resto del grupo.

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